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20 de abril de 2024
Carlos Casanova Leal
A los venezolanos, en el exterior o en suelo patrio, les deseo lo mejor, ánimo y mucha fe en un mundo y país mejor, que podamos superar las dificultades propias y las que nos han impuesto.
El balance del cierre del año no es nada halagador, ya que se constituye en el comienzo del próximo, terminamos con un éxodo superior al de Siria, de donde Acnur estima que llegará a 8 millones el próximo año. Una lectura en contrario revela un despoblamiento severo del país.
Venezuela termina como el país con mayor desnivel social de América Latina, y con el salario mínimo más bajo, con 4 dólares, todo esto dentro de una falsa expectativa de reactivación económica de bodegones y carros de lujo, producto de la libre importación de 600 tipos de mercancías. Lo cierto es que existe una burbuja del 7 % de venezolanos que vive bien, una clase social de pudientes producto de la economía negra, a la que solo tiene acceso el que esté cerca del entorno del Gobierno.
El resto es el ciudadano que lucha por sobrevivir dentro de la crisis humanitaria compleja inducida que vive el país, pero que creó un estrato social microprivilegiado dentro de los pobres y en todas nuestras comunidades, y es el que se beneficia de los instrumentos de control social y político de la revolución, que son los dadores de favores, pero donde gravitará la gracia de las leyes del Estado comunal, ciudad comunal, parlamento comunal, consejo comunal.
La revolución termina fortalecida, toda vez que el 90 % de los venezolanos no está de acuerdo con el socialismo comunitario que se impone, pero que el régimen sabe manejar para mantenerse en el poder, siendo una exigua minoría.
No obstante, logró dividir la casi totalidad de los partidos, en lo que se denomina judicialización a los partidos, asignándoles su directiva y simbología, haciéndolas aliadas al propósito de disolver a la oposición y darse una a su medida, lo que se denomina una oposición no competitiva, que se diga que lo es, pero que en realidad no lo es, de esta forma quiere diálogo internacional para presentar su creación como oposición.
Estos partidos judicializados se quieren presentar como la real oposición electoral en el país, pero que desde ya lo que hacen es dividir, como en el caso de Barinas, el próximo 9 de enero (esté usted de acuerdo o no con elecciones, esta sirve para identificarlos), por lo tanto, aspira la revolución a que ocupe ese espacio para asegurarse su estabilidad y mostrar a la comunidad internacional que todo está bien, ellos gobiernan, los partidos judicializados son apoyados por el ciudadano y así, todo normal en la pobreza.
No puedo presentar razones de optimismo cuando el régimen comunista avanza, no lograr una organización que sume la angustia de los venezolanos en una opción real de poder, es la más clara desventaja que hoy tenemos los venezolanos.
Sin embargo, desde la sociedad y organizaciones civiles no partidistas se hacen esfuerzos de acompañamiento en la formación ciudadana para que no se habitúen a sentir que perdieron sus derechos sin luchar, acostumbrándose a la pobreza; si nos acostumbramos ya no existirá crisis.
La lucha continúa, solo al final se sabrá quiénes triunfan, y todavía hay recorrido para una lucha que no tiene fecha de vencimiento, y los venezolanos no sabemos otra cosa que vencer por encima de las dificultades, así sea la del comunismo.
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