Desde el barrio Bolivariano, en el municipio Pedro María Ureña, la gobernadora del estado Táchira, Laidy Gómez, insistió una vez más en la urgencia de abrir de forma real los canales humanitarios, a través de los puentes internacionales.
Señaló que no es justo que se permita el paso por un espacio reducido, por donde ni siquiera puede pasar una silla de ruedas.
“Exigimos a las autoridades competentes la remoción de los contenedores que obstaculizan el tránsito por los puentes, es una prioridad dejar pasar las ambulancias que por condiciones de emergencia deben llegar al hospital Erasmo Meoz, en la ciudad de Cúcuta”, dijo la mandataria regional a través de un boletín informativo.
De igual manera -agregó-, “las rutas escolares de los más de cinco mil niños que viven en el eje Ureña-San Antonio y estudian en el vecino país”.
“Como gobernadora y vocera del pueblo fronterizo, invoco al interés superior de la humanidad de las autoridades nacionales para que habiliten los puentes en condiciones humanitarias reales, así como el funcionamiento nuevamente de las aduanas para que, a través de la recaudación tributaria, se pueda atender a la población fronteriza que ha sido maltratada y vive en constante angustia y desesperanza”, enfatizó Gómez
—No sigan obligando al pueblo fronterizo a utilizar las trochas – emplazó-, los tachirenses van al Norte de Santander a buscar comida, medicinas; otros a trabajar en Cúcuta, “porque los salarios de Venezuela no les alcanzan ni para comer, pero lamentablemente muchos de quienes trabajan al otro lado deben dejar el dinero en el pago de los pasos ilegales porque los puentes están cerrados”.
La gobernadora tachirense señaló que la economía y los negocios que se generan en las trochas no dejan beneficio a la población, además de constituir un peligro para la vida de quienes se ven obligados a utilizarlas, “las trochas han causado un gran daño, no solo en lo económico y social, sino también en lo epidemiológico”.
“Necesitamos abrir las aduanas para obtener una economía formal que genere recursos para invertir en escuelas, hospitales, vialidad y acciones sociales que vayan en pro de la población. Pedimos que sean verdaderamente humanos con la población que en algún momento los llevó al poder”, aseguró.
—El pueblo de la frontera está cansado de tantas humillaciones y maltrato – afirmó Laidy Gómez-, sus ciudadanos han sido abandonados y excluidos de las políticas públicas de un gobierno indolente que hoy los tiene sumidos en la miseria, “obligándolos a buscar mejores condiciones de vida en Colombia y poder obtener un ingreso que les permita a sus familias cubrir sus necesidades mínimas de salud, educación y alimentación”.