Denuncian «descontrol» en el abastecimiento de combustible en San Antonio
23 de noviembre de 2024
Eduardo Marapacuto
Ayer jueves 12 de septiembre, los Estados Unidos volvieron a arremeter contra Venezuela al imponer nuevas medidas coercitivas unilaterales (MCU), que no son otra cosa sino políticas de agresión y terrorismo imperial contra el pueblo venezolano. Efectivamente, a través de la Orden Ejecutiva N°. 13692, se reafirma esa política de agresión imperial contra nuestra patria soberana.
De esa manera se amplia el menú y la carta a la vista deja ver que son 8 Ordenes Ejecutivas, 947 medidas coercitivas unilaterales y 3 Leyes Públicas, emitidas por el Ejecutivo, el Congreso y la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) asignada al Departamento del Tesoro. Además, se cuenta la política de confrontación y hostilidad que ha mantenido el gobierno norteamericano contra nuestro país. No se trata solo del incremento de una retórica agresiva, sino acciones que hacen daño y tienen un gran impacto
Precisamente ayer 12 de septiembre, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, presentó ante los medios de prensa nacionales y extranjeros acreditados en La Habana, el informe más actualizado sobre los efectos del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba. Es de señalar que ese informe se presenta en virtud de la resolución 78/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que expone detalladamente los graves efectos que el bloqueo ha tenido sobre la economía cubana, afectando el bienestar de la población y el desarrollo de áreas claves como la salud, la educación y la alimentación.
Es pertinente y necesario que se presenten estos informes para que la comunidad internacional conozca el alcance y el impacto de las agresiones impuestas por los Estados Unidos contra un país soberano, como lo es Cuba. Pero no solamente es contra Cuba y Venezuela, sino que la política de agresión y terrorismo de Estado es contra varias naciones del mundo, lo que pone en evidencia que esa practica es el eje central de la política exterior de los Estados Unidos.
Tal como se ha denunciado cantidad de veces, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, Venezuela, Nicaragua y varias naciones del mundo, constituyen un acto de agresión y una amenaza permanente contra la paz y la estabilidad de los países soberanos. Por lo que el bloqueo, las sanciones, las medidas coercitivas unilaterales o como quieran llamarlas, violan el principio del Derecho Internacional y es parte de una política absurda, obsoleta, ilegal y moralmente insostenible en pleno Siglo XXI. Y por más que pretenda y quiera el imperio, jamás logrará doblegar el espíritu revolucionario y patriótico de los pueblos, a quienes les asiste el derecho natural de luchar por su soberanía e independencia y jamás arrodillarse frente al imperio que impone el terrorismo para doblegar la voluntad soberana.
A pesar de todas las voces que se han levantado a nivel mundial para rechazar este tipo de política de sanciones y medidas coercitivas, a pesar de los informes condenando esas prácticas agresivas, Estados Unidos no se ha detenido ni se detendrá. En el caso de Cuba, los Estados Unidos han ignorado, de manera arrogante y con desprecio las 27 resoluciones de la Asamblea General de la ONU que condenan el bloqueo. Igual con Venezuela, a pesar del dolor y sufrimiento que han causado al pueblo venezolano, no cesan en su práctica perversa.
A qué puede obedecer esta nueva arremetida imperial contra Venezuela, sino es al fracaso del golpe de Estado, que propiciaron y apoyaron tras la derrota electoral del 28J. Por eso arremeten contra el CNE, contra el TSJ, contra la FANB y contra el Ministerio Público. No obstante, el gobierno revolucionario junto a su pueblo, seguirá trabajando sin descanso en la profundización de los grandes ideales de la Patria. ¡Qué así sea!
*Politólogo, MSc. en Ciencias Políticas.
Investigador RISDI-Táchira
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