La parroquia San Juan Bosco, en Táriba, municipio Cárdenas, cumple 50 años de creada, el próximo sábado 1° de febrero de 1975. Su primer párroco fue el sacerdote Oswaldo García, quien hoy tiene 97 años.
La Diócesis de San Cristóbal decidió dividir a los fieles que administraba la Basílica de Táriba, por el crecimiento demográfico de la zona. La nueva parroquia incluye varias comunidades como urbanización Monseñor Briceño y un grupo de aldeas: Las Vegas de Tàriba, El Junco, Arjona, Sabaneta, San Rafael, Capachito, entre otras.
El sacerdote Mauricio Sánchez, desde hace tres años y seis meses, es el actual párroco de la iglesia. Es una construcción con techo a dos aguas, de una nave central amplia, donde dominan las rejas, en amplios ventanales, para dar iluminación y ventilación a todos los espacios. Tiene una torre-campanario y la casa cural.
Le acompañan el padre Milton Torres, como vicario, y el diácono permanente, Omar García.
—Es la fiesta patronal y coincide con los 50 años de la parroquia. Contaremos con la presencia de las imágenes del Santo Cristo de La Grita y de la Virgen de La Consolación –se dijo que serán las originales-. Las actividades se inician el jueves 30 de enero, en horas de la tarde, que incluyen serenata, vigilia y eucaristía en horas de la noche.
— ¿Cuándo es el día central de la fiesta religiosa?
— El viernes 31, a las 10 de la mañana, es la eucaristía principal de San Juan Bosco. Se contará con la presencia de monseñor Lisandro Rivas, obispo de la Diócesis de San Cristóbal; monseñor Gonzalo Ontiveros, obispo del Vicariato del Caroní, quien nació en esta comunidad; monseñor Juan Ayala, obispo auxiliar, y monseñor Mario del Valle Moronta, obispo emérito. También estará presente el sacerdote Oswaldo García, quien fue el primer párroco en esta parroquia.
— ¿Cómo marcha la construcción del columbario?
— Es una obra en construcción. Está marchando. Falta elaborar las colmenas –donde se colocan las cajas de madera con las cenizas de los difuntos- y colocar el techo, además de acondicionar el espacio de acceso. Está al lado izquierdo de la entrada principal.
— ¿Alguna necesidad en el acondicionamiento del templo?
— Se han hecho inversiones para el mantenimiento de la estructura. Se recuperaron paredes, se pintó. El techo tiene su tiempo de construcción, y por los momentos no tenemos goteras. El objetivo, más adelante, es cambiarlo.
— ¿Cómo define usted a la feligresía que acude a este templo?
— En este templo, como en toda Táriba, es una gente de mucha participación en la liturgia, en la eucaristía, en la oración. Es gente muy religiosa, muy devota, quizá por la presencia de la Virgen de la Consolación. Hay gran concurrencia los domingos y entre semana de los fieles de la parroquia.
— ¿Y la participación de los fieles servidores a la iglesia?
— Es una parroquia que tiene movimientos de apostolado, movimiento a nivel de catequesis, participación grande de gente que coordina toda la parte litúrgica, muchos jóvenes activos, los niños en la catequesis, Infancia Misionera y Joven Misión. (JLG)