Estudiantes, docentes, y vecinos de la escuela Doctor Leonardo Ruiz Pineda y del preescolar con el mismo nombre, en la Unidad Vecinal, están afectados por las aguas servidas que corren libremente por la vía y rodean a ambas instituciones de educación primaria e inicial.  Exigen a las autoridades competentes solucionar el daño porque un estimado de 300 niños podrían estar afectados, sin  contar las personas que viven en las adyacencias.

“Hay un problema bastante grave frente al preescolar. Contaminación, malos olores, aguas negras que salen por un lado y otro. Esto está afectando a este sector. El preescolar Doctor Leonardo Ruíz Pineda está a tres metros incluso el agua pasa por toda la entrada de la institución”, dijo Porfirio Moncada, habitante de la comunidad, acompañado de un grupo de vecinos quienes reiteraron la situación data desde hace al menos dos semanas.

Hay temor ante la posibilidad de la aparición de enfermedades a causa de las aguas residuales, porque, afirman, ese líquido, esparcido por toda la vía, contiene virus, bacterias y otros gérmenes. Preocupa de manera especial el bienestar de los niños de la institución de educación inicial y los adultos mayores. Alertan sobre el incremento de mosquitos y sancudos atraídos por las aguas servidas.

Contaminación general    

Insisten en que el agua cloacal que fluye del suelo, circula libremente por la vía pública, se estanca en la entrada del referido preescolar, corre hacia la calle 3 de la Unidad Vecinal, pasa por un lateral y la acera de la escuela de educación primaria Doctor Leonardo Ruíz Pineda, sigue a la Iglesia El Divino Redentor y continúa hacia la plaza del sector, con dirección al teatro Luis Hurtado Higuera.  Aseguran que la hediondez es insoportable, sobre todo cuando calienta el sol y cuando cae la noche.

De acuerdo con los vecinos, las 24 horas de día sale agua contaminada, pero en determinados momentos, cuando los habitantes de las casas de la vereda lavan, se bañan o sueltan el agua del wáter cloc; se convierte en una especie de río.

Otra de las preocupaciones es el daño que puede sufrir la vialidad por el efecto erosivo del agua, y más aún cuando se trata de un manantial putrefacto. Piden a la alcaldía de San Cristóbal, a Hidrosuroeste, o al ente competente ejecutar los trabajos necesarios para solucionar el problema.

Muro podría colapsar

Representantes de los niños que estudian en el grupo escolar Dr. Leonardo Ruiz Pineda aprovecharon la ocasión para recordar a las autoridades correspondientes que la pared perimetral de esa institución podría caer en cualquier instante a causa de un gran árbol que está empujando esa estructura.

Misma preocupación manifiestan vecinos de esa institución y alertan que podría ocurrir un accidente lamentable. Aseguran que vienen denunciando esa situación desde hace mucho tiempo, al menos dos años, sin obtener respuesta de las autoridades. “¿Estarán esperando que suceda un hecho trágico para tomar cartas en el asunto?”, se preguntan.

Bleima Márquez