A lo largo de este año que despedimos, hemos señalado que todos los problemas tienen solución, hemos destacado que su origen está en las decisiones que toman los gobiernos; por otro lado, hemos insistido en que el mundo está cambiando, y lo seguirá haciendo.
¿Dónde estamos los venezolanos frente al progreso de los pueblos y países? Convencido estoy que el 80 % de ciudadanos en Venezuela y 9 millones en el exterior lo sabemos; importante es encontrar ese 20 % restante para persuadirlo que la pobreza a la que nos trajo el socialismo del mal llamado siglo XXI, no puede ser el destino de nuestras vidas, esto es no podemos quedar como los cubanos, pobres para siempre y los gobernantes con privilegios.
El tema inflacionario que el Presidente de Argentina puso nuevamente en la mesa del análisis en todo el mundo, es el referido a que sí se puede bajar la inflación si eliminamos las causas que la generan o crean; así Milei bajo la inflación de un 25 % a un 7 % ¿Cómo lo hizo? Aplicó lo que se enseña en todas las universidades del planeta: Gasto limitado y cero emisiones de dinero inorgánico.
¿Se puede hacer en Venezuela? Claro que sí se puede. Lo primero es que al BCV le regresen su autonomía y cumpla con su misión de no financiar el déficit del Gobierno; para financiar ese déficit, el Gobierno imprime dinero llamado inorgánico, que representa el 52 % del circulante. La inflación es el medio de empobrecer al ciudadano, esto nos trae a una pregunta: Si el Gobierno imprime dinero, ¿para qué cobra entonces impuestos, si lo que pretende cubrir con lo recaudado a los ciudadanos lo puede cubrir imprimiendo dinero?
¿Puede un gobierno gastar menos de lo que le ingresa? Bueno, Milei acaba de probar que sí se puede hacer, ahora tiene el gobierno argentino un superávit fiscal por primera vez. ¿Qué hizo? Disminuyó el tamaño del Estado, eliminó ministerios y organismos con lo que se mantenía pura clientela partidista. Venezuela tiene subterráneamente unas estructuras que al ojo ciudadano no ven, pero existen.
El generador de la riqueza de un país tiene y deben ser sus ciudadanos desde las posiciones de empleado, trabajador, emprendedor, empresario. La condición para lograrlo, que el Estado no intervenga la actividad económica del ciudadano y por el contrario promueva la actividad privada, democratizando el acceso al capital por vía del crédito bancario.
Si la receta económica establece que en crisis no se deben aumentar los impuestos sino reducirlos, ¿por cuál razón en Venezuela los aumentan y se pagan teniendo como referencia el euro o el dólar cuando se gana en bolívares? En la práctica, al que produce y trabaja lo multan, tu trabajo resulta en consecuencia en un triple impuesto que empobrece permanentemente. ¿Se pueden reducir los impuestos? Sí, si se pueden reducir.
Cuando nos correspondió establecer el entramado jurídico y legal que le dio vida a la descentralización político-administrativa en Venezuela se buscaba eficiencia, y con el federalismo que estados y municipios explotaran sus propios recursos y buscaran inversión extranjera para reproducir su riqueza.
Las reservas fiscales hay que atenderlas, un país con reservas es un país sólido; sin ellas, como lamentablemente esta Venezuela, es débil y muy endeudado. Un país sólido y fuerte cuenta con seguridad jurídica, Venezuela no la tiene ni para inversionistas ni para los propios ciudadanos que están a manos del funcionario y del que sobre ellos ejerza influencia para decidir lo contrario del deber ser.
El 2025 será de prosperidad individual si se cambia el rumbo de las decisiones que en economía básica se han tomado; la llegada del presidente Trump es una buena noticia para el mundo, y las cosas que hacen Milei en economía junto a Bukele, indican que sí se pueden hacer las cosas distintas, mejor y bien.
Con mi esposa, hijos y familia les deseo prosperidad y libertad que a todos nos arrope, así como lo hace la bendición de Dios.
Nos vemos en el 2025…