El posible colapso de una alcantarilla, cerca de una escuela, mantiene en vilo a los productores agropecuarios del sector
Desde hace más de una década, la vía que comunica a la Troncal Cinco con poblaciones como Los Cruceros y La Azulita, en el municipio Fernández Feo, no recibe mantenimiento, por lo que presenta baches y daños de consideración en la calzada que la hacen prácticamente intransitable, en algunos tramos, sobre todo en época de lluvias.
Sin duda, el estado deplorable de la carretera, a juicio de los productores agropecuarios que a diario zigzaguean entre desniveles y enormes huecos, e incluso una alcantarilla que está a punto de colapsar, representa un gran obstáculo a sobrepasar cuando se trata de transportar sus productos a San Rafael de El Piñal u otras poblaciones del sur del Táchira.
Uno de los pobladores del lugar, quien, contra viento y marea, persiste en mantener su pequeña granja avícola, refiere que desde hace al menos unos quince años la arteria vial no recibe siquiera un bacheo superficial, asegurando que en ocasiones ellos mismos han optado por tapar los huecos con material granular, de modo que los automotores transiten con mayor facilidad.
—Uno de los principales problemas que enfrentamos los pobladores de estos sectores rurales tiene que ver con el mal estado de la vía. Tanto así, que cerca de la escuelita una alcantarilla cada vez se hunde más, lo que nos hace temer que en cualquier momento pueda colapsar y dejarnos incomunicados— comenta Gilberto Vargas.
Sostiene además que, debido a esta situación, sus automotores suelen sufrir desperfectos en el tren delantero, en los rines, los cauchos, los amortiguadores y las crucetas.
Fallas de electricidad y telefonía móvil
En cuanto a otros servicios públicos, coincidieron en que las fallas eléctricas y de la telefonía móvil son otras problemáticas que enfrentan casi a diario.
En lo referente a la crisis energética, detallan que los cortes eléctricos se registran en cualquier momento, lo que atenta contra electrodomésticos como neveras, equipos de sonido y televisores.
“No solo se trata de los cortes relacionados con el racionamiento de energía eléctrica, sino de los altibajos, que se presentan de manera sorpresiva, sin dar tiempo a desconectar los pocos equipos que uno tiene”.
Subrayan, en este mismo orden de ideas, que la cobertura telefónica de las empresas que prestan el servicio de telefonía móvil en la zona también resulta afectada con los “apagonazos” intempestivos, pues las antenas a menudo no cuentan con plantas eléctricas para seguir cumpliendo su función. “O tienen la planta, pero no el gasoil”, aclara el productor avícola.
En medio de este escenario, rememoran una época pujante, en la que criar pollos y tener gallinas ponedoras y cachamas dejaba sus buenos dividendos y, en cada uno de ellos, la satisfacción de aportar al desarrollo de la región.
“Así como está la vía, así podemos describir la situación que vivimos en estos predios, en lo que a la producción avícola y piscícola se refiere. Algunos se han marchado, mientras que otros seguimos adelante, pues no queremos abandonar nuestras parcelas. Aunque no con la misma capacidad, seguimos sacando algo para comer y vender en El Piñal”, reflexiona un campesino de 55 años.
Raúl Márquez