Regional
A tres años de su detención, familiares de Jackson Vera piden su libertad
6 de agosto de 2025
La abuela de Jackson Vera de 89 años, necesita recolectar aproximadamente 500 dólares para poder viajar en avión a ver a su nieto.
Este martes 05 de agosto se cumplió tres años de la detención de Jackson Vera, un joven profesional egresado de la Universidad de Los Andes (ULA), quien fue aprehendido en San Cristóbal, estado Táchira, en agosto de 2022. Sus familiares, en una emotiva declaración, denuncian la “arbitrariedad” de su arresto y la falta de pruebas en un proceso judicial que consideran injusto, exigiendo su pronta libertad.
Un medio local para aquel entonces, relató lo sucedido, basándose en la información de los cuerpos de seguridad. “Jackson Vera, en un momento en que se desplazaba en su motocicleta por la Avenida 19 de Abril, fue interceptado por funcionarios de la División de Investigaciones Penales (DIP). Fue trasladado a un hotel de la ciudad donde se hospedaba Jecson Ricardo Cariel García, otro joven egresado de la ULA a quien Jackson conocía superficialmente”.
Ambos fueron esposados y presentados públicamente como «los explosivistas del Táchira». La versión oficial indicaba que a Cariel le habían encontrado C4 en una maleta y que, junto a Jackson, planeaban actos desestabilizadores contra el gobierno.
Esta narrativa se amplió con la afirmación de que los jóvenes habían sido capturados al regresar de la frontera con Colombia, un lugar que Jackson no visitaba desde hacía meses, y que poseían boletos de avión para viajar a Bogotá a mantener reuniones subversivas. La familia de Vera quedó atónita ante estas acusaciones, que consideran completamente falsas y fabricadas.
Un proceso judicial marcado por interrupciones
Alejandrina Vera, la madre de Jackson, visiblemente afectada, relata el calvario que ha significado este tiempo. «Ya son tres años de su detención de manera arbitraria, él ya tiene ese tiempo allá, es injusto porque él no ha cometido ningún delito de lo que se le acusa,» afirmó.
La madre exige la libertad de su hijo, asegurando que es inocente de los cargos que se le imputan: asociación para delinquir, tráfico de armas y terrorismo.
El proceso judicial, que actualmente se encuentra en fase de juicio, ha sido un camino lleno de obstáculos. Inicialmente, el caso estaba a cargo del Dr. Maximino Márquez, quien fue detenido por corrupción, interrumpiendo el proceso.
Posteriormente, otro abogado de apellido Vera tomó el caso, pero también fue interrumpido. Ahora, la abogada Alejandra es quien lleva el proceso, y se ha fijado una nueva audiencia para el 12 de agosto.
El alto costo de la cercanía familiar
Alejandrina Vera también habló del impacto económico y emocional que ha tenido la detención en la familia. Las visitas a su hijo en Caracas, donde se encuentra recluido, son escasas debido a la dificultad y el alto costo del viaje. «He tenido siete semanas sin visitarlo,» lamentó. Los gastos incluyen pasajes, comida y estadía, lo que representa una carga insostenible.
Teresa Cáceres de Vera, la abuela de Jackson, de 89 años, también expresó su dolor. «Yo lo traje a este mundo y fui la partera… él vivió toda la vida aquí conmigo,» recordó con nostalgia. La abuela, quien lo extraña «muchísimo,» relata cómo Jackson la ayudaba en las tareas del hogar.
«Eso para mí fue… la quitada de un brazo derecho,» describió, y confesó que el sueño se le va por las noches al pensar en su nieto.
Ambas, madre y abuela, han viajado a Caracas en contadas ocasiones y sueñan con volver a verlo. Alejandrina Vera, con la voz quebrada, confesó que esta situación «marcó mi vida. Me acabó totalmente.» No obstante, su mensaje es de esperanza y lucha: «No podemos rendirnos. Tenemos que seguir luchando hasta encontrar la libertad de nuestros hijos,» un lema que comparte con otras madres en situaciones similares.
Un llamado a la justicia
La familia de Jackson Vera, que ha presenciado cómo un arresto “arbitrario” se ha prolongado por tres años, insiste en la inocencia del joven y en la necesidad de que su caso sea revisado con justicia.
Con cada audiencia y cada día que pasa, el llamado de sus seres queridos se hace más fuerte, clamando por el fin de una pesadilla que ha destrozado a una familia entera y que, según ellos, se basa en una historia falsa.// Maryory Bustamante