“El Gobierno insiste en mantener un control cambiario y desestabilizar aún más la moneda nacional, por lo que hace tiempo cruzó la línea de no retorno y, en este momento, el único escape que tenemos, ante tanto daño ocasionado a nuestro país, es la salida de este régimen y sustituirlo por un gobierno democrático, que respete a los ciudadanos y a las instituciones del Estado, para que inversiones extranjeras tengan la confianza de venir y dinamizar la economía nacional, generar fuentes de empleos dignos para nuestro pueblo”, así lo aseguró el secretario político regional de Un Nuevo Tiempo (UNT), Robert Guerra.

A su juicio, la eliminación de los tres ceros y el nuevo cono monetario “no son más que una devaluación disfrazada, como ocurrió durante el mandato de Hugo Chávez, cuando llevaron el dólar de  1.700 bolívares a 4 mil 300, convirtiéndolo después de la eliminación de los tres cero en 4,3 bolívares por dólar, jugando así con el hambre y la inteligencia de los venezolanos, pretendiendo hacerles creer que teníamos un bolívar fuerte, cuando en realidad fue una devaluación devastadora para la economía del país”.

—Hoy en día vivimos nuevamente esa situación debido a que este gobierno sigue sin un rumbo fijo o una política coherente para solventar una crisis económica sin precedentes, porque vemos a diario cómo salen millones de venezolanos buscando mejor calidad de vida o simplemente tratando de subsistir, ya que ni siquiera pueden poner sobre la mesa las tres comidas diarias—reprochó Guerra.

Insistió el dirigente de UNT en que: “Los ataques al aparato productivo privado, las invasiones y expropiaciones, destrucción de Pdvsa y las empresas mixtas, nos hicieron mucho daño y mientras aquí no volvamos a producir bienes y servicios, no tendremos una economía sólida y una moneda que pueda ser competitiva a nivel mundial e inclusive a nivel de Latinoamérica”.

Afirmó Robert Guerra que: “La misión de cada ciudadano doliente de su tierra es enrumbar de nuevo al país, con una economía sustentable, sana, de libre oferta y demanda, donde todos puedan comprar lo que deseen, donde los salarios alcancen, podamos crecer y avanzar y que cada uno de nosotros pueda vivir de la mejor manera, como nos lo merecemos, lejos de este estancamiento en el que nos ha sumergido la Revolución”. 

Leidy Zafra