De sus 53 años de edad, Alfredo Monsalve ha dedicado 42 a ofrecer el Diario La Nación por las calles del municipio Junín. Con orgullo, dice que comenzó desde niño, junto a la propietaria fundadora del negocio, donde los rubienses saben que siempre consiguen la edición impresa del más importante medio de comunicación de la región.
“Era muy pequeño cuando empecé a trabajar como pregonero con la señora Elba Espinel, y seguí haciéndolo durante toda mi vida. En Rubio hay muchos lectores del diario, todos me conocen y me buscan, a la espera de poder enterarse de las informaciones”.
Su jornada inicia antes de las siete de la mañana, cuando llega a buscar los periódicos, para después hacer su ronda; al finalizar regresa a su casa, en el Centro Poblado “El Rodeo”, con la satisfacción del deber cumplido.
Comenta que al inicio de la pandemia y en las temporadas de mayores casos, fue difícil, pues no podía salir, pero meses después, nuevamente recorre los diferentes sectores para llevar las noticias hasta los hogares de sus clientes: “Hay personas que son clientes fijos desde hace mucho tiempo, pero yo camino por todas partes, hasta por las comunidades más alejadas, y nunca he regresado con un solo ejemplar”.
Es muy fácil encontrarlo por el centro, en la plaza Urdaneta y hasta en lugares distantes, hasta donde llega caminando con su carga de información recién salida de la imprenta: «Las ediciones dedicadas al doctor José Gregorio Hernández se agotaron muy rápido, hubo quienes no la pudieron adquirir porque se acabó».
Actualmente trabaja con la nieta de la fundadora del negocio familiar, Gladys Espinel; manifiesta su disposición a continuar con esta tarea, que es parte de su vida desde hace más de cuatro décadas. Se despide y sigue su camino presuroso bajo el sol. Es Alfredo Monsalve, el pregonero más antiguo y fiel de Diario La Nación en el municipio Junín.
Norma Pérez