SEGUIMOS en el preludio al plenilunio, en un ensayo sin fin, con las mismas promesas de rescate económico, de vencimiento a la guerra financiera, de derrota total al enemigo, mientras la hiperinflación lleva ya cuatro años de instalada en nuestro sistema actual y sin visos de acabarla…HACE UN AÑO, el 1 de mayo de 2020, se decretó un salario mínimo de 550 mil bolívares, y 12 meses después se revela que el mismo es de 7 millones, que con el cesta-ticket llega a los 10 millones de bolívares…NADIE SE PREOCUPÓ en averiguar la cuantía de esta vez, ni mucho menos celebrar su anuncio, pues se sabe que en este ambiente dolarizado, tal suma responde apenas a 3 dólares y medio por mes…NOS HABÍAMOS hecho el propósito de pasar por alto el discurso de los primeros 100 días de gobierno del presidente Joe Biden, de los Estados Unidos, pero ante la importancia de lo que expresó, creemos que vale la pena reseñar en medio de la crisis originada por la pandemia que sufre el planeta, lo que DIJO ante el Congreso norteamericano…EL MÁXIMO representante del capitalismo mundial anunció un auxilio mil millonario a la población de menos recursos por el coronavirus, el inicio de la ejecución de obras de infraestructura por parte del Estado para animar el trabajo, y la vacunación masiva para acabar con el covid-19 y de esa manera mantener la supremacía económica de su país…NO HABLÓ CASI NADA o nada de su política exterior frente a América Latina y a países como Nicaragua, Cuba, Venezuela, que padecen una serie de sanciones que han limitado su expansión económica…DE TODAS formas, ante el problema mundial, Joe Biden ha tomado las mismas medicinas que impuso ante el crack de 1929 el presidente Franklin D. Roosevelt  y que trastornó al mundo, pero sacó de la pobreza a millones de sus compatriotas condenados a la miseria por la quiebra de la banca en ese gigantesco país…AQUÍ NO SE HA tomado medida alguna, jarabe posible, medicina recomendada, para convertir los optimistas anuncios en realidades, pues seguimos fuera de sintonía, con un salario que en el resto de las naciones da risa y con un equipo económico que no ha logrado ensamblarse, al igual que lo sucedido con la industria automotriz, que solo logró hacerlo con un vehículo en lo que va del año…HASTA HAITÍ y Cuba nos superan en el monto del salario mínimo para su clase trabajadora, mientras aquí se “felicita” a los asalariados por su capacidad de resistencia en este primer día de mayo, que otrora servía para realizar multitudinarias manifestaciones de pedidos de aumentos y condiciones laborales, de manera tal de poder cubrir todas las necesidades que impone un cuadro familiar.

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Y ESTO, es todo por hoy

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MENTIRAS Universales:

“El pueblo está feliz con la nueva escala de aumentos”

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DIOS los bendiga…¿Saben?

VÍCTOR MATOS