El viejo Cosme era el de la idea de aumentar el precio de los combustibles en nuestro país. –No se puede regalar lo que tanto cuesta en el mundo entero, decía. -Ahora qué me dices, compadre? -Ya te hicieron caso y a pagar sabroso por la gasolina, se burla Melquiades frente a las broncas de su panita del alma cuando llega a surtir el carrito, después de 7 horas de cola. – Yo quería que cambiaran a los administradores de esa platica extra también, compe. –Al pueblo nunca le toca, sentencia el cucho.
Aristóbulo cambia de asiento ministerial otra vez. Bailando con la escoba, se llama el jueguito para intercambiar sillas entre los mismos amigos durante la fiesta. Nadie dice nada…Todos esperan su pellejito en silencio. -Muevan la busaca, camaradas.
Luis Hernández Contreras es oficialmente el Cronista de San Cristóbal. Es bueno para la colectividad contar con alguien que diga todo lo que tiene que ver con el pasado de un terruño, su desarrollo actual y las proyecciones de un futuro verdadero a los habitantes de tal comarca. Un día de estos nos reuniremos para conocer lo profundo de la historia “aquella” que nadie cuenta. Charlon del pueblo, le decían en Pregonero.
En el Latino hay pelota caliente, señores. Los equipos donde juega el rey del piconazo quedaron eliminados y la fanaticada sufre esa ausencia. Bueno, a disfrutar de esas finales tan excitantes a la hora de una línea contra la pizarra, de esas que batea Edward Calderón y sus Socios.
Cuentan que fue el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional los que sacaron a los peruanos de su tragedia inflacionaria. -Será muy difícil ese proceso, carreto? –Dicen que esas instituciones ofrecen recursos financieros a los países en quiebra, siempre y cuando se les garantice un proyecto de acciones basado en obras y en inversiones supervisadas por ellos. -Y la soberanía de esos países para hacer lo que quieran con esos recursos? –No, cariño. Creo que si dan la plata sin garantías de recuperación supervisada por científicos sociales internacionales, algún pajarraco puede largarse con la cabuya en la pata y dejar a todo un país endeudado y sin recuperación alguna. –Ah, por eso es que hay gente que los maldice. –Estás en lo cierto, Chaparrón.
Pulqueria le ofrece una arepita a mi tío con un pedacito de mortadela. Yo siempre les rechazo la invitación, porque me da pena verlos tan llevaos y les digo que ya comí. -Sírvela con copia, mi amor. –Cómo es eso, Melquiades. – No ves que esa arepa parece una oblea y el relleno es igual a una lengua de perro? -Por eso me estoy enflacando y ya me llaman doce en punto. Si, por las agujas derechitas.
Creo que la actividad gremial debe alborotarse por estos días de ajustes de sueldos y salarios. Muchos trabajadores, amparados en sendas contrataciones colectivas, están angustiados al no conocer con certeza todo lo que tiene que ver con sus remuneraciones. Mosca, pues. (Carlos Orozco Carrero)