Venezuela en la dinámica geopolítica del poder
20 de septiembre de 2024
Julieta Cantos
Lo que vi, lo que pienso. Contradicciones y reafirmaciones.
Aquellos que me conocen, y espero que también aquellos que me leen, saben que soy una persona que necesito corroborar la información, por lo que la leo, investigo y analizo, cuidadosamente. Empecé entonces por hacer un resumen sucinto y ratifique lo importante de empezar por recordar lo que Marshall McLuhan expresa, con su libro “El medio es el mensaje”, sobre como la forma de un medio se incrusta en cualquier mensaje que transmita o transporte creando una relación simbiótica en la que el medio influye en cómo se percibe el mensaje. De allí la importancia de quién maneja los medios y cómo se transmiten los mensajes, y la necesidad urgente de esa gobernanza corporativa de la que he venido hablando, en artículos anteriores, para controlar y transmitir a nivel mundial su verdad para el fortalecimiento de sus intereses particulares. Se termina creyendo lo que nos venden sin verificarlo. Por supuesto, me vino a la mente el caso de Assange por la difusión que hizo, de material clasificado, relacionado –principalmente- con las acciones de fuerzas estadounidenses en las guerras de Iraq y Afganistan. De nuevo la ley del embudo, que determina de antemano a los que se consideran aptos y capacitados para manejar la información y decidir por los demás…y andaba entre estos entretelones de la mente, cuando se me presenta la imagen de Elon Musk, dueño y director de la red social X, antigua Twitter, quien además es fundador de la fábrica de coches eléctricos Tesla, Space X en el área aeroespacial, Neuralink con chips cerebrales, y OpenAI de inteligencia artificial. Musk ha venido acercándose a América del Sur, particularmente a Argentina por su litio y en especial a Venezuela, por sus inmensas riquezas minerales. A Venezuela le tiene ganas el capital financiero internacional por sus reservas, no solo en petróleo, oro y diamantes sino por sus vastas reservas probadas de níquel y fosfato de hierro, materiales ambos en los que Musk se basa para la creación de sus coches eléctricos, tanto los de mayor autonomía como para los de menor autonomía. El verdadero plan tanto de la derecha extrema nacional como el de la internacional no es electoral es golpista con fines económicos.
Recordemos que entre el gobierno y los diferentes partidos políticos legalmente registrados en el CNE, se realizaron múltiples reuniones durante el 2021, 2022, 2023 y 2024. En Agosto 2021 en México se negoció, entre otros, el levantamiento de las sanciones impuestas por USA, y se firmaron acuerdos parciales sobre el Esequibo y la recuperación de los activos venezolanos en el exterior. Este encuentro se realizó bajo la mediación de Noruega. No se cumplieron esos acuerdos, y se suspenden las reuniones en Octubre 2021. Se reanudan nuevamente y se interrumpen en noviembre de 2022, cuando Maduro exige el desembolso de 3.000 millones de dólares de fondos congelados de Venezuela en el exterior administrados por Naciones Unidas. En octubre de 2023 se retoman los diálogos, en Barbados, con la participación de Estados Unidos, en donde se reúnen con Maduro como presidente pero sin reconocerlo formalmente. Expertos estimaron que de esta reunión podría salir un primer acuerdo, si se flexibilizaban las sanciones, se permitían las primarias opositoras y se elaboraba un cronograma electoral para el 2024, así como estudiar levantar inhabilitaciones políticas; siendo que María Corina Machado, la representante de la facción extrema de la oposición, estaba y sigue estando inhabilitada por 15 años, ya que Machado aceptó en el 2014 (el mismo año de las primeras guarimbas), siendo diputada de la Asamblea, ser “representante alterna” de Panamá ante la OEA, para hablar sobre Venezuela desde su visión, convocando una intervención, sin importarle la importancia de tener leyes que nos norman y exigen que sean acatadas por todos. Las organizaciones internacionales están integradas por los representantes de los gobiernos elegidos. Como diputada de la Asamblea, según nuestra Constitución, no podía tener otro cargo público, a menos que fuera autorizada por el presidente de la Asamblea, cosa que no solicitó, pero además estaba usurpando funciones en la OEA al representar a otro país (Panamá), para pedir sanciones e intervenciones militares contra Venezuela. Irrespetó la Constitución de Venezuela, Panamá también lo hizo, y la OEA, lo permitió. Es la conjunción de los intereses particulares, y no la institucionalidad democrática la que privó. Una de las premisas en esas organizaciones es el respeto al otro, y la no intervención…cosa que no se cumplió, y de allí surge, entre otras denuncias de corrupción, su inhabilitación.
El 28 de febrero del 2024, el Poder Legislativo y los representantes de los distintos sectores del país, firmaron el Acuerdo Nacional sobre las Garantías Electorales y el Calendario de los Comicios Presidenciales 2024, en el salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo. El acuerdo producto de la Gran Jornada de Diálogo Nacional convocada por el Parlamento, el 5 de Febrero, fue rubricado por 152 representantes de los diferentes sectores de la vida política, social y económica, en donde se lograron procesar más de 500 propuestas derivadas de nueve rondas de reuniones, unas 150 en total, que contaron con la participación del 97% de esos partidos. Estamparon su firma: AD, COPEI, PSUV, Fuerza Vecinal (FV-Pablo Zambrano), Soluciones para Venezuela (Claudio Fermín), PPT, Movimiento Primero Venezuela (MPV), Pro ciudadanos (PRO), El Cambio (EC-Bertucci), Somos Venezuela (MSV), Podemos, Redes (Juan Barreto), Alianza para el Cambio (APC), El Conde, Partido Arepa (Daniel Ceballos), Voluntad Popular (VP), entre muchos otros. También firmaron los representantes del sector empresarial, Fedecámaras, Conindustria, Apyme, y un largo etcétera, así como representantes de distintos movimientos sociales, científicos, estudiantiles, religiosos y culturales, junto a los rectores de las principales universidades e instituciones. Es decir se convocó a todos los sectores. Todos los firmantes aceptaron el hecho cierto que en Venezuela, según nuestras leyes y Constitución, el CNE es el órgano rector, y es a quien dirigen la propuesta.
A 100 días de las elecciones, ya programadas y aprobadas para el 28 de julio, la alianza opositora venezolana (Mesa de Unidad Democrática/MUD), no tenía candidato único, vislumbrándose las siguientes opciones: Gónzalez Urrutia, Enrique Márquez y Manuel Rosales, según las declaraciones de Ángel Medina, en abril 2024, y representante de Primero de Justicia (PJ), siendo que todos estaban ya inscritos ante el CNE.
Por otro lado, Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, dió la siguiente declaración: desde la victoria en los comicios parlamentarios de 2015, la oposición venezolana cometió “una sucesión de errores”. Primero, cambio su estrategia y apostó por la presión de la calle, al no conseguir llevar adelante un referendo revocatorio contra Maduro. “Luego vino en el año 2018, la convocatoria a abstención. En el 2019, vino el llamado Gobierno Interino, que resultó un fiasco, tanto para el país como para la comunidad internacional, que se apresuró a darle apoyo a una estructura, que en realidad, no tenía el poder ni el impacto interno que decía tener”. El desgaste de la dirigencia opositora se hace sentir. “Hay mucho resquemor interno, mucha fricción…”Es necesario que haya una dirección política eficiente, que transforme ese malestar social en energía política en caudal electoral”. Cree que la oportunidad está en la vía electoral. Y subraya…por lo menos el sistema electrónico de votación que automatiza los escrutinios, permite esperar un recuento correcto, ya que desde el punto técnico es difícilmente violentable. Ahora hay que tener la musculatura social para tener testigos en todas las mesas”.
La semana pasada en CNNEE la experta electoral Eglee Gonzalez afirmó que Maduro ganaría las elecciones de manera limpia, sin fraude y con suficientes votos, reconociendo que el Chavismo cuenta con una maquinaría superior y organizada, además de elogiar y reconocer el blindaje del sistema electoral venezolano.
Carla Angola entrevistó a Ismael Pérez Vigil, politólogo quien afirmó contundentemente que un fraude electrónico no es posible. Ellos personalmente han auditado las máquinas. Además, los testigos y el elector son los mejores auditores, afirmando que el 99% de las mesas estaban instaladas con sus testigos.
La actuación del sector de extrema derecha ha sido gritar fraude, desde antes, durante y después de las elecciones, sin mostrar una sola prueba de ello, con la intencionalidad de calentar ánimos y llamar a la violencia, tal como ha sido su actuación permanente al convocar sanciones, robo de activos, y violencia interna, produciendo desencanto entre su militancia, provocando que la oposición democrática se deslindara, declarando que los usaron y los abandonaron en las diferentes situaciones. Ante todo esto, y como contraparte, el PSUV se presenta como un bloque único e indivisible.
Se corrobora la participación de 10 candidatos para optar a la presidencia de Venezuela, de diferentes tendencias, y se imprime el tarjetón. De los 10 candidatos, 8 corresponden a un grupo de líderes disidentes de la oposición mayoritaria a través de partidos independientes, 1 es representante de la oposición extrema en la figura de Edmundo González, y el otro candidato es Maduro por el oficialismo. Todos los candidatos se presentaron y firmaron el compromiso de respeto a los resultados, menos Edmundo González.
Se inicia la convocatoria a marchas desde todas las tendencias, polarizándose la actuación en Edmundo y Maduro. La presencia de los simpatizantes de uno y otro fueron innegables. Los cierres de campaña fueron multitudinarios, no obstante, la mediática internacional, no divulgó los del oficialismo…o los desvirtúo.
La actuación de María Corina en las convocatorias y mítines ha sido la de líder, disminuyendo el papel del actor principal –Edmundo González-. La MUD logra aglutinar a un sector importante de la oposición que rechaza el plan de la patria iniciado por Chávez, y mantenido y proyectado por Maduro. No obstante, no presentaron ni discutieron su plan de gobierno a nivel público, a pesar de tenerlo escrito y refrendado con la firma de Machado, desde finales del 2023, siendo un documento redactado en inglés, es decir no fue hecho para los ciudadanos venezolanos, sino para quien la financia, en base a sus propios intereses comunes y particulares (la gobernanza corporativa). Este documento expone a grandes rasgos sus propósitos, fundamentándose principalmente en la privatización…de todo. Y como reflejo de su idealización de los Estados Unidos, reproducen un candidato senil, de pasado turbio y sin capacidad física para gobernar, con la esperanza de reemplazarlo en el corto plazo.
La presentación permanente de María Corina como “candidata”, a pesar de su inhabilitación, reafirmando su posición de no reconocer al órgano rector, ni respetar las leyes y constitución de Venezuela, promueve, más que el reforzamiento de la institucionalidad, la negación de esa institucionalidad. Hecho este reforzado al implantar de forma paralela un mecanismo de organización y control del voto a través de la plataforma Súmate, siendo que solo lograron subir a su plataforma 9.468 actas (31%) del total. Al acceder a su página web, mencionada por el propio candidato González, se demostraron las irregularidades de las mismas. Manipulando información sobre las fechas de entrega por parte del CNE. Eso es penado por ley.
Ese sector de la oposición no ha sabido organizarse de forma democrática para ganar la aceptación de la mayoría del pueblo venezolano, en torno a un proyecto social, económico, político, de su propia creación, vinculado con el desarrollo y transformación del país. El plan nunca fue electoral, ya que la convocatoria permanente era el desconocimiento del órgano rector y la convocatoria permanente de fraude si no ganaban, incitando la violencia. Una violencia realizada por mercenarios tarifados jóvenes, drogadictos, sin consciencia nacional ni propia que dañaron universidades, escuelas, liceos, CDI, centros de salud, ambulatorios, farmacias, centros de almacenamiento de alimentos, estaciones del metro, unidades de autobuses, etc., etc. Acciones que agreden directamente a los usuarios que viven y laboran en Venezuela. Eso no tiene nada que ver con lo que se llamaría un ejercicio democrático por parte de sus dirigentes.
Toda persona que analice las elecciones anteriores comprobaría que se repite la tendencia, en donde la abstención se mantiene en un porcentaje alto (40%) y un piso tradicional de entre 6 millones de votos para el oficialismo y algo menos, cerca de 5 millones, para la oposición. Si bien el piso del chavismo se ha deteriorado producto del desgaste de la calidad de vida en estos últimos años, existiendo cierto descontento de la militancia del PSUV, como consecuencia, en parte, de las sanciones e intervencionismos, este año la inflación bajo a índices nunca vistos en los últimos 10 años, colocándose la tasa de inflación mensual del 2024, en 1.4% en marzo. El FMI, proyecta para este año el mayor crecimiento de la región.
Lo que pienso y concluyo: quien controla los medios controla la forma de enviar el mensaje, y la gobernanza corporativa internacional no está interesada en la objetividad ni en el análisis; solo en servir sus intereses, por lo que se han dedicado fundamentalmente en “desinformar” de forma abierta, para sus beneficios.
La encriptación de los datos del sistema electoral venezolano, es inviolable reconocida por diferentes especialistas incluidos los del sector de la oposición. Lo único que pudieron hacer fue demorar la transmisión, resultando imposible cambiar el contenido de los mensajes. “El voto queda inalterablemente registrado y encriptado en las máquinas de votación”. Esta demora fue realizada para permitir el desarrollo de la violencia y de la incertidumbre. Siendo emitido, el segundo boletín del CNE hace tres días, manteniéndose la proyección del primero, con el 96,87% de las actas escrutadas, dando como ganador a Maduro con el 51,95% y González con 43.18%. Es importante señalar que las actas fueron entregadas al TSJ por todos los candidatos menos las del representante de la MUD (Edmundo). La ley del Consejo Nacional establece un tiempo de 30 días para publicar en la Gaceta Electoral, todos los resultados desglosados. También establece que si hay denuncia de fraude, debe ser probado, impugnar las elecciones y solicitar auditoría dentro de los plazos de ley.
La mayoría del pueblo venezolano –conformada por opositores independientes democráticos y chavistas/maduristas- demostró un alto nivel de madurez y civismo al no caer en provocaciones violentas, ni tampoco estimularlas.
El gobierno demostró un importante desarrollo de su inteligencia de seguridad, más allá de la netamente militar, consolidándose la relación cívico-militar.
Lo que reflejo son mis conclusiones basadas en el análisis de datos, información y observación directa de los hechos.
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