Política
“Derrota de Vielma obedeció a deficiencias de su gestión y de la dirección del PSUV”
5 de noviembre de 2017
Para el internacionalista y analista político Pavel Rondón, “el cuadro que generó la derrota de Vielma Mora en el estado, obedece a deficiencias de la dirección del PSUV y de la gestión del exgobernante, y no a una conducta antichavista de los tachirenses”.
Sostiene que la población observa lo que recibe o no recibe y por eso vota, pero también observa la moralidad y calidad del liderazgo; y por eso también vota de una manera o de otra.
A su criterio, las contiendas se analizan observando el candidato, el programa y la campaña: “Vielma elaboró un programa, pero no lo presentó a los electores; los programas no inciden mucho, sobre todo en épocas de micromensajes de red. Su consigna fue la paz, pero la gente buscaba gasolina, alimentos, medicinas, repuestos”.
Además comenta Rondón: “Del comando de campaña chavista basta decir que fue integrado por muchos funcionarios, probablemente muy capaces profesionalmente pero algunos sin experiencia previa, Vielma apartó a cuadros electorales con reconocida experiencia”.
Sobre los resultados, comenta que el exgobernador Vielma dijo “no fuimos derrotados” aunque señaló que la pérdida se debe a que “el pueblo es malagradecido”, esto lo ha dicho en otras elecciones y lo precisó nuevamente: “No da votos ser eficiente”.
La constituyentista Iris Varela sí tocó el asunto -refiere- y atribuyó la derrota al tratamiento dado al contrabando: “No podemos tapar el sol con un dedo. No es posible que estando en el Táchira no se haya podido contraatacar el contrabando”. Y agregó “fallas” en la atención al estado desde Caracas.
Afirma que: “Cada elector actuó de acuerdo con una misma actitud; salvo en dos municipios, Laidy Gómez ganó en todo el Táchira, había municipios que siempre habían votado por el chavismo y ahora no lo hicieron”.
“Tampoco los tachirenses votaron con la tendencia nacional que fue chavista. Entonces, no solo es racional, es sociológico el voto. Vielma perdió en las parroquias Pedro María Morantes y en La Concordia de San Cristóbal, de niveles socioeconómicos opuestos, pero también en la montaña y en Fernández Feo. ¿Fue que votaron contra la paz? ¿O que esa consigna es el dilema político del gobierno, pero no llegó a los tachirenses? ¿O el rechazo a Vielma era tal que obviaron la consigna?”.
Lectura de las cifras
Considera Pavel Rondón que en 2004 el candidato del PSUV perdió por menos de mil votos pero participaron varios candidatos del chavismo, lo mismo que pasó después con Leonardo Salcedo en 2008: “Es el PSUV quien falla, porque crea divisiones por aspiraciones de grupos. No es la población la que rechaza al chavismo, es que el partido no sabe cómo llegarle a la gente; ante eso, el elector castiga”.
Seguidamente, refiere que en la ciudad, Vielma obtuvo 50.443 votos en 2012, ahora 34.892 votos, eso son 15.851 votos menos, es decir bajó 31,42 %. Por cierto, advierte: “Un error es lanzar un candidato diferente en cada elección, luego este no se mantiene en la ciudad, sino regresa a Caracas, de donde vino, o a otras actividades, no se intenta construir un liderazgo para la ciudad”.
A juicio de Rondón, para ganar la Gobernación “el chavismo debe triunfar en el eje entre Libertador, hacia el oeste hasta Junín, cruce hacia el noroeste, Bolívar, Ureña y García de Hevia; y obtener 60 mil votos en San Cristóbal; la oposición 90 mil, así puede triunfar. Eso es lo numérico. Lo político requiere cambiar parte de la dirigencia femenina y masculina y diseñar una política chavista para el Táchira, porque no las hay –acentúa- y un trato constructivo y orientador a la militancia, respeto a los aliados, trabajar dentro del pueblo y diseñar una política de frontera nacional y regionalmente”.
—Hay una versión de que el Táchira es antichavista, la historia reciente demuestra dos periodos electorales: el chavista 1999-2008 y el de oposición: 2008-2017. En 1999 el país en referendo aprobó la nueva Constitución Bolivariana con una votación de 71.8 %, mientras el Táchira lo hizo con 72.07 %. En 2000 fue electo un gobernador chavista, Ronald Blanco, con 50.02 %, luego reelecto en 2004 con 57.47 %, un porcentaje inédito; el chavismo perdió en 2008 porque tuvo más de un candidato, pero tenía 60 % de las alcaldías; el presidente Chávez ganó en 2006 con el apoyo de 51.2 % de los tachirenses; Chávez también triunfó en la mesa ubicada en el Consulado de Venezuela en Cúcuta— evoca.
“Una cadena ininterrumpida de victorias. Es decir, el electorado tachirense le dio su apoyo a la fuerza chavista que nacía en Venezuela, porque se inició el cambio hacia la oposición. Esa es la pregunta que debe responderse y la responsabilidad está en los dirigentes del PSUV y Vielma Mora”, observa el internacionalista.
Refiere que con Ronald Blanco, el chavismo subió 87.845 votos del año 2000 a 2008: “Con Vielma, quien triunfó en 2012, fue al revés, en las elecciones del pasado 15 de octubre, 67.183 votantes chavistas que habían votado por él no lo hicieron en esta oportunidad, parece un voto castigo”.
Precisa que el PSUV como individualidad política recibió en 2012 226.975 votos y el 15 de octubre 155.713, es decir, 71.262 votos chavistas menos. “Otro sector electoral a considerar es San Cristóbal: esta ciudad recibió a Vielma con 50.443 votos en el 2012, una diferencia de menos 23 mil, ahora lo despidió con 34.892 votos, 62.273 votos de diferencia, siendo gobernador”, detalla Rondón.
“Manejo desacertado de la frontera y la militancia”
Cree Rondón, además, que “una de sus mayores deficiencias estuvo en el tratamiento que dio a la frontera, donde diseñó planes para captar divisas pero olvidó otros asuntos, como los problemas sociales de los habitantes de frontera”.
Analiza que “salvo con un partido, la relación con los partidos del Gran Polo Patriótico fue sectaria. No logró (Vielma) atraer a la militancia y a votantes chavistas que habían votado entre los años 1999 y 2012”.
Igualmente, indica que su gobierno “tampoco incorporó a las universidades a la labor de formulaciones y apoyo a la gestión”.
“PSUV: Corresponsable por omisión”
En cuanto al PSUV, asegura Pavel Rondón: “Es corresponsable por omisión; ni públicamente ni de manera privada se conoce que el partido haya objetado o pedido mejorar alguna política o medida de la Gobernación. También la mayoría chavista del Consejo Legislativo se plegó a Vielma y es anti obrera”.
—El PSUV y el Consejo Legislativo actuaban como instancias o dependencias de la Gobernación. No había ni separación de poderes, ni control de estos sobre el gobernador. Un ejemplo es la modificación del Reglamento de la Lotería del Táchira para adecuarlo a una persona en particular para que pudiera asumir la presidencia del ente lotero, de paso mostró desconocimiento y omisión de principios elementales de la administración– señala.
Agrega que, según diarios internacionales, “el beneficiado como presidente de la Lotería tenía acusaciones de conductas irregulares contra un banco dominicano, por cierto, ya fue destituido y dejó a la institución peor que cuando él llegó, la mayoría chavista del Consejo Legislativo debería rendir cuentas sobre este caso”.
Aunado a lo anterior, señala Pavel Rondón, está la cultura organizativo-política del PSUV, que incorporó al partido la nomenclatura y disciplina militar, UBCH, unidades de combate, directiva operacional, Estado mayor, esos son algunos de los nombres de lo que en todos los partidos y otro tipo de organizaciones sociales de todo el mundo se denominan comités, directorios, células. La otra característica que -según dice- conviene llamarla “desviación, pues altera la función y vigencia del partido, es convertirla en parte del Estado”.
“Un partido de gobierno debe presentar a la colectividad las propuestas oficiales, pero no perder ni su capacidad de dirección ni de control y mucho menos de mediador entre la sociedad y el Gobierno para atender las demandas y también las críticas del pueblo”.
“El PSUV es un actor pasivo ante el aparato gubernamental, en lo regional el gobernador Vielma Mora era jefe del partido, eso impide éxito en la gobernación y en el partido, como se ve en los resultados que estamos comentando”, recalca el analista.
Advierte que: “Bajo nivel político, no se trabaja con conceptos sino con exhortaciones morales y coloquiales. Y las gobernaciones son instituciones políticas que forman parte del Poder Público Nacional, no un ente de caridad y dispensadora de bondades. Pero la gestión se presentaba como una obra personal y de buenas acciones hacia las personas”.
Incluso, reprocha, “se afectó la dignidad de las personas cuando debían dar las gracias al Gobernador al recibir una caja de pañales, un bastón o una casa, se personalizaba la entrega y se olvidaba que los beneficios son políticas de Estado, no tienen carácter personal”.
“La actividad de algunas secretarías o direcciones pasaron a ser empresas y no de servicios a las personas”. Aunado a eso -enfatiza- “la designación de candidatos a cuerpos de elección o cargos de gobierno se hacía sin evaluación colectiva con el partido o el equipo de gobierno, igual las destituciones”.
Recalca Pavel Rondón, además, algunas promesas incumplidas o inconclusas, como el distribuidor de la ULA y la autopista a La Fría, aunque en esta última, reconoce, se avanzó.
Leidy Zafra