Pese a tratarse de uno de los sitios más icónicos de la capital tachirense, pues es uno de los espacios públicos más visitados y de construcción más antigua, la plaza San Carlos, o mejor conocida como la plaza de Las Palomas, está completamente abandonada, ello en buena medida por la falta de mantenimiento, lo que ha causado que ésta sea un depósito de basura.
Sumado a la presencia de desechos en todas las áreas verdes, también es apreciable que casi toda la infraestructura de la misma está en franco deterioro, por lo que ya no es confortable ni agradable acudir a ella, tal y como lo declaró Juan Carlos Rodríguez, quien agregó que este espacio es un foco de inseguridad y malos hábitos.
“La plaza de Las Palomas fue una de las más bellas de San Cristóbal. Se hacían espectáculos para la comunidad. La familia venia y disfrutaba de momentos amenos. Había muy buena iluminación, vigilancia policial, por lo que era un sitio muy visitado, sobre todo por estar ubicada en el corazón de San Cristóbal y frente a la iglesia El Santuario”, dijo el vecino.
“Lamentablemente eso ya cambió y hoy en día, es un sitio muy inseguro y para nada cuidado, ya que sólo con caminar unos metros en ella, es pueden apreciar el pésimo estado de las caminerías, áreas verdes y alumbrado público”, agregó mientras enseñaba las descuidadas áreas verdes.
Las palabras del vecino, se sustentan en el precario estado de la plazuela, de la cual sólo queda el nombre, ya que sus áreas están completamente destruidas y vandalizadas, ya que han sido robados tableros eléctricos con los cuales se operaban lámparas e iluminarias.
“La plaza no posee luz en las noches, pues además de robarse las pocas bombillas, delincuentes robaron el sistema de cableado, eso fue un golpe mortal, pues ya no es posible que haya iluminación, lo cual es sumamente peligroso y un riesgo para la gente que quiera venir en los horarios nocturnos a recrearse”, comentó.
Problema con la basura
Paralelo a esta situación, los mismos residentes de los alrededores de la plaza, han tomado las áreas verdes como depósito y quema de basuras, lo que ha generado un cuadro de insalubridad generalizada y malos olores.
Tanto en caminerías, como en el centro de la plazoleta, la maleza ya alcanza casi un metro de alto, lo que deja en clara evidencia el abandono del sitio.