Opinión
Repelencias 587
sábado 25 octubre, 2025
Carlos Orozco Carrero
Mi compadre Teófilo Ramírez Méndez, excelente músico, telegrafista y técnico reparador de equipos electrónicos de punta –planchas, licuadoras y máquinas de coser- también fue conchabo del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC) por sus siglas en español. El perito a cargo de la oficina en Pregonero necesitaba la mula que le servía en los recorridos por tantas aldeas en la comarca. –Teófilo, vaya al terreno de la avenida y trae la bestia temprano. El flaco clarinetista de la banda Bolívar llegó al falso del potrero y sacó la mula a la avenida. Ella se quedó tranquila, oliendo unas matas de yerbe´toro, mientras mi amigo del alma intentaba asegurar el falso con un alambre finito. La mula se hizo la toche y se fue escurriendo cerca de la acera hasta dejar distancia entre ella y el flaco que le mostraba una cabuya de una sola punta. Mi compe´ se le arrimó disimuladamente para ponerle el lazo en el pescuezo y ella lo miraba de reojo. Tres zancadas rápidas para sorprenderla no le alcanzaron al movimiento de las cuatro patas calle abajo. Ya la desesperación del muchacho marcaba el apuro para llevar la mula a destino. Una estrategia ofrecía posibilidades, a la vez que la perseguía por la acera del frente y a distancia prudencial. Nada. La ventaja creció y mi compadre soltó los alpargates para correr sin molestia. Nada. Llegaron al final de la avenida, vía potreritos, y ya la bestia enfilaba para rio Negro por la travesía alta. La salvación vislumbró en el rostro del joven conchabo. En contravía subía un hombre del campo, con un costal lleno de cambures y naranjas. Este señor adivinó lo que pasaba entre la mula y el joven. Levantó los brazos en cruz y le gritó con fuerza: – ¡¡EEEHH!! Teófilo recogió algo del piso y le puso la cabuya a la maldita mula que lo había hecho correr con desesperación. –Compadre, ¿Qué agarró usted del terreno en la carretera? –Una piedra grande. -Si ese viejo maldito no detiene la mula, le reviento la cabeza de un pedraón. En cada esquina una historia.
Jugadas extremas y extrañas en el béisbol de Grandes Ligas, cariños. Se han visto cosas tan raras que ni cuando Los Titanes de La Grita se enfrentaban al Deportivo Uribante en el estadio José Ramón Sánchez en el pueblito más bello. Eso que un corredor que va de primera a segunda base, dando una voltereta para evitar la doble matanza, exponiendo la porra para recibir un pelotazo del campocorto, nunca había ocurrido en los diamantes gringos. Vemos una Serie Mundial con Los Dodgers y Los Azulejos como cuando el equipo de Miguel Rojas enfrentó a Los Orioles de Baltimore en el año 1966. Sabrosa la pelota caliente. Bueno, Pirulín. No olvidemos que tenemos al mejor equipo de esta zona del planeta: Tiburones…¡¡Pa´Encima!!
Poco a poco se van extinguiendo algunos platos de la cocina tachirense. Nunca más nos invitaron a degustar un suculento nonato por estos pueblos de Dios. Los estudiosos culinarios no lo han probado ni mucho menos saben cómo se prepara esta delicia tan especial. Un día de estos les cuento sobre el proceso en la elaboración de estos manjares pueblerinos.
Ustedes dirán que uno es muy apatusquero con estas cosas, pero se los he venido diciendo desde hace años ya. La aparición de esa misteriosa mujer en el aeropuerto Kennedy de Nueva York tiene a todos con las orejas descoloridas de asombro. Y tenemos que escoger entre las mentiras de un mamador de gallo a través de las redes sociales y lo cierto de la ciencia mostrando en imágenes reales la presencia de un ente extraño que puede materializarse y esfumarse a placer. Los amigos del Bodegón del Buen Estar en La Ermita estamos preparados para enfrentar cualquier circunstancia que nos toque a la hora de las definiciones entre pares categoriales destinados.









