Manifestantes catalogan esta detención como «arbitraria», pues consideran que no hay razones ni pruebas para tener al activista tras las rejas.
Por Favio Hernández
245 días se cumplen desde la detención del activista político y defensor de los derechos humanos, Javier Tarazona, privación de libertad de la que sus familiares y amigos responsabilizan al Gobierno nacional.
Hace unos días se llevó a cabo una protesta pacífica en el parque Murachí, en donde los manifestantes pidieron la pronta liberación del también director de FundaRedes, aseverando que se encuentra en mal estado de salud.
«Ya son ocho meses en los que mi hijo tiene cortada su libertad, pero es solo su libertad física, porque sus pensamientos, sus ideas y sus propósitos siguen libres, ya que las celdas no callan la verdad», dijo Teresa Sánchez, madre de Javier Tarazona.
Los manifestantes alegan que Tarazona está detenido por simplemente «defender a los que no tienen voz y no callar las distintas violaciones de los derechos humanos en todo el país».
Catalogan esta detención como «arbitraria», pues consideran que no hay razones ni pruebas para tener al activista tras las rejas.
«La detención de un defensor de los derechos humanos habla de la intención directa de silenciar a quienes defienden a los más vulnerables, como el caso de mi hijo, quien desde el 2 de julio de 2021 fue detenido por el Estado venezolano”, señaló Sánchez.
Represión del Estado
Por su parte, Adolfo Baptista, activista de FundaRedes, insistió en que esta privación de libertad tiene la finalidad de silenciar y amedrentar a la institución, la cual ha venido denunciando la supuesta presencia de grupos armados que operan en Venezuela de manera irregular, aseverando que el Gobierno nacional y las autoridades saben de ello.
“A Javier lo detuvieron para callarlo y callar a la organización, pero en Venezuela no pueden callar a los que sufren, porque aquí no se detienen los conflictos, no se detiene la emergencia humanitaria, principalmente en las zonas fronterizas, donde delinquen diferentes grupos armados; esto para nadie es un secreto”, señaló.
Baptista abogó por el cese a la «persecución» de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, «como FundaRedes».
«Solo se encargan de defender los derechos humanos de los más vulnerables. La muestra de querer callar es como lo hacen con Javier, al diferir un juicio en el que no tienen argumentos sólidos solo para mantenerlo detenido”, argumentó.
Empeora su salud
Otro aspecto que recalcaron fue el estado de salud de Tarazona, del cual dicen está «bastante deteriorado».
Edixon Figueroa, activista de FundaRedes, habló sobre este tema y exhibió la preocupación del colectivo por la salud del detenido.
Comunicó que Tarazona ha presentado problemas respiratorios, crisis de ansiedad y de pánico, entre otras patologías de base que ya venía padeciendo anteriormente, «las cuales deben ser atendidas con premura”.
“Nuestro llamado, desde la juventud tachirense, es a que le den libertad plena a Javier; un hombre admirable, docente destacado, investigador y sobre todo defensor sin ninguna limitación de los derechos humanos en Venezuela, y aunque él esté preso, su conciencia y su espíritu siguen libres y fortalecidos», mencionó.
Cabe destacar que los activistas aseguraron que FundaRedes, a pesar de la detención de su director general, continúa adelante con su labor y tarea de defender a la población venezolana en diferentes ámbitos sociales.