En el año 74, cuando gana CAP la presidencia, se desarrolla el “boom petrolero” que, en resumen, trastornó la economía nacional
Humberto Contreras
El 9 de diciembre de 1973 se realizó la elección del nuevo presidente, quien recibiría el solio de manos del Rafael Caldera. Carlos Andrés Pérez, tachirense nacido en Rubio el 27 de octubre de 1922, quien desarrolló una masiva campaña, sostenida con el eslogan “Ese Hombre Sí Camina”, fue el triunfador.
Previo, en octubre de 1973, la OPEP había decidido asumir el control del mercado petrolero, y fija unilateralmente los precios a escala mundial. Entonces, el petróleo venezolano, que se vendía en poco más de 2 dólares el barril, subió súbitamente a 14 $.
La diferencia en cuanto a ingresos de divisas para el país fue evidente: El presupuesto de 1973, último año de Caldera, fue de 14 mil millones de dólares; el del primer año de CAP, 1974, fue de 42 mil millones.
Con esta bendición se inició CAP. Pérez logró que el Congreso le aprobara poderes extraordinarios, en mayo de 1974. Desarrolló un ambicioso programa económico, con objetivos como el pleno empleo, mejor salario laboral, y distribuir equitativamente la ahora abultada renta nacional, popularizando su frase de “Administrar la abundancia con criterio de escasez”. Como se recordará, en esa época de superávit, que se llamó la «Venezuela Saudita», se hizo famosa la frase “Ta’ barato, dame dos”.
El 3 de diciembre de 1978 se efectuaron nuevas elecciones presidenciales.
Luis Herrera Campins

Postulado por Copei, con apoyo de URD, FDP y Opina, Luis Herrera Campins se posesiona como presidente en febrero de 1979. En su discurso de posesión habla del desarrollo de la agricultura y de la industria dentro del concepto de un Estado promotor; dedicación especial a la educación, y la implementación de una política sanitaria. Ofrece disciplinar el gasto público, acabar el despilfarro consumista y la corrupción administrativa.
Ese mismo año se efectúan por primera vez separadas de las nacionales, las elecciones municipales, en todo el país. Se anuncia la reforma educativa, con la implantación del Ciclo Básico Común de 9 años (6 de Primaria y 3 de Bachillerato), y el día 10, el anuncio del presidente Herrera Campins en relación con una serie de medidas económicas, para cubrir la brecha fiscal, debido a la reducción de las exportaciones de petróleo. En su mensaje de Año Nuevo de 1982 anuncia crear un bono de alimentación de Bs. 100 para beneficiar a trabajadores con ingresos inferiores a Bs. 1.500 mensuales
A principios de 1983, como resultado de la caída de los precios del petróleo, se establecen medidas de restricción económica, entre ellas la devaluación del bolívar, decretado el 18 de febrero, lo que se conoció como el Viernes Negro.
Durante la gestión de Herrera, se intervino el Banco de los Trabajadores, se inaugura el primer tramo del Metro de Caracas, entre ProPatria y Chacaíto, se inaugura el Complejo Cultural Teresa Carreño, y se desarrolla la programación de conmemoración del Bicentenario del Nacimiento de Simón Bolívar. Poco antes de entregar su mandato a su sucesor, Luis Herrera inauguró el primer tramo de 11 kilómetros de la Autopista San Cristóbal La Fría, entre San Cristóbal y Copa de Oro.
Jaime Lusinchi

Ganador en las elecciones de diciembre de 1983, Jaime Lusinchi, postulado por AD, se juramentó el 2 de febrero de 1984 como Presidente de la República, ofreciendo gobernar con equidad y austeridad en el manejo del dinero público.
Los tres primeros años de su gestión fueron un esfuerzo para reactivar la economía, aflojar el peso de la deuda externa, estabilizar el mercado de cambios, limitar el gasto público, elevar los ingresos del trabajador, proteger los sectores más desfavorecidos, asegurar la renta petrolera y promover la actividad industrial no petrolera.
Logró desarrollar notablemente la producción agrícola, ganadera y pesquera, la industria del aluminio, y recuperó tasas de crecimiento positivo en 1985, y disminuyó el índice de paro laboral.
En su gobierno, el país recuperó la posibilidad de obtener créditos internacionales, luego de lograr reestructuración de los pagos de los intereses y las amortizaciones de la gigantesca deuda externa con la banca internacional privada y los organismos multilaterales de crédito, que acumulaba casi 30.000 millones de dólares, solo del sector público.
En diciembre de 1986 decidió una nueva devaluación del bolívar, 93 % del cambio oficial, y a principios del 87 renunciar a cubrir el servicio de la deuda externa, a controlar el déficit fiscal y a moderar el gasto público.
Entonces dispuso el aumento de salarios, el bloqueo de los precios y la dotación de nuevos bonos compensatorios y subvenciones, para aplacar las tensiones sociales, que crecían. Las consecuencias del volantazo económico fueron inmediatas: la inflación se disparó, las reservas de divisas peligraron y aumentaron los déficits presupuestario y de la balanza de pagos.
Bajo su gobierno ocurrieron las llamadas masacres de Yumare, en Yaracuy, el 8 de mayo de 1986, donde un destacamento de la DISIP ejecutó a nueve miembros de la banda subversiva Punto Cero; y la de El Amparo, en Apure, el 29 de octubre de 1988, donde 14 pescadores fueron asesinados por soldados que supuestamente los confundieron con guerrilleros.
El 4 de diciembre de 1988 ocurre el nuevo proceso electoral, que marca el segundo mandato de CAP.
1989: CAP regresa al poder
Un ambiente completamente distinto al que lo recibió en Miraflores en el año 74, fue el que percibió Carlos Andrés a partir de febrero de 1989, cuando se posesionó por segunda vez. Un ambiente definitivamente distinto, tanto económica como social y políticamente le aguardaba. Puso de inmediato un plan de ajustes para estabilizar la economía, afectada por la deuda externa y la inflación, incluyendo medidas antipopulares como el aumento del precio de la gasolina y el del transporte urbano.
Ello provocó una reacción de calle, conocida como El Caracazo, una serie de fuertes protestas, disturbios, saqueos y pillaje generalizado, en respuesta a las medidas económicas anunciadas. El evento comienza el 27 de febrero de 1989 en Guarenas, se propaga a Caracas, y rápidamente se extiende a Valencia, La Guaira, Mérida, Ciudad Guayana y otras poblaciones importantes del país, para concluir el 8 de marzo.
El 3 de diciembre de 1989, según lo establecido por la Ley sobre Elección y Remoción de los Gobernadores de Estado, se realizan las primeras elecciones regionales en la historia de Venezuela, destinadas a la elección popular de los gobernadores de estados y los Consejos Legislativos de cada entidad.
El abandono de los programas asistenciales y los subsidios indiscriminados, la degradación de los servicios públicos, los despidos en el sector estatal y, desde una perspectiva general, el crecimiento de la pobreza, fueron fortaleciendo la impopularidad del régimen, a tal punto de que en la noche del 3 al 4 de febrero de 1992, un grupo de militares comandados por Hugo Chávez, tomó la Base Aérea La Carlota, los alrededores de la residencia presidencial La Casona y otros actos en Maracaibo, Maracay y Valencia, evento el cual fue sofocado y sus protagonistas encarcelados. El 27 de noviembre del mismo año fue igualmente controlado otro intento golpista militar, encabezado por Francisco Visconti.
Para completar su historia, CAP fue procesado por la Corte Suprema, ante la acusación de corrupción en favor de Violeta Chamorro, en Nicaragua, según el Fiscal General. El 20 de mayo de 1993 la Corte dictaminó que existían razones suficientes para el antejuicio de mérito, y el 21, el Senado aprobó suspender a Pérez, mientras durase el proceso judicial.

Octavio Lepage, presidente del Congreso, se posesionó de la jefatura del Estado en funciones, según la Constitución por 30 días, al cabo de los cuales fue sustituido por el politólogo, escritor y periodista tachirense Ramón J. Velásquez, como presidente interino, hasta el 31 de agosto cuando el Congreso, en un precedente en la historia política venezolana, destituyó definitivamente a Pérez, y Velásquez pasa a ser automáticamente presidente titular interino, hasta la conclusión, el 2 de febrero de 1994 del período constitucional, cuando asume la presidencia Rafael Caldera por segunda vez, electo en diciembre de 1993.
Fuentes