Opinión / Alejo García
El Esequibo es una zona de 159.000 kilómetros cuadrados rica en recursos naturales ubicada en La Guyana. Dicha superficie contiene productos minerales y forestales. Es administrada por Guyana, pero desde hace años Venezuela la reclama como suya y la considera una área por delimitar. Desde tiempo atrás El Esequibo fue controlado por el Imperio Español, el Holandés y después por el Británico. En 1897 Gran Bretaña se comprometió con Venezuela en su reclamo de esa jurisdicción en resolver la disputa a través de Tribunales Internacionales. En 1899, El Esquibo fue adjudicado a Inglaterra por medio de un laudo arbitral en una Corte de Paris. En 1962, Venezuela reclamó y presentó ante las Naciones Unidas una demanda por considerar que el mismo había sido resuelto de forma fraudulenta, al considerar que existió complicidad entre los representantes ingleses y el Juez ruso que sancionó el fallo.
Con el tiempo la nación que había hecho el despojo de ese territorio obtuvo la independencia en 1961 como Colonia de la Gran Bretaña. A partir de entonces mediante la denuncia se llegó a firmar el Acuerdo de Ginebra, Suiza el 17 de febrero de ese año. El mismo consistía en resolver esa discusión limítrofe entre el Reino Unido de gran Bretaña, Irlanda del Norte y Venezuela, en cuanto una zona fronteriza, entre el país vecino y La Guyana Británica. El convenio contenía una extensión territorial controlada por Guyana pero su soberanía es reclamada por Venezuela. El tratado fue transitorio y estableció un período de 4 años para obtener una solución.
Entre 1982 y 1999 las partes involucradas en el conflicto ansiaron y trataron de solucionar el litigio por medio de los buenos oficios de la Organización de Las Naciones Unidas, según una ordenación pacífica de controversias. Sin embargo este anhelo amistoso nunca ha logrado resultados definitivos y satisfactorios. En el período del gobierno de Hugo Chávez Frías (1999-2013) el diferendo territorial se archivó como consecuencia de la coincidencia ideológica de los dos gobiernos y enseguida por la apatía del gobierno actual para no defender el territorio que nos pertenece por cuestiones geográficas e históricas. Luego el conflicto se ha avivado aun más desde 2015 al anunciar la Empresa Petrolera Norteamericana Exxon Mobil, el hallazgo de un importante y valioso yacimiento de petróleo en el océano Atlántico, lugar donde entra en vigor el reclamo del histórico diferendo territorial. Una vez explorado el mineral contó con el aval de la administración de Georgetown, Guyana lo cual produjo una protesta del gobierno venezolano. En vista de este inconveniente diplomático, las partes involucradas en él, volvieron a emplear los buenos oficios de la ONU, pero nuevamente no se logró una solución favorable a Venezuela. Como resultado de esta resolución indecisa la empresa petrolera continúa con sus prospecciones, las cuales Venezuela las rechaza y las considera ilegales. Entre tanto, la compañía gringa ha hallado más yacimientos del crudo en sitios aledaños. Al observar Guyana la importancia del petróleo existente en su suelo, introdujo ante la Corte de La Haya una petición con la finalidad de hallar una solución al conflicto territorial. Por su parte Venezuela respondió con un comunicado que no acepta ni reconoce la vía judicial para resolver la querella, ya que esta posible solución contradice al Acuerdo de Ginebra. Por tal motivo expresó: “Recurrir al acuerdo judicial para dirimir la controversia, resulta inaceptable, estéril e inaplicable, dado que la Republica Bolivariana de Venezuela no reconoce como obligatoria la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia”.
A partir de 2015 el Imperio Inglés ha incentivado a Guyana para desviar la controversia hacia una demanda unilateral ante la Corte Internacional de Justicia para así esquivar la obligación de negociar un arreglo amistoso. Esta vía origina un retraso en las negociaciones debidas y asimismo una solución definitiva a través del consenso mutuamente satisfactorio que obliga el Acuerdo de Ginebra.
En este orden Venezuela ha propuesto en varias oportunidades a Guyana reiniciar los contactos diplomáticos para alcanzar una solución práctica y satisfactoria de la discusión planteada. Pero el gobierno Guyanés sostiene y califica el reclamo como absurdo, al sostener que en la zona en reclamación nunca se ha hablado el idioma español y afirma que ese territorio no formó parte de la Capitanía General de Venezuela en el período de la colonia. En respuesta a dicha afirmación Venezuela, sostiene y defiende el criterio que durante ese lapso el límite de su territorio estaba establecido por el Río Esequibo. De ahí, parte que los sucesivos gobiernos venezolanos consideran y defienden que el Esequibo es tierra nuestra por derecho y tradición histórica. Por tal afirmación aspiramos y exhortamos al gobierno nacional hacer valer sus derechos soberanos en ese territorio Guyanés y reivindicar por todos los medios legales para defender con ahínco y decisión esa recuperación de esa zona dentro de los límites de la paz y la legalidad. Al transcurrir los años de ese litigio a los venezolanos casi se nos olvida esa reclamación justa. Por ahora no se vislumbra una solución definitiva y satisfactoria para nuestra patria. Aspiramos y reclamamos reconquistar esa superficie que nos pertenece históricamente antes que las cosas se compliquen por intereses económicos, políticos y sociales. Rememoremos el Acuerdo de Ginebra para beneplácito del país.