Opinión

Repelencias 176

28 de octubre de 2017

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Viene la bobada del Haloguin. Esta imitación chinchurria de eventos tan alejados a nuestras formas culturales intentó meterse en nuestras capas sociales. Menos mal que se ha entrado en conocimiento sobre este fenómeno que llegó a EEUU desde Irlanda y desde el norte de América amenazó con invadir nuestros hogares, escuelas y sociedad total a través de nuestra vecina Colombia. Tenemos tantas costumbres hermosas y eventos maravillosos para celebrar nuestra identidad cultural que no ha hecho falta esta horrible práctica de homenajear muertos ajenos.
Ahí está la Serie Mundial para sacar tanta angustia económica a la que estamos sometidos desde hace tanto tiempo ya. Tenemos que hacer hallacas, pesebrito y el chamizo adornado en el rincón donde se vea más bonito. No olvidemos la leche e´burra para entonar los villancicos en la paradura respectiva. No nos dejemos quitar nuestras navidades. Sería colmo flaquear en estos momentos tan difíciles, paisanos.
-“…Cuando vuelvas tráeme aromas de su huerto para perfumar mi corazón que por su amor ya casi está muerto…”, le rogaba José Dolores Quiñones al soplo del vendaval sin rumbo que tal vez pasaría por la casita donde vivía su adorada.
Dentro de poco nos dirán “los astronautas” por la forma de la comida en cápsulas que llevamos del mercado. Un costal de billetes para cambiar por un paquetico de alimento.
Comentan que en el barrio San Diego de Rubio, cuando escampa de algún aguacero nocturno, se escuchan las carcajadas de tres flacas mujeres que van deslizándose por las aceras de esas calles oscuras. A esa hora ni los borrachos se atreven a cruzar por allí. Dicen que muestran las enormes encías desde donde brotan colmillos entorchados de plata. ¡Uyyy, Cascarita! Hay que enfrentarlas con un cuchillo bendito para sorprenderlas en su penar.
Ocurrió en la carnicería “Tripa con hueso”. Dos maduristas comentaban en voz baja sobre la juramentación de los gobernadores adecos frente a la ANC. –Se arrodillaron ante nuestro poder. –¿Cuánto el kilo de pulpa negra? –A 60 mil bolívares fuertes, caballero. ¿Y el kilo de mollejas? Buej…
Deyna Castellanos lució sus mejores galas al presentar su belleza en el evento que premia a los mejores en el futbol mundial. Vimos las jugadas y quedamos muy contentos al observar este año a otra venezolana compitiendo en la crema futbolística del planeta.
Guy Bernaez y Gotardo Ardila no pidieron la bola. Son cosas de la pelota jugada con pasión. Gracias a Dios que Carlitos Peña estaba presente allí. Los saludamos desde este rinconcito repelente y rogamos por su pronta recuperación. Se juega sabroso y se celebra igual en la liga del Demócrata. Pidan esa bola, caballero. (Carlos Orozco)

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