Opinión
Repelencias 696
sábado 27 diciembre, 2025
Carlos Orozco Carrero
Todas las cenas navideñas cumplen con su intención de reencuentro familiar y reconciliación fraternal entre amigos confundidos en la mesa que espera la unión de nuestras familias en tiempos de esperanza. La suculenta hallaca se hace presente desde su elaboración hasta el momento de despejar las hojas de plátano para ofrecernos la vista más llamativa de nuestro alimento de fin de año. Bonito el tiempo de paz y amor decembrino.
El béisbol no descansa en Venezuela, señores. Conversaremos con Luis Sacristán, el chamo de Los Titanes de La Grita, sobre los espectaculares encuentros contra el Deportivo Uribante en tiempos sesentones del siglo pasado. Pelota caliente acompañada de sancochos aliñados por Isturiz y Agustín “Maneto” Sánchez, extraordinario primera base que jugaba con un brazo apenas y nunca se ponchaba. Hilarión, Humberto “Pirulo” y otros fanáticos recuerdan también esos episodios de nuestro deporte nacional entre Pregonero y La Grita.
Apostar los aguinaldos es costumbre decembrina que todavía respira en algunos rincones de esta tierra bonita. Tiente de espalda, pajita en boca, estatua, el emplumado y el atrevido beso robado representaban estos juegos inocentes y prometedores de amistades eternas entre los que aun los practicamos. –¿Quieres apostar unos aguinaldos?
Se muestra en su todo su esplendor el frontis del cine Gandica en la ciudad del Santo Cristo Bendito. Sugerimos proteger la acera de su edificación con algunos adornos pertinentes para que algunos vendedores no pululen cerca de esta obra formidable y se forme el revoltillo desagradable que afea el lugar.
La fiesta de los compadres tiene todavía atisbos de amistad entre los habitantes del pueblo más bello. El 28 de diciembre –cumpleaños de Inocentes Hernández y compadre Miguel Duarte- se hace una lista de los que participan en el evento bailable más esperado del año. Damas y caballeros llevan un número en cada lista para hacer las parejas respectivas de compadres por esa noche maravillosa. La comadre adquiere la entrada a la fiesta y se garantiza lugar en mesa especial con licor y pasapalos. El compadre busca a la comadre en su hogar y la lleva a la concurrida fiesta. También le entrega un regalo merecido y el grupo musical empieza su actuación con un señorial pasodoble recién doblado. Durante el primer set musical bailan los compadres hasta que sus reales parejas se encuentran son sus novias, esposas y cariños prometedores. Muchos caían por inocentes y se quedaban sin pareja esa noche festiva. Costumbre que no hay que dejar perecer ahora que tanto hace falta un roce corporal de trompicón entre compadritos. En cada esquina una historia.









