Regional
A uno y otro lado del río Torbes mala vialidad apremia en El Corozo
lunes 18 agosto, 2025
Freddy Omar Durán
La acción destructiva del río Torbes sigue en lucha con las labores de levantamiento de protección hidráulica en varios puntos de los sectores El Corozo y Campo Alegre, municipio Torbes.
Hace dos meses las cosas se tornaron preocupantes, principalmente para la comunidad de Campo Alegre, donde las lluvias alimentaron el frenesí fluvial que no solo se llevó buena parte de su carretera principal, sino que amenazó con llevarse a las viviendas mismas.
Inmediatamente el Gobernador del Táchira se abocó a la recuperar una carretera vital tanto para el municipio Torbes como para el movimiento social y económico que posibilita para la zona metropolitana en general, para la cual eran necesarios trabajos de canalización y contención del caudal.
Las lluvias no han cesado y la mala fortuna vial brotó al otro lado del río, muy cerca de la alcabala de la Guardia Nacional en la vía que comunica con la Troncal 5.
Hace un poco más de un año se levantó allí un muro de contención que no aguantó la prueba de la naturaleza, y más que lamentar tal incidente, la comunidad aledaña agradeció la prontitud con que se asumieron esos daños, pese a que la emergencia cercana ya de por sí ha requerido una buena parte de recursos humanos y técnicos.
Hasta los momentos, en Vista Alegre tales trabajos ya han avanzado, aunque el tráfico, en dirección especialmente hacia el municipio Córdoba, sigue por paso a riesgo, para lo cual se han colocado postes delimitadores con material fluorescente. Del otro lado, se ha restringido el tráfico, aunque las veredas permiten más alternativas a la hora de tomar hacia San Josecito.
Como explicó uno de los encargados de la supervisión en Vista Alegre, las obras del muro ciclópeo marchan con normalidad y se realizan mediciones para determinar cuándo podría ser ensanchada la vía, en la cual está habilitada un solo canal. Solo se detiene el fluido vehicular cuando se hace necesario alguna tarea puntual, como el vaciado del cemento.
Este fin de semana, por el barranco de unos tres metros bajo el borde destruido en El Corozo, dos yumbos removían tierra y el lago de aguas estancadas en parte alimentado por una cañería a la intemperie, mientras efectivos de la Guardia Nacional y la PNB ejercían labores de vigilancia.
Para algunos de los vecinos, aunque la mayor responsabilidad la señalan en el río y sus veleidades, también creen que la remoción de materiales para trasladarlo a la otra obra pudiera haber debilitado la estructura.
La señora Carmen Marciales, del sector El Corozo, aplaudió que se acometiera con prontitud la recuperación de la vía, luego de su debacle el sábado 9 de agosto, ya que el temor era que eso se quedara así, para dar comienzo a la “espera infinita”. Contó que hace siete años pasaron por una situación similar, y se ha vuelto a repetir por un comportamiento de las lluvias que hace un buen tiempo no se veía. Para tomar el transporte no hay mayores inconvenientes, teniendo a disposición tanto las unidades de la línea Santa Ana como la línea Rómulo Gallegos.
—Ellos están asumiendo su responsabilidad, que es lo más importante. Esa empresa tiene sus buenas máquinas y sus ingenieros especializados. Trabajan día y parte de la noche y tenemos fe que en 15 días la vieja carretera de El Corozo esté funcionando. Si van a volver a reconstruir el muro, que lo hagan con buena cabilla y materiales resistentes, además que se le tiene que hacer buena cañería— concluyó la señora Marciales.