Dos motorizados colisionan en la Panamericana
24 de noviembre de 2024
Carlos Casanova Leal
Si algún propósito debe animar a los venezolanos en estos tiempos, y es tarea de todos los demócratas del país y de la comunidad internacional, es el hecho de obligar al régimen a que abandone sus prácticas totalitarias de gobierno, entendiendo que en lo inmediato no está de salida, salvo circunstancias sobrevenidas que no se prevén por ahora.
Toda la sociedad, como consecuencia del monopolio de las decisiones de carácter político y electoral que manejan los partidos, se encuentran sin participación en la opinión y resolución de quienes deben participar en comicios electorales, ya que forman parte de decisiones personales de quienes tienen la titularidad como franquicia de estos partidos y grupos electorales.
Vistas las cosas así, el voto perdió su función para aprobar o rechazar el ejercicio de la instancia que se elige, perdió su poder para obligar a los gobernantes a rectificar políticas, esto es, el voto no tiene incidencia en la conducta y rumbo del gobierno, ni de la oposición.
Solo imagínese, hipotéticamente, que el régimen decidiera entregar mañana el poder, ¿a quién se lo deja? ¿Tienen acaso liderazgo para unir al país, si no son capaces de sumarse entre ellos mismos? ¿Se puede imaginar la lucha por los cargos en una transición? Sería peor que la que tienen hoy.
Los ciudadanos estamos claros de que existe una falta de capacidad en la dirigencia y que los llamados liderazgos están por la simple razón del cargo administrativo que están asumiendo, por ese monopolio clientelar es que se asfixia la oposición y se desgasta en los dirigentes, que cada vez dirigen menos.
Las disidencias, incluso dentro del chavismo, quedaron atrapadas en este juego del monopolio de la participación que impide terceras alternativas.
Estas cosas, así presentadas, tienen un fin, y es el caso que la revolución va rumbo al Estado comunal, que es el Estado socialista. No han detenido la aprobación de la Ley de Ciudades Comunales o Socialistas, y en ellas, y lo hemos advertido desde hace meses y años, están configuradas las transferencias que se harán de las poquísimas competencias de las gobernaciones y las alcaldías a estas instancias, que no se eligen por el voto directo y secreto, sino que son de designación, en el Estado socialista o comunal sus instancias son de designaciones de segundo y tercer grado.
Con esto señalo, no podrá existir un plan de salvación nacional, si antes no se detiene la implantación del modelo político socialista con este Estado comunal, y este punto no está en la agenda de México.
Para cuando se corresponda, se debe lograr la renovación total del liderazgo político desde el nivel de parroquias, municipios, estados y el nivel nacional; para ello requeriremos una sola disposición, la convocatoria de elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, para la selección de los candidatos, de todas las tendencias, estén o no en el ejercicio del gobierno.
Esta es la fórmula que evitó la compra de políticos de oposición en Argentina por parte de los Fernández, y permitió renovar liderazgos, que no es exactamente que sean jóvenes.
Con esta primaria simultánea para todos los partidos y grupos electores, nadie se apropia de ningún partido, y se abandona el chantaje de votar por alguien, ya que no existe otro, así como las peleas de egos expresadas a través de partidos, y el voto recobraría su función social y política.
La segunda reforma político-electoral que cambiaría el rostro agotado de lo que vemos hoy en la vida política, es concretar elecciones de buena parte de los cuerpos legislativos, en todos los niveles territoriales, a mitad de período, con elecciones presidenciales, de gobernadores y alcaldes, con segunda vuelta, y así se acaban los apoyos de unos por otros en planes de negociación, se acaban las candidaturas para negociar.
En algún momento, que no es hoy, esto tenemos que hacerlo.
Dios nos bendice.
Fue arrollada en la avenida Venezuela y requieren a sus familiares
24 de noviembre de 2024
