A las seis y media de la mañana hubo más de dos mil personas en cola para ejercer su derecho.
Los habitantes de El Junco Páramo, en el municipio Càrdenas, demostraron su compromiso cívico al pasar la noche a las afueras del centro de votación con el fin de ser los primeros en votar. Desde las nueve de la noche, los votantes se acercaron al liceo Simón Candiales y votaron luego de las 8:00 de la mañana. Así lo hicieron en muchas zonas del estado Táchira.
Los vecinos, familiares y amigos planificaron con antelación para poder ejercer su derecho al sufragio y elegir a su candidato presidencial preferido. A pesar
del frío y la soledad poco a poco los votantes comenzaron a llegar y agruparse haciendo cola bajo la neblina por el clima lluvioso que se extenduió desde horas de la tarde del 27 de julio.
Bancas, sillas y termos de café llevaban las personas. La mayoría eran votantes a partir de los 25 años. Se veían muy pocos niños. A una niña le llevaron una colchoneta y a las dos de la madrugada dormía a una cuadra del centro de votación sobre la capa asfáltica junto a su madre.
Transcurrían las horas y a partir de la una de la mañana comenzaron a llegar los miembros de mesas, a pesar de que el Consejo Nacional Electoral acordó que debían estar a las cinco de la mañana; pero ciudadanos de la comunidad les informaron que debían estar antes.
Cada 30 minutos, desde las dos de la madrugada hasta las ocho de la mañana, se escuchaba el sonido de los totes de pólvora que se tiraban en los sectores aledaños del centro de votación.
A las tres y media de la mañana ya se encontraban unas 300 personas en la cola, aglomerados con su grupo hablando, compartiendo vasos con café e incluso ya había puestos de venta de pasteles en varios puntos del sector.
La Unidad Educativa Nacional Simón Candiales se encuentra ubicada en El Junco, frente a la calle principal, a unos 24 metros del matadero Francisco Cegarra. En el centro de votación votan 5.181 personas. Es el tercer centro con más votantes en el municipio Cárdenas.
A las cinco y media de la mañana se encontraban mil personas en la cola, a dos cuadras del liceo con una distancia de 240 metros muy aglomerados, mientras seguían llegando los votantes entre cinco y diez personas por grupo con abrigos porque se comenzaba a sentir el sereno de la madrugada.
Las personas se preguntaban si era necesario llevar tapabocas, si los adultos mayores podían hacer otra cola, si podían pasar con vestimenta tricolor y con las bancas que habían llevado para esperar.
El CNE publicó el pasado 27 de julio que el único requisito para ejercer el derecho al voto es la cédula de identidad, así como lo establece la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) aunque esté vencida.
En la nota de prensa se mencionó que no es necesario un código de vestimenta para ingresar a los centros de votación y el uso del tapabocas tampoco es obligatorio. Los electores preguntaban por estos datos debido a la desinformación o confusión que había en las redes sociales.
Faltando cinco minutos para las seis de la mañana entraron tres miembros de mesa al centro de votación y a los pocos minutos fueron sacados. Las personas se preguntaban porqué no dejaban pasar a todos los miembros de mesa cuando era la hora de abrir las mesas electorales.
En el artículo 121 de la LOPRE explica que el sistema de funcionamiento de “Las mesas electorales funcionarán de seis de la mañana (6:00 a.m.), hasta las seis de la tarde (6:00 p.m.), del mismo día y se mantendrán abiertas mientras haya electores y electoras en espera por sufragar.”
En el Liceo Simón Candiales no se cumplió con esos parámetros, porque a las 7 de la mañana con una distancia de ocho cuadras y 550 metros y más de dos mil votantes, todavía no se había abierto el centro de votación con el cielo bastante despejado.
Los electores comenzaron a exigir que se abriera el centro de votación. Aplausos, silbidos y gritos que decían “queremos votar, queremos votar”, pero no consiguieron una solución, uno de los guardias informó a las siete y media que tenían que pasar al cubículo de vigilancia para poder revisar las listas de cada mesa electoral, las personas se molestaron y exigieron que sea colocada a las afueras del portón para que todo el público lo lea.
Hasta las 7:50 am se abrió el centro electoral y comenzaron a pasar 10 personas mayores o con informe médico y 10 personas de la cola normal. Cada 5 minutos entraban más votantes.
Pocos jóvenes entre 18 a 23 años estaban ejerciendo su derecho al voto, un estimado de 100 jóvenes entre esta edad cubría los 550 metros a pesar de ser uno de los centros de votación con mayores votantes.
Algunos adultos mayores fueron asistidos por familiares, amigos, vecinos y personas que se ofrecían en la entrada del centro de votación para hacerlo. Las personas que habían llegado a las tres de la mañana pasaron a votar a las 11:50 de la mañana con un sol muy picoso, ya los abrigos se los habían quitado porque sentían calor.
Muchas horas pasaron los habitantes de esta comunidad para poder ejercer su voto, el centro de votación llegó a tener 300 personas en la cola sino hasta las dos de la tarde. Las quejas después de durar dos horas para poder abrir el centro de votación era lo que más se escuchaba.
Dentro del establecimiento entraban personas y repartían café y desayunos para poder alimentar a los miembros de mesa sino hasta las 10 de la mañana. (Adriana González/pasante ULA)