Regional
Angustia y desesperación en Táchra para el abastecimiento de gasolina
11 de diciembre de 2018
El abastecimiento de combustible en la capital tachirense, es cada día más agobiante por las largas horas de espera que emplean los ciudadanos para poder surtir los tanques de sus automotores, ello por el desorden reinante en las estaciones de servicio y los pagos en pesos que ahora deben cancelar para poder obtener gasolina.
Quienes acuden a las estaciones de servicio para tratar de obtener gasolina, deben estar dispuestos a pasar entre 8 y 10 horas para lograr su objetivo, no sin antes pasar por una serie de atropellos que son cometidos por las autoridades militares y policiales, quienes tienen a su cargo los centros de distribución, ello por la gran cantidad de “ coleados”, que cancelan en pesos a los uniformados para evitar hacer las tediosas colas.
Durante ayer lunes, en las pocas bombas abiertas de la capital tachirense, las colas se recrudecieron, lo que originó fueran descomunales en las calles y avenidas de la capital tachirense.
En algunas bombas, las personas se apostaron desde el día domingo a la espera de la llegada de gandolas para el trasegado de gasolina y poder comprarla.
Con cada día que trascurre, el abastecimiento de gasolina es aún más difícil. La anarquía que se vive en las estaciones de servicio es total, pues se asegura que las mismas autoridades se han encargado de realizar negocios y obtener ganancias en moneda colombiana, alimentos o hasta por el mismo combustible, el cual es vendido a quienes no poseen chip en sus vehículos.
Caos para comprar gasoil
El caos no es exclusivo para la venta de gasolina, ya que los transportistas que se abastecen de gasoil, igualmente padecen los mismos problemas de espera y de cobro de “vacunas”, o de lo contrario permanecer entre uno y dos días en cola.
Muchos conductores reiteran a los periodistas que la militarización de las estaciones de servicio, no garantiza el buen funcionamiento de ellas, ya que las mismas autoridades están implicadas en los cobros para darle preferencia a los “coleados”.
Pablo Eduardo Rodríguez