Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), advirtió que la reestructuración del Ministerio de Educación, que anunció el nuevo ministro Héctor Rodríguez, no debe confundirse con una reforma del sistema educativo venezolano.

“Una es algo administrativo-burocrático y la otra es pedagógica, y tiene que incluir, como bien nos ha enseñado Fe y Alegría, una real alianza por la educación”, resaltó Calatrava este viernes en el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias.

El pasado martes 8 de octubre el ministro Rodríguez firmó una resolución que permitirá el retorno de los docentes jubilados a las aulas sin perder sus derechos de jubilación. Sin embargo, Calatrava señaló que no se aclaró si estos profesores recibirán algún ingreso adicional al reincorporarse al servicio activo.

La medida, tal y como lo reconoció el ministro, responde al importante déficit de educadores que existe en el país, especialmente en áreas científicas como Matemáticas, Física, Química, Biología y Ciencias de la Tierra.

Según investigaciones realizadas por la Escuela de Educación de la UCAB, el déficit de docentes a nivel nacional ronda los 256.000, afectando especialmente la educación media.

“Es necesario que el número de docentes sea proporcional a la matrícula escolar que tenemos en Venezuela”, añadió Calatrava.

El 82 % de los centros educativos dependen del Estado

El director de la Escuela de Educación de la UCAB indicó que el 82 % de los centros educativos del país dependen del Estado, lo que implica que ocho de cada 10 niños asisten a instituciones estatales, mientras que entre uno y tres estudian en planteles privados plenos o subvencionados.

A pesar de la relevancia del rol del Estado, Calatrava resaltó que la familia, la comunidad y la sociedad en su conjunto, incluyendo los medios de comunicación y los sectores empresariales, deben jugar un papel protagónico en el apoyo a la educación.

En este sentido, hizo un llamado a la colaboración entre el Estado, la familia y la sociedad civil en general para enfrentar los desafíos que enfrenta el sistema educativo.

“Podemos entender que por momentos nos hemos contado con voluntad política para el trabajo en equipo (…), pero lo más doloroso es el abandono de la sociedad venezolana a la educación”, lamentó.

Retos ante el inicio del año escolar

Calatrava apuntó que la primera consideración para este año escolar es investigar y consultar, incluso con el propio Ministerio de Educación, las razones del descenso de un millón de estudiantes en todos los niveles obligatorios del sistema educativo.

Otro aspecto que consideró clave es la verificación de la implementación real del nuevo diseño curricular, particularmente en el bachillerato de Ciencia y Tecnología.

Según él, este programa basado en una resolución de noviembre de 2023, quedó como un “estudio genérico” para la educación media general, por lo que es necesario evaluar si las escuelas y liceos del país están preparados para ejecutar su estructura de 40 horas de clase semanales, que incluye la enseñanza de materias como física, química y biología, tanto en teoría como en prácticas y laboratorios.

Asimismo, evaluar la realidad de cada escuela para saber si cuenta con el número de profesores necesarios para la puesta en ejecución de este diseño curricular.

Labor de Santaella

Sin embargo, reconoció los esfuerzos de la exministra de Educación, Yelitze Santaella, durante los últimos dos años de su gestión, apartando los temas salariales y de contratación colectiva.

Mencionó que Santaella impulsó la creación de los Observatorios de Calidad Educativa de Venezuela, que permitieron recolectar evidencias para trabajar junto a los pares regionales y certificar o no la calidad educativa en el país.

Además, destacó que él y su equipo han sido testigos de la aplicación de las pruebas de logros de aprendizaje en el contexto de los diseños curriculares para la educación media técnica y general.

Calatrava admitió que el proceso de implementación de estos diseños pudo haber sido más abierto, pero valoró el debate y la discusión generada entre las personas y organizaciones involucradas.

“Se generó la discusión y se lograron importantes puntos de conciliación entre visiones, incluso distintas, de lo que debe ser la educación. Y, con todos los elementos a mejorar que estos diseños curriculares tienen técnicamente, representan un avance significativo frente a la propuesta de la transformación curricular”, expresó. /Fe y Alegría

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