menaza de una ilicita, absurda, e injusta «delimitación» en el Páramo de Santurban, propuesta por el Ministerio de Ambiente colombiano MADS, para justificar la explotación mega minera que atenta contra las inmensas reservas acuíferas del ecosistema del Páramo, ha encendido, con toda razón, el alerta en esta frontera colombo venezolana del Táchira y Norte de Santander, pues es en Santurban, donde nacen las aguas que alimentan los rios Táchira, Pamplonita, Zulia, Catatumbo, que vierten su caudal a las cuencas venezolanas, protegidas por tratados internacionales vigentes, que establecen su manejo binacional.
La aprobación de la pervertida “delimitación”, propuesta por el MADS, trae de contrabando la aprobación inmediata de la concesión del proyecto de megaminería a ejecutarse durante los próximos veinticinco años, condenando a muerte humedales, nacientes, escorrentias, quebradas y lagunas que dan vida a estos rios y a muchos otros que nutren las cuencas binacionales del Lago de Maracaibo, del rio Orinoco, del rio Arauca y del rio Magdalena
En Colombia la sociedad civil organizada de los dos santanderes, especialmente representada por el Comité del Agua del Norte Santander. CANS Capítulo Pamplona, ha concretado esfuerzos convocando marchas, manifestaciones, protestas, concentraciones. Ha presentado documentos, proclamas, comunicados, manifiestos, y sobre todo ha abierto procesos judiciales activando tutelas; invocando cumplimiento de sentencias; presentado denuncias ante la Corte Suprema; consignando documentos en las instancias locales y nacionales, en exigencia de respeto a los derechos de los ciudadanos del páramo.
En este momento, CANS Pamplona, ha emprendido con mayor ahínco, procedimientos públicos a nivel nacional, que deben ser considerados por Venezuela como compete a este asunto que tiene carácter binacional, porque Venezuela está aguas abajo de Colombia y las decisiones sobre manejo de cuencas que reciben las aguas del Páramo de Santurbán, afectan a la comunidad colombiana, pero afectan en primer término a las comunidades venezolanas en especial a las poblaciones de los resguardos indígenas, indefensas etnias que sobreviven en sus ancestrales territorios en esta frontera binacional, sin distingo de nacionalidad, más que la de ser Wayus, Sikuane, Guahibos, Yukpa, Yuco, Baris
Venezuela debe exigir se respeten los acuerdos binacionales amparados en el derecho internacional sobre manejo de cuencas, aprobados por la COPAF, Comisión de Asuntos Fronterizos colombo venezolana, que tan honrosamente dirigieron los doctores Ramón J. Velásquez, Copaf- Venezuela y Enrique Vargas Ramirez, Copaf-Colombia. Acuerdos vigentes que hoy están siendo ignorados por el titular del MADS colombiano.
Los tachirenses, los venezolanos debemos pronunciarnos oficialmente ante este negociado ilegítimo, injusto e inhumano que pretende imponer el permiso de concesión enmascarada en la trama legal de una «delimintación», amenaza que se cierne sobre las cuencas binacionales del Lago de Maracaibo y del Rio Orinoco, que es decir, se cierne sobre la vida de la comunidad venezolana.
Los acuerdos binacionales vigentes fundamentados en el derecho internacional, que protegen las aguas que tienen como génesis el Paramo de Santurbán deben ser respetados. Es la hora ciudadana de sumarse desde el Táchira a la defensa del Páramo. Pamplona lo está haciendo con valentía como lo dice el lema de su proclama: TODOS POR SANTURBAN. Es hora de asumir oficialmente desde Venezuela la defensa del páramo que es nuestra vida, y así apegados a derecho desde esta región de frontera unirnos para afirmar con fuerza: TACHIRA TAMBIÉN ES SANTURBAN.
Leonor Peña