Carlos Orozco Carrero
En todos los rincones de nuestros pueblos se hallan riquezas dignas de presumir. Existen dulces sonidos que escuchar y bellos colores para observar. Cuando los encontramos los compartimos para que reconozcamos que son fértiles esos sonidos e imágenes. Para resaltar estas condiciones tan particulares de nuestra tierra uribantina, se creó el grupo Eko Viejos, un equipo conformado por Wilbert, Yulio, José Ramón, Humberto, Gerardo, Tito, Valmore, José Lacruz, Gonzalo y otros amigos que van agregándose con la finalidad de contar de qué está hecho este mundo encerrado entre el cerro El Bolón y la capilla de La Cañabrava. Es realmente un orgullo pertenecer a esta tierra bendita, cariños.
Jhonny Pacheco ha partido con su flauta mágica a otras dimensiones. El maestro, compositor y arreglista de la música caribeña por excelencia recibió muchos homenajes para reconocerle su extraordinaria labor como ícono de este movimiento llamado Salsa. Su Fania All Stars recorrió el planeta entero llevando sabor bailable a todos los enamorados de este ritmo. Dominicano de nacimiento y universal en el cariño de todos.
Ahora la organización del béisbol de Grandes Ligas activó un dispositivo electrónico llamado Kinexon para que todos los involucrados en el juego lo porten mientras estén en actividades propias de la pelota. Juegos, entrenamientos, giras. Es una muñequera para llevar un control electrónico mientras se vacunan conta el virus chino. Es lo que llamábamos “el futuro” cuando estábamos zagaletones.
Los salarios de los maestros venezolanos siguen su caída estrepitosa hasta el fondo oscuro de la desesperación. Dicen en el exterior que la cara de estupor que pone el que se entera de esta infernal situación es parecida a encontrarse de frente con un extraterrestre en plena calle Real de Pregonero. Poco a poco llegamos a niveles de pobreza extrema y el tiempo va pasando, colegas.
El Nuevo Mariachi de Tecalitlán nos sorprende por lo novedoso de sus interpretaciones de la música mexicana. Son arreglos ejecutados por muchachos pertenecientes a orquestas sinfónicas de la tierra azteca. Esos violines armónicos marcan el dúo de trompetas para sacarnos emociones a flor de piel de inmediato. Los más viejitos recordamos que esta música nos amarró a través del cine y que hasta nuestra cultura se marcó con muchas características del accionar de esos actores tan machetes. Con decirles que en la escuela, cuando la maestra nos preguntaba sobre nuestro sueño a futuro, todos respondíamos de acuerdo a lo que “queríamos ser” ya grandecitos. Sonia quería ser maestra; Lulú soñaba con practicar la medicina; Concho pensaba en hacerse ganadero, y Orestes siempre le pidió a Dios que le permitiera ser mexicano. Es la vida, cariños.