“Ya estoy en Valencia, estado Carabobo. Me vine anoche en una unidad de los expresos. La unidad salió del Terminal privado a las 10:25 de la noche y llegué a Valencia a las 5:30 de la tarde, o sea 17 horas de viaje ¿Que cómo estoy? Molesta y cansada. Sí, full cansada”, dijo Margarita, educadora de 53 años, quien viajó a encontrarse con los suyos en el estado Carabobo.
No es nada fácil viajar en Venezuela en unidades de transporte por muchas condiciones de los autobuses, la falta de mantenimiento de las unidades, escasez de gasoil, mucha requisa por parte de los efectivos militares.
Es más complejo hacerlo desde el Táchira, un estado que por ser frontera obliga a las autoridades militares, en los puntos de control, a estar atentos ante el tráfico de drogas.
En los terminales de pasajeros privados y el público, de San Cristóbal y otras zonas como San Antonio del Táchira o La Fría, vemos que siguen llegando muchas personas, mucho venezolano que regresa a su país o lo hace por la época decembrina.
Muchos usuarios denuncian por redes sociales la impuntualidad a la hora de la salida de las unidades: “El pasaje dice: salida 8:00 de la noche, y el autobús arrancó del terminal noventa minutos después, o sea, salimos a las 9:30 minutos de la noche”.
El autobús salió lleno. Ya no quedaban asientos, pero en Barinas hizo una parada y los dos conductores de la unidad subieron a tres pasajeros, quienes viajaron en las escaleras que comunican al segundo piso y en el pasillo. No es el sitio ideal. Es el paso para bajar al baño. Un riesgo ante cualquier situación de emergencia.
Las alcabalas en el camino
El tiempo de espera en alcabalas o en los puntos de control militar es largo. De hasta dos horas. Se inicia en la alcabala de La Pedrera, al sur del Táchira, y se repite en al menos otras dos alcabalas. Es la revisión antidrogas.
En el caso de Margarita, la unidad hizo dos paradas más para permitir comer a los pasajeros. Cada una de una hora.
Hay serias dificultades para poder comprar gasoil. Es constante el parar en estaciones de servicio.
Otra irregularidad es dejar subir a vendedores ambulantes.
Margarita dijo que en la unidad viajaban un grupo de pasajeros procedentes de Ecuador y Perú, con varios años fuera de Venezuela. Se asombraron de observar tantas irregularidades en los puntos de control, que el transporte no ha evolucionado para mejor en nada. (JLG)