Dos motorizados colisionan en la Panamericana
24 de noviembre de 2024
Carlos Casanova
Este y otros temas que iré poniendo en la mesa de su análisis constituyen las mayores preocupaciones de la sociedad mundial cuando se va revelando la existencia de un movimiento que va logrando la eliminación de derechos cambiando la realidad y calidad de vida de las sociedades. Así vemos hoy cómo se desprotege a los niños, cómo se trata de normalizar la pedofilia.
En la llamada agenda progre, la busca destruir y acabar los valores donde se fundó la sociedad occidental, ésta a la que pertenecemos, y que tenemos que enfrentar desde donde nos encontremos; de esta agenda les seguiré hablando en otras entregas.
La película que los invito a ver, “Sonidos de libertad” expone a los poderosos que la propician; monseñor Mario Moronta escribió unas reflexiones sobre el tema invitándonos a todos los ciudadanos a fijar posición, enseñar y explicar qué está sucediendo en razón de que esta tragedia está escondida, de la cual los grandes medios monopólicos del mundo tapan, es por esa invitación que doy un paso para exponerles lo delicado de la agenda progre y en particular de este tema.
Según los cálculos realizados por la Organización Internacional para las Migraciones, “las ganancias generadas de la trata de personas, en particular de mujeres y niños, alcanzan los 10 mil millones de dólares estadounidenses anuales. Estas víctimas, reducidas al silencio y tratadas como esclavos, se convierten en los objetos de un negocio ilícito e inmoral”.
Las niñas son explotadas principalmente con fines sexuales, mientras que los niños lo son para estos mismos fines y para trabajos forzados. América Latina es una de las regiones con mayor cantidad de niñas y mujeres víctimas de la trata, que a veces también incluye mendicidad, matrimonios forzados, actividades delictivas y extracción de órganos.
El Observatorio Venezolano de Violencia señala que “El Táchira se convirtió en la ruta para la trata de personas” a lo que se suma el hecho de que ya involucrados en la cadena delictiva, es difícil sacarlos sin un programa destinado a ello.
Por tanto, los menores migrantes venezolanos son usados por redes criminales para enganchar a otros menores y llevarlos con mentiras a la frontera con Colombia. Son niños “arrastradores” ¿Cómo pasan sin documentación? ¿Existirá complicidad de los organismos que tienen que evitarlo y lo permiten? Lo cierto es que ahí está el problema.
La sociedad está en peligro. Informes de ONUDC revelan que en los últimos 15 años ha aumentado el número de víctimas, y su perfil ha cambiado. La proporción de mujeres adultas se redujo de más del 70 % a menos del 50 % en 2018, mientras que la proporción de niños ha aumentado, de alrededor del 10 % a más del 30 %. En el mismo período, la proporción de hombres adultos casi se ha duplicado, de alrededor del 10 % al 20 % en 2018.
En general, el 5 % de las víctimas fueron objeto de trata con fines de explotación sexual, el 38 % fueron explotadas para trabajos forzados, el 6 % sometida a actividades delictivas forzadas, mientras que el 1 % fue obligado a mendigar y en menor número a matrimonios forzados, extracción de órganos, sin estadísticas, pero se sabe que es alta y otros fines.
INTERPOL nos dice: “Los grupos delictivos organizados aprovechan la desesperación de desempleados, migrantes, solicitantes de asilo y refugiados para presionarles con la intención de que vendan un órgano. Las víctimas de la trata de personas para su explotación sexual o laboral se encuentran además expuestas a un riesgo adicional en este campo”.
De esta terrible situación no escapan por ser más vulnerables los niños, a quienes se viene desprotegiendo.
Una causa de la trata infantil es la crisis humanitaria que se evidencia en muchos países, unos por desastres naturales como Haití, en el terremoto del 2010, y otras crisis humanitarias complejas derivadas de las decisiones del gobierno, como el caso de Venezuela. La crisis forma parte de la agenda progre.
La sociedad occidental tiene una crisis civilizatoria oculta en su seno. Y es que la quieren destruir desde adentro.
Dios con Nosotros
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24 de noviembre de 2024
