Opinión
Pasión por la Vida… ¿Tener o no tener escrúpulos?
lunes 8 septiembre, 2025
Julieta Cantos
Dice Campo Rodrigo que “Escrupuloso” es una de las palabras más fascinantes de nuestro vocabulario. Su definición primaria es: “una duda o vacilación que golpea a la conciencia de que algo está bien o mal”. Literalmente la piedra en el zapato, metafóricamente “aquellos que en el poder no sienten la molestia de la sensibilidad moral, y terminan por no sentir el guijarro de la ética en el zapato de la conciencia”.
Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, y es aceptada sin escrúpulos. De allí la importancia de manipular, tergiversar y divulgar lo que se quiere imponer como cierto en función de los intereses propios. El tipo de persona que asume esta forma de actuar normalmente es prepotente, arrogante, acomplejada, e infantil, y se siente intocable. Como Al Capone, representante de la mafia italiana en los Estados Unidos en la corrupta década de 1930 en Chicago, y llevada a series y cine con el nombre de “Los Intocables”.
Iniciemos nuestro análisis de hoy, por Norteamérica:
Si revisamos el comportamiento de los presidentes de EEUU, en los tiempos más recientes, nos encontramos con actores de cine (Reagan), adictos al alcohol (Bush hijo), demencia senil (Biden), megalómanos y corruptos (Trump). Trump, quien es el actual presidente, fue declarado en 2024, culpable de todos los 34 cargos criminales en su contra, convirtiéndose en el primer presidente en ejercicio de la historia en ser un convicto, ejerciendo sin escrúpulos al sentirse “intocable”. Y es que Trump no lideriza un país, él es el vivo ejemplo de la Gobernanza Corporativa. Él representa directamente a los capitales financieros internacionales, incluidos sus propios y particulares intereses. Esa Gobernanza tiene claro cuál es el objetivo principal: Acceder a los recursos de los países, con énfasis, en este momento, a aquellos que conforman lo que consideran su patio trasero, y que geopolíticamente les facilita su control a menor costo. Todas las variables: Recursos, ubicación geográfica, insubordinación, lo que se traduce en ingresos, fortalecimiento de su economía de guerra, y sometimiento como ejemplo a otros. Para ello hay que construir “una mentira aceptada”, o una verdad distorsionada impuesta, a través del manejo de la información presente en sus manuales de guerra… desde Kissinger. Conocido como informe Kissinger o Memorandum 200, resalta que “durante el siglo XXI, los EEUU carecerán de los recursos minerales necesarios para su industria, y que esos recursos yacen inexplotados en los países en vías de desarrollo, por lo que sí tienen un crecimiento poblacional importante, eso implicaría desarrollo industrial; desarrollo que deberían evitar para que no consuman los minerales necesarios para EEUU, agregando que se debe exterminar el genio joven de los países con alto índice de natalidad que pudieran oponerse a la explotación extranjera, insistiendo en los problemas para la salud que pudieran ocasionar los embarazos y los partos, no presentándolos como control de natalidad sino como derechos. Para que los países anfitriones de estas políticas no sospechen debían ocultar sus objetivos demográficos detrás de planes sanitarios, dándole forma legislativa por un Congreso de Médicos Parlamentarios para todos los países de Suramérica, y prácticamente en todos los países dominados del hemisferio sur. Si vinculamos con el Club de Roma y su informe de 1972, “Los límites del crecimiento”, los objetivos disfrazados son los mismos en tiempos similares. Desde entonces no han hecho sino aplicar todas estas políticas de control poblacional y supuestos desarrollos encubiertos, a través de organizaciones a nivel mundial, fomentando coloniaje, hambrunas, genocidios, cambio climático, invasiones y una larga lista que asombra por su abundancia… y falta de escrúpulos.
VENEZUELA
Lo cierto es que les llegó el tiempo, y tienen que reinventar las mentiras. Venezuela, posee cantidades importantes de minerales, petróleo, acuíferos, oro y otros. La mayor reserva de petróleo actualmente se encuentra en Venezuela, y es la que por su bajo consumo tiene más garantía de yacimientos a largo plazo. Para justificar la intervención hay que inventar…como la canción infantil: “Vamos a contar mentiras, tralala…”. A pesar de los informes de la ONU de data reciente y de la CIA, que niegan la vinculación entre el narcotráfico y las bandas criminales con el presidente Maduro, Trump y Marco Rubio venden y divulgan esa mentira para justificar sus objetivos. Venezuela no solamente ha demostrado, y de hecho ha sido ratificado por la ONU, que no posee plantaciones, ni laboratorios, ni distribución, sino que ha actuado siempre de forma activa en la incautación de droga. Lo cierto es que mientras su discurso busca criminalizar a Venezuela, los informes oficiales de la ONU, la confirman como libre de cultivos ilícitos y procesamiento de cocaína, desde hace 15 años. Venezuela ha neutralizado 402 aeronaves vinculadas al narcotráfico. Existe una estrategia nacional contra el crimen organizado transnacional, particularmente en zonas fronterizas estratégicas. Se han incautado 354.000 kilos de drogas ilícitas: 281.000 de cocaína, 83.442 de marihuana, y 793 de heroína. Estas son cifras verificables. Según el informe de la ONU apenas el 5 % de la droga producida en Colombia intenta transitar por Venezuela, y de esa cantidad las autoridades venezolanas interceptan el 70 %. En el país se han reducido los índices de homicidios, lesiones personales, hurto, robo y otros. La provocación de Trump no tiene asidero. Es Estados Unidos quien se desangra por una cultura a la violencia, fomentada en su población desde jóvenes. Los tiroteos a escuelas de forma recurrente con resultados letales se realizan allá. Parte importante de su población económicamente activa está fuera del mercado no solo por su adicción al fentanilo y otras drogas, sino por las condiciones generales de exclusión social. Su política migratoria es dirigida y aplicada por migrantes: Trump y Marco Rubio. Su economía de guerra lo lleva a exigir a todos sus aliados que incrementen su porcentaje de participación en la compra de armas y paquetes tecnológicos guerreristas estrangulando sus economías, no solo por estas medidas sino por los exorbitantes aranceles aplicados. Es la ley del embudo: todo para mí, miseria para ti.
Siempre he tenido ética y consciencia, en el antes, y en el ahora…soy “escrupulosa”, lo lamentable es que exista un pequeño sector opositor que entrega a su país sin el más mínimo sentido de compromiso con el país, con su nación, declarando y apoyando con declaraciones altisonantes las acciones de esa Gobernanza Corporativa a la cual ellos desesperadamente quieren pertenecer, olvidándose del significado de tener o no tener escrúpulos.
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