Pedro Morales *
El estado perenne de la sindemia que afecta a los venezolanos que viven en Venezuela, tiene una explicación en las opiniones emitidas a través de : “Realidad económica del sector universitario”, “Universidad y economía”, “Universidad, megahiperestanflación y expondevaluación”, “Observaciones universitarias” y “Círculos viciosos”
Difícil comprender la lógica inhumana y hasta criminal de algunos actores políticos de aquí, de allá y de todas partes, que con el propósito de desalojar al “administrador de un edificio”, deciden incendiar toda la edificación sin importar la integridad de sus inquilinos.
Una perspectiva desde la espiritualidad:
Al expulsar a Dios del lugar destinado para él en el corazón, las almas de muchos carecen del consuelo divino. El intelecto permanece oscuro, la voluntad se debilita y nuestras emociones se hacen gravemente desordenadas. Cuando nuestra vida interior no está ordenada en función de Dios nada traerá verdadera paz y felicidad.
Reconocer con humildad que somos pecadores, al igual que pasar por la humillación con dignidad, enaltecen la vida ante la misericordia de Dios. «El sacrificio agradable a Dios es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado…» Los «milagros del cielo» son posibles, si el vacío que está en nuestros corazones, es iluminado y llenado con la luz y modelo de vida que Dios nos enseñó a través de su Hijo único. «Jesús, yo confío en ti».
El victimismo, la lamentación y queja continua empeoran todo. La solución radica en no estancarse en lo mismo. «No te detengas». Pese a la contaminación espiritual que redunda a causa de los impíos y cínicos, el confiar en el amor verdadero de Dios y su Divina Misericordia, permitirá que todo lo bueno, en su momento, sea alcanzado favorablemente…
Los que alimentan el miedo a diario, mantienen el estado de tiniebla. Así: “Venid a la luz» nos insiste nuestro Dios a cada instante. La incredulidad, pesimismo o mezquindad de los corazones soberbios nos estancan. Mientras que creer fervientemente en Dios nos da «el valor de seguir adelante» y alejarnos de la oscuridad espiritual. «Hazte sentir»
La Sagrada Palabra de Dios es el pilar de unión fundamental, para lograr el inicio del proceso de conversión y transformación individual, social e institucional. Por ello, un encuentro significativo con Cristo a través de los sacramentos y la oración profunda, es el único antídoto ante la maldad, así que sigamos el plan de Dios y traigamos a la fe a tantas personas como podamos porque Jesús dijo: “vayan por el mundo y prediquen el Evangelio”.
Con creciente fe, a través de la oración, en el “silencio de nuestro corazón”, podemos encontrar la solución de la continua tribulación. (Salmo 88 / Mateo 16, 18-21)
Contexto nacional y universitario:
La rigidez doctrinal y las incongruencias que nacen en las mismas estructuras partidistas, condicionan la posibilidad de realmente pensar y actuar, en la procura de impedir la administración de la matriz de opinión generada por el sector oficialista y otros de sus cómplices…El padecimiento complejo humanitario es único en este proceso degenerativo. Nada volverá a ser lo mismo, y menos aún si se continúa con las mismas estructuras mentales que niegan a cualquier posibilidad de revertir la situación.
Sin titubeos, el culpable en parte de haber acelerado el proceso desintegrador y decadencia de la sociedad venezolana, y entre ellas la universidad, ha sido la implementación de un modelo político y económico insensato y contradictorio: sobre una base de rentismo petrolero. Pero también es innegable, que tal proceso de quiebra y descapitalización multidimensional, ha sido también producto de complicidades por acción, omisión, ignorancia o prepotencia, de otros actores que incluye no solo a diversos actores venezolanos, sino también mundiales.
Este gobierno dentro de su política de la insensatez ha dejado a un lado, marginado, lo que es la universidad, y dentro de la universidad lo que es la educación, la excelencia educativa que son las bases fundamentales para que cualquier país salga adelante. (Ver: Universidad y economía https://bit.ly/30yhvwX )
Mantener el ambiente, estado o situación de las cosas o «status quo»: un sistema de privilegiados que a pesar del padecimiento complejo agravado y continuado, los que están al frente o a cargo de las parcelas o parcelitas de poder se niegan a ceder ante la posibilidad de alguna transformación por leve que esta sea. Sobrados ejemplos existen en Venezuela y en sus instituciones. Seguir en la zona de confort la prefieren antes de promover propuestas y acciones encaminadas a transformar al ser y a los grupos sociales que pertenecen.
Si el argumento que establece el ejecutivo nacional para centralizar las nómina, de al menos las universidades, se centra en un porcentaje de ella que no se emplea para pagar los salarios, entonces lo sensato sería que desde las mismas instituciones universitarias se aclarara de inmediato tal denuncia y derrumbar con la verdad la estratagema del gobierno.
El pago de la quincena para un profesor universitario (Venezuela) en su máxima escala, después de 30 años de labor profesional y académica, se ha ubicado en 73.559,87 bolívares, es decir, menos de un dólar estadounidense.
No son casuales las propuestas que se formulan en términos de una moneda como el Petro: que no cumple con las condiciones para que sea considerado dinero. Sin embargo, se está acabando de allanar el terreno para la aprobación de una tabla salarial valorada en dicha moneda: que no es aceptada en ninguna parte.
“Temporary Protected Status (TPS) is wonderful for approximately 320,000 Venezuelans who are in the United States, but also much more urgent humanitarian protection for more than 20 million Venezuelans who reside in Venezuela”.
Prejuicio y/o perjuicio
Estamos involucrados en un proceso que nos está llevando sin lugar a dudas a un desenlace no deseado pero esperado para el sistema universitario. Un proceso mal o bien orientado pero a un resultado a la final de cuentas. Y consecuentemente a un reinicio, donde por su puesto la reingeniería está presente, pero una reingeniería y un nuevo proceso donde nosotros tenemos mucho hacer, en el sentido de ser hacedores de la Sagrada Palabra de Dios.
No debemos permitir que el proceso siga desenvolviéndose hasta el final, y ese eventual reinicio de la manera como se ha estado llevando. Porque de esa forma el maligno ha tenido las manos metidas, a través de los propios lineamientos de este modelo político económico que ha instaurado el gobierno, con propósitos muy particulares que han obedecido a intereses internacionales de los polos de poder, y para satisfacer igualmente apetencias individuales o de grupos de nuestro país: pero siempre siguiendo esos lineamientos extranjeros. Esto hay que decirlo, porque si lo conocemos, si sabemos lo que está ocurriendo y nos quedamos callados, entonces somos cómplices de esa atrocidad que ha estado ocurriendo.
Entonces en este proceso tenemos que hacer valer la voluntad de Dios, tiene que hacerse cumplir con nuestra participación más activa, en término de nuestros talentos y dones que Dios mismo nos lo ha otorgado, a través de la palabra, de nuestro accionar, de nuestro ejemplo, pero tenemos que actuar. Sin violencia, sin ir en contra de nadie, ni de la persona o institución, e incluso ni en contra de nuestros adversarios, sino con la fortaleza que Dios nos ha dado, esa fortaleza de estar en una universidad y de haber tenido la posibilidad de involucrarnos en el área del saber, en las diferentes áreas del conocimiento. (Ver: propuesta universitaria UNET: 6R https://bit.ly/3vDrMGB )
Como muy bien se conoce, el conocimiento es poder, y como tal cualquier otro poder, llámese el político o económico le temen. Por ello siempre ese ataque o menosprecio que ha existido sobre las universidades y la iglesia, porque es donde radica el poder del saber, está el poder de Dios. Entonces en un proceso de reingeniería donde debe cumplirse la voluntad de Dios, la Santa Palabra del Evangelio, y el modelo que nos enseñó a través de su Hijo Jesucristo, pero con una participación activa de todos nosotros, con fuerza, muy decididos, con gran ímpetu, dentro de un gran civismo.
En esta situación que es la parte final de un proceso, “el inicio del fin”, que ha tenido una larga trayectoria contenida de múltiples eventos que han acontecidos, y que el grueso de la población venezolana y por supuesto de la comunidad universitaria en general los dejaron pasar, y no lo tomaron muy en cuenta, o para nada les llamó la atención. Pero llega el momento en que hay que tratar desprenderse de los prejuicios que han existido hasta el momento.
Uno de ellos por ejemplo, que lo han sembrado a propósito, porque forma parte de la estrategia de polarización, está referido al prejuicio y/o perjuicio (también cabe el termino), relacionado con la situación particular en la que nos encontramos como víctimas de un modelo político económico insensato, perverso y cruel. Que independientemente de los actores que han estado al frente, es ese modelo el culpable de nuestro padecimiento complejo de carácter humanitario: es decir no se debe hablar de individualidades sino del modelo destructor.
Por tanto, el prejuicio y/o perjuicio consiste en inculpar (con toda razón) al sector oficialista por su manera trágica e inescrupulosa de gestionar el país y las universidades, pero craso error, se cae en las mismas aberraciones en este polo contrario, cuando la reacción directa e inmediata es justificarse o esconder la verdad, siguiendo las mismas prácticas desleales e inmorales que realizan los representantes del modelo antes citado. Por ende, este modo de actuación ha generado un daño gravísimo a la moral y ética del país y a todas sus instituciones. Si algo se hace de forma indebida hay que denunciarlo, independiente de quien lo haya hecho.
Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2021. [email protected] @tipsaldia. WhatsApp: +584168735028