Carlos Casanova
Generar ideas y presionar los cambios son tareas que acompañan el pensamiento político del que realmente lo sea; aprender de la realidad para incidir en ella, transformándola. El cometido del demócrata es obrar para dar cumplimiento a la democracia, su medio esencial es la palabra, su eficacia en las soluciones, su compromiso, ser reconocido por sus hechos y credibilidad.
No comparto las generalizaciones, por ello reivindico la política desde su ejercicio honesto, en representación de la inmensa mayoría de venezolanos que también lo son, por lo tanto no podemos vernos acorralados por los hechos de corrupción evidenciados en políticos que nunca debieron llegar a ostentar esas posiciones.
Era previsible lo sucedido, en razón a que se han violado las condiciones de existencia de las instituciones democráticas. La revolución comunista llegó al poder por la vía democrática para eliminar la democracia y sus instituciones, los partidos políticos son una de esas instituciones y no su excepción de peligro.
La corrupción debió estrellarse con un sólido bloque político incorruptible; sucedió lo contrario. La razón es fundamental, los partidos abandonaron la democratización interna y se construyeron alrededor de direcciones políticas mesiánicas, a quien se le rinde culto. El liderazgo de base fue sustituido por las designaciones producto del consenso en el reparto de los cargos, y los favorecidos le deben lealtad a quien los pone y no por quien lo elije.
Así llegaron los financistas a ser diputados, las esposas y funcionarios. Los políticos de carrera y formación sustituidos. ¿Dónde están los que fueron alcaldes, concejales o diputados? Buena parte en el exterior; otros en sus habituales trabajos; pero resulta que la política es diaria y no intermitente para cada proceso electoral.
La credibilidad de un político se sostiene solo si sus palabras se parecen a sus actos, de lo contrario, sus palabras son para distraer de sus actos.
Los partidos monopolizaron la participación política y electoral y la secuestraron. ¿Quiénes son responsables por estos diputados? Los que los metieron en las planchas, el G4, lamento mucho que en particular la mayoría de la representación del Táchira está cuestionada, como sociedad guerrera que hemos sido, no nos lo merecemos.
Ya el obispo del Táchira lo había denunciado, el usufructo de dinero por parte de políticos y diputados de la ayuda económica de Cúcuta. El embajador Calderón Berti habló claro, y más claro aún el periodismo de investigación, que demostró cómo desde la comisión de Contraloría se cerraron casos de entornos corruptos del chavimadurismo vinculados al enriquecimiento más oprobioso, como es el del Clap, ya que es producto del hambre de los venezolanos.
La honestidad en Venezuela hoy no puede suponerse, hay que demostrarla, invito en consecuencia a los políticos en funciones de gobierno y parlamentarios en Venezuela y el exterior, a presentar sus declaraciones de bienes y la declaración de medios de vida para los que viven en el exterior.
El discurso ambiguo es una causa de esta nueva desesperanza. Los diputados corruptos que están cohabitando con la revolución deben renunciar a sus cargos y de sus partidos deben ser expulsados.
Se firmó en la casa amarilla un acuerdo con el régimen que se viene cumpliendo, los exdiputados chavistas regresaron a la AN, se conformó la comisión que designará el nuevo CNE; se está produciendo un mutuo reconocimiento que se nos dijo no sucedería. Por esa vía, el usurpador será al final Guaidó.
Guaidó habló de suspender a los diputados, cosa que no sucedió, no hable si no hará realidad sus palabras.
Solo aquel que con hechos honra la palabra podrá decir que recuperó la credibilidad en su palabra y su actuar.
Dios los bendiga, estamos en Adviento.
(Carlos Casanova Leal)