Dijo el filósofo Peter Altemberg que “ ser único no vale nada, no es más que una jugarreta que el destino hace a un individuo. Ser el “ primero” es todo!.El sabe que toda la humanidad lo sigue !. Sólo Dios lo ha precedido !.” Este preámbulo lo traigo a colación ,con discreción y con agradecimiento, después de recibir la mayor condecoración que otorga la Villa de los Chinatos y de Job  Amado: el Emblema de la Ciudad de San Cristóbal por decisión de su Ilustre Concejo Municipal, distinción recibida, en anteriores oportunidades, por destacadas personalidades  del Táchira, pero esta vez la diferencia estuvo en que por primera vez en más de 400 años de existencia de esta Villa, se le otorga a una personalidad de izquierda, a un educador comunista, como este modesto servidor, como lo anunció el ilustre Cronista y respetado amigo Luis Hernández  Contreras.Eso fue de mi mayor satisfacción, ser primero que único. Este es un honor que recibo en nombre de la gente sencilla, trabajadora, que lucha, reza, estudia, sueña y no se rinde ante la adversidad de la crisis inmisericorde. Este es un honor que asumo también como un compromiso de lucha por la dignificación de la carrera pedagógica, mi mayor obra académica, científica y humana. Los educadores han sido consecuentes y abnegados constructores de esta Villa, sin ellos San Cristóbal fuera una ciudad muerta, sin corazón, a expensas de la barbarie que impide que el ave de Minerva abra los ojos. Sin maestro no hay universidad, no hay ciudad, no hay Táchira, no hay Patria, no hay alma. Al maestro dedico esta primogenitura, como también a la gente de izquierda consecuente con sus ideales que no mueren nunca, con la esperanza que el reino de los cielos no se ha perdido todavía.

   El primero en 400 años me hace ser más humilde, más poeta por humano, más Universitario frente a las sombras, más comunista que nunca. Ser único no vale nada, ser primero es todo.

Gracias ciudad eterna y amada.

(Temístocles Salazar)