Opinión

Pasión por el Táchira … más allá (2)

15 de marzo de 2021

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Julieta Cantos


 

He estado impaciente toda la semana por continuar el relato iniciado en mi anterior artículo, y poder compartirlo con ustedes.

Sigo y pego…como recordarán uno de los objetivos principales, de ir a Boconó, era conocer más sobre el manejo de la nanotecnología aplicada a la biomedicina por Sirio Quintero, filósofo e investigador venezolano, de quien se lee en las redes que posee estudios de doctorado en filosofía de las ciencias en Italia y Alemania, de ingeniería de sistemas y de ciencias de la educación, y que realizó en paralelo estudios en el área de Nanotecnología aplicada a la biomedicina y toxicología con las Academias alemanas y rusas. Inventor del protocolo de bioelectromedicina cuántica con nanotecnología y genética modular reconstitutiva humana en Venezuela y el continente americano. Lo cierto, es que ha habido mucha especulación en torno a él, sobre sí es doctor o no, y si sus métodos son efectivos o son simples conjeturas y especulaciones.

Mi interés por saber más sobre su trabajo, proviene de que siempre, pero sobretodo en los últimos años, he estado vinculada a la medicina alternativa, por convicción, ya que he podido comprobar los resultados directamente en mí y en gente cercana a mí, así como los efectos casi inmediatos, cuando se implementan planes de bioalimentación. Somos lo que comemos, y dependiendo de qué comemos y como combinamos nuestros alimentos, se ven los resultados. Esto no implica la negación de la medicina tradicional y sus avances, todo lo contrario. Es la visión integral de la medicina aplicada a nuestras vidas; lo que si implica  es un serio cuestionamiento a la industria médica y farmaceútica, tal como se maneja. Por ello, cuando se habló del bebedizo anticovid, propuesto por Quintero, escuche, leí, investigue, y me pareció que tenía lógica. Empecé a prepararlo y tomarlo inmediatamente…con resultados óptimos, hasta ahora. Tanto es así, que los detractores del mismo, terminan asumiendo sino el mismo bebedizo, otros muy, muy similares. Es el conocimiento ancestral de nuestr@s yerbateros, y que por suerte, en nuestro Estado, reconocemos y usamos frecuentemente, hasta para hacer miche. La diferencia es que Quintero, utiliza los conocimientos adquiridos, para saber exactamente que combina para combatir una u otra enfermedad, aplicando otras terapias complementarias para la sanación.

Me considero una persona emotiva, pero profundamente racional. Tomo mis decisiones después de analizar lo que considero pueden ser las diferentes aristas de la situación que enfrento. Y la verdad, soy bastante crítica, tanto en lo de fondo como en lo formal, siendo que si lo primero me convence puedo ser condescendiente con lo segundo. Mi primera conclusión, en base a lo leído, a la experiencia contada por sus  pacientes, y a lo observado y vivido directamente por mí, es que es un investigador acucioso y perenne estudioso.

Lo segundo es que me pareció poco seria y eficiente la forma de concretar una cita y ser atendid@.

Los teléfonos a los que se debe llamar, normalmente no contestan, cuando finalmente lo hacen, la información es absolutamente no concreta. Uno debe arriesgarse a ir, sin garantía de que Quintero este ese día en Boconó, debido a sus múltiples ocupaciones, vinculadas todas con casos de pacientes, que le obligan a desplazarse. Esto significa no solo el riesgo de no ser atendido personalmente por él, sino el gasto adicional que implica, traslado, hospedaje, y comida.

Empiezo…luego de lograr conectar telefónicamente, me dicen que debo ir, hacerme un examen de ADN, para lo cual debo llevar el envase –el mismo que se utiliza para las muestras de orina-, esperar al día siguiente que me entreguen los resultados, y si Sirio está me atiende. Si no está, su esposa hace entrega de los resultados, da unas indicaciones generales, y precisa que Sirio llamará en lo que retorne, o tenemos la opción de quedarnos en Boconó hasta que él llegue.

Mi primera reacción fue de enojo, y así lo manifesté. Me entregaron los resultados, pero no podía discutirlos con nadie. Lo único era quedarme o irme, y el irme significaba esperar a que el pudiera llamarme. Por fortuna, había viajado con dos amig@s más y decidimos irnos y esperar la llamada. El viernes ya estaba en San Cristóbal, nuevamente, revisando una y otra vez aquellos resultados que no entendía pero que me decían que tenía un cuadro viral bacteriano latente, con riesgo inmunodepresivo de un 99%, en donde la presencia de agentes patógenos era 600 veces mayor al rango superior admitido, señalando las principales áreas afectadas. ¿Cómo era eso posible? Yo, la sana, la fuerte, la invencible, la supermujer, cuyos exámenes de valores en sangre, metabolismo, corazón, pulmón de no fumadora, siempre salían excelentes. Desdeñe en principio, este método, y recordé mi primer encuentro con la homeopatía, y la medicina alternativa, también desdeñosa. Aplique a mi parte racional, y espere sin mucho convencimiento la llamada.

El domingo recibí llamada de un número de celular desconocido. Alo…buenos días, ¿la Sra. Julieta Cantos?. Sí, soy yo. ¿Cómo está ud.? Soy Sirio Quintero…Ay…qué bueno que llamó…lo cierto es que pasó como 15 minutos disculpándose, y explicando porque no había podido estar el día de la consulta, habló sobre su trabajo, y de aquellos casos que no pueden ser obviados y que lo obligan a salir corriendo a atenderlos, dejando en espera, a aquellos que ya han sido diagnosticados, y se les esta colocando el tratamiento, que incluye la aplicación de ondas eléctricas, y a aquellos que aún esperan, como yo, la definición de su tratamiento en base a los resultados. Esa actitud, me abrió de una, la mente y el corazón. No hubo soberbia, hubo humildad, para excusarse, y explicar esperando ser entendido. Buena esa.

Seguidamente, empezó a explicarme uno por uno, los doce puntos concluyentes de mi diagnóstico. Y ante mí pregunta crucial…¿por qué eso no me aparece en los exámenes? El responde algo tan sencillo como…esos exámenes tradicionales, no reflejan los huevos de las larvas de los parásitos presentes en el torrente sanguíneo. Toiiiing!

Me explica que en la hoja se señalan los exámenes de marcadores –opcionales- para quien quiera hacerlos, que demostrarán que esos agentes patógenos están en nuestro organismo. Lo cierto es que me dedicó más de 2 horas y media, contestando todas mis inquietudes…algunas muy arrogantes producto de la ignorancia. Mi parte emocional estaba 100% convencida, la racional, 90%, necesitaba hacerme esos exámenes opcionales. Los hice. Corroborado. Ahora estoy iniciando el tratamiento para limpiar mi organismo, lo que significará que en un corto plazo, debo irme a Boconó, para completar todo el tratamiento. Entre las cosas que intercambiamos, le comenté que yo practicaba la bioalimentación…a medias, y que tomaba limonada alcalinizante de lunes a viernes, y de lunes a lunes el cloruro de magnesio. Ratificó que el cloruro de magnesio es fundamental como fijador de nutrientes, y de la importancia de la limonada para alcalinizar nuestro organismo, ya que por la forma de vida, y de alimentación, de las personas en general, tiende a ser ácido. Agradecí mentalmente una vez más a Rafael García, y agradecí mi forma de ser abierta y mi actitud ante la vida, que es la que me ha permitido, y me permite enfrentar situaciones con simple lógica, sentido común, y exceso de alegría. Recordé de nuevo a Rafael, quien siempre me felicitó por mi salud en general pero también siempre me alertó de mi intestino lleno de hongos, por el exceso de consumo de dulces…mi debilidad incorregible…

Las situaciones extremas llevan a que uno se comprometa con determinadas formas de vida y alimentación…eso hice con Jorge en vida, debido a su enfermedad. A raíz de su muerte, relaje mi alimentación, y olvidé los ayunos, lo suficiente para darle cabida a esos agentes patógenos, muy por arriba de los niveles permitidos. Es el equilibrio, y el sentido común, que deben estar presentes siempre en todo lo que hacemos. Comeré helados…muy de cuando en cuando, y al día siguiente ayunaré…

Pero esto no termina aquí…falta tanto por contar del viaje y del reencuentro con San Cristóbal, y de los comentarios de los lectores, a quienes no les he dejado ni un centímetro de la columna…!!! Hasta la próxima semana…comentarios bienvenidos a [email protected]

 

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