Valencia considera que se debe hablar con la verdad al electorado y trabajar en una estrategia clara para lograr una transición política en Venezuela
«Con respecto a las decisiones tomadas por la Sala Político Administrativa referidas a la revisión de las inhabilitaciones de los ciudadanos Enrique Capriles y María Corina Machado, debemos decir que, como aquella obra del célebre Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura, es la ‘Crónica de una Muerte Anunciada’. Entendiendo que las inhabilitaciones políticas son un hecho político y no un hecho jurídico, uno que depende única y exclusivamente de una negociación política con el poder», así lo manifestó a Diario La Nación Mauricio Valencia, diputado del Consejo Legislativo del estado Táchira.
A su juicio, las inhabilitaciones son como un interruptor que el Gobierno sube, baja u oprime según sus intereses y cuando así lo desea. El legislador dijo que desde el punto de vista jurídico estas inhabilitaciones, a la dirigente de Vente y el de PJ, cercenan derechos constitucionales de participación política por medio de decisiones de índole administrativo.
«Siempre hemos dicho que la inhabilitación política es una pena accesoria, una pena principal que deriva de un proceso donde en teoría el afectado debió tener el debido derecho a la defensa y garantizarle el debido proceso. De modo que debemos estar claros que sólo en el terreno de la política se podrá resolver el tema de las inhabilitaciones de los candidatos», explicó Valencia.
Entre tanto, el vocero del bloque opositor en el Legislativo reflexiona que la inhabilitación de María Corina ya es más que conocida y que es inaudito seguir con la candidatura de ella, a pesar de haber sido la ganadora de la pasada elección Primaria:
«Yo creo que seguir con teorías, con eslóganes, no hace ningún bien. Yo creo que hay que basar, hacer una estrategia en conjunto y también debemos decir que cualquier transición política no puede depender de un hombre o de una persona, debe depender de una estrategia. Nos lo enseñó la gran concertación en Chile, nos lo enseñó igualmente el Consejo Nacional Africano en Sudáfrica en los años 90, de modo que se debe trabajar desde la oposición y establecer una estrategia clara y una articulación de los distintos sectores más allá de las diferencias».
Valencia sugiere que debe haber un plan A, un plan B y un plan C, porque a su juicio, el Gobierno controla los poderes, y que la única forma de vencerlo es con la oposición unidad: «Este es un gobierno que es derrotable electoralmente cuando hay organización política y hay sobre todo voluntad de unidad, no se puede depender únicamente de un nombre, de una persona, porque los intereses de Venezuela están por encima de cualquier proyecto político. De modo que mi llamado es a que priven la sensatez y que se tenga cabeza fría y se pueda revisar esta situación». (Maryory Bustamante)