La hiperinflación afecta a los ciudadanos, los empobrece; a las instituciones, gobernaciones y alcaldías, les genera un impresionante déficit presupuestario. Este modelo autoritario comunista, es centralista y centralizador de toda la actividad gubernamental, e interventor de la actividad particular y privada. Maduro maneja solo el 86% del presupuesto nacional.
El chavismo desmontó la descentralización, la oposición no articuló su defensa; por tanto, el trabajo final de liquidar las instancias territoriales de gobierno como son las gobernaciones y alcaldías, hasta dejarlas prácticamente sin competencia, haciéndolas depender de oficinas en ministerios nacionales, lo hizo la hiperinflación.
Cuando hablamos de la basura, para usar el término popular; escuchamos los alegatos de los gobernantes regionales y municipales, con el repetitivo argumento, estableciendo responsabilidad en el poder central por no entregar los recursos para la contratación de camiones, que lleven la basura a vertedero.
Esta verdad presentada por el gobierno regional y el municipal, nos deja claro varias cosas, desde donde es imprescindible asumir la solución del problema de la basura, o de los desechos y residuos sólidos.
Para cualquier instancia de gobierno, nacional, regional y municipal, el problema es el mismo, recursos; que ninguno de los tres tienen. Total que si el gobierno nacional asume el vertedero fracasará como ya lo han hecho en todos los sectores de la vida económica del país.
El problema es que han hecho de la contratación de camiones y recursos la solución como si no exigieran más soluciones. A problemas complejos soluciones integrales, para lograr convertir la basura en recursos. Otros países lo han logrado; solo por mencionar dos: Suecia recicla el 99% de la basura, importa basura de otros países y produce energía. Noruega superó su capacidad de reciclar basura, y ahora importa basura; estamos hablando entonces de países sin basura ni vertederos.
¿De quién es la competencia? De los tres niveles de gobierno, cada uno tiene responsabilidad, es una competencia concurrente.
Pero el problema no se puede abordar desde el ángulo político sin considerar la opinión de los expertos, técnicos e ingenieros; ONG vinculadas al tema de reciclaje, así como el de recicladoras, y muy importante, el estímulo a emprendedores de dedicarse a esta actividad incipiente.
Se trata en consecuencia de abordar el tema desde otra perspectiva; los estudios de ECORETsc, enseñan que el 44% de los residuos son aprovechables, el 39% es materia orgánica, compostable y solo un 17% es desechable.
Este tema de la basura, es hoy un problema de sanitario importante, en toda Venezuela, de donde el Táchira no es la excepción.
Es indispensable elaborar una única política pública con el concurso de los expertos, que ya manejan el tema con profesionalismo; constituir el consejo estadal de residuos sólidos, elaborando el plan y proyecto, que incluirá la extensión, formación ciudadana, rutas.
Mi consejo es que incorporen a las ONG, a la UNET, expertos, Ministerio del ramo, gobernación y alcaldías. Pero dejando la coordinación a los que pueden gerencialmente conducirlo.
Una iniciativa impulsada desde la gobernación y la alcaldía de San Cristóbal, que incorpore al resto de la institucionalidad del estado, pero dejando a expertos manejar y conducir el plan bajaría el problema político que enfrenta a los tres niveles de gobierno.
En el Táchira existen expertos en el tema, existen recicladoras, los técnicos tienen la experiencia internacional en el manejo de desechos para convertirlo en negocio, vale decir tenemos todo para que la basura deje de ser el problema de salud pública que hoy es.
Es tiempo de resolver problemas con la visión de modernidad. La sociedad tachirense es culta y civilizadora;
será la primera en incorporarse masivamente en la tarea de hacer de San Cristóbal y el Táchira, unas ciudades limpias, donde la cultura ambiental se imponga como estandarte de vida.
No hay tiempo de perder el tiempo.
Carlos Casanova Leal