“El racionamiento ha sido muy cruel, pero al llegar la luz a la casa y asomarse por la ventana, podemos ver las lámparas encendidas; eso no se entiende, es un gasto innecesario de energía”: Irama García
En San Cristóbal, cada vez es más severo el racionamiento de energía, pero el alumbrado público se mantiene encendido las 24 horas del día.
Así lo aseguran habitantes de la capital del Táchira, quienes denuncian, a través de #YoReportoALaNación, que mientras padecen un racionamiento cruel, la energía eléctrica se derrocha desde hace varios meses, sin que nadie haga algo al respecto.
Irama García dice que su familia, al igual que la mayoría de los hogares tachirenses, hace todas las acciones que recomienda el Gobierno para ahorrar energía: desenchufan los electrodomésticos que no utilizan; apagan la luz de los espacios vacíos; regulan la temperatura de los aires; desconectan los cargadores de los celulares; lavan una vez a la semana, con la carga full; en fin, todo lo que sugieren para el ahorro de energía; sin embargo, ven con disgusto cómo despilfarran la electricidad al mantener las 24 horas del día el alumbrado público encendido.
“El racionamiento ha sido muy cruel, pero al llegar la luz a la casa y asomarse por la ventana, podemos ver las lámparas encendidas; eso no se entiende, es un gasto innecesario de energía”, agregó García.
Para Freddy Guerrero, otro habitante de la capital, lo ideal es encender el alumbrado público solo al caer la noche y para eso deberían contar con una fotocélula, que las hace prender o apagar, de acuerdo con la intensidad de luz que perciben las lámparas; en caso de no contar con esa tecnología, deben idear un mecanismo para garantizar que solo esté prendidas 12 horas diarias.
Casi toda la ciudad de San Cristóbal mantiene encendida sus luces día y noche, dice con seguridad Irama García, que ha visto el centro de la ciudad, avenida Carabobo, Ferrero Tamayo, 19 de Abril, barrio Las Flores, Unidad Vecinal, barrio Alianza, urbanización Mérida, Las Delicias, Pirineos, barrio Sucre, Barrio Obrero, avenida Lucio Oquendo, la Rotaria, La Guayana, entre muchos más.
—Por qué no suman el consumo de electricidad del alumbrado público de estos sectores -se pregunta García-, y dice estar segura de que por lo menos equivale a un 10 % de lo que requieren ahorrar.
Además del desperdicio de luz que provocan al no regular el encendido y apagado, también están ocasionando otro daño que afectará a la población, se trata de la vida útil de las lámparas, pues de continuar trabajando a ese ritmo, sin parar, las veremos fuera de servicio en poco tiempo; de hecho, ya muchas están dañadas.
El llamado de los vecinos de San Cristóbal es principalmente a Corpoelec, para que revise esta situación; también a la Gobernación del Estado y a la Alcaldía, para que realicen los trabajos necesarios y eviten el derroche de energía, además de garantizar mayor vida útil a las luminarias que forman el alumbrado público.
Si tiene alguna denuncia, la puede comunicar por: [email protected]
Bleima Márquez