El pasado martes se efectuó la toma de posesión de Arquímedes Balza, como alcalde del municipio Tulio Febres Cordero del estado Mérida.

Los actos se iniciaron con un tedeum de acción de gracias en el templo de la iglesia por parte del sacerdote Carlos Méndez, quien les recordó al alcalde y los concejales que no pueden obrar mal en el ejercicio de sus funciones, porque si obran mal, no lo están haciendo en el nombre de Dios; citando al profeta Isaías, les pidió que “no hagan el mal a nadie”

Además, el presbítero les pidió que no hagan como los paganos, quienes decían: ” Te voy a pagar con la misma moneda”. También el sacerdote le sugirió al burgomaestre que, antes de tomar una decisión, la consulte con Dios, para que no se equivoque.

Finalizado el acto religioso, procedió el presidente de la Cámara Municipal, Manuel Linares, a tomar el respectivo juramento de ley al burgomaestre, quien cumplirá su período como mandatario municipal hasta el  2025.

Entre los invitados se observó al gobernador encargado Arquímedes Fajardo, quien agradeció a toda la Panamericana merideña por la confianza que puso en los candidatos, quienes sabrán estar a la altura del compromiso…y aseguró que Nueva Bolivia y sus parroquias no se equivocaron con Arquímedes Balza.

Mientras que el recién electo alcalde, al tomar la palabra saludó la presencia del exalcalde Orangel Salas, el exconcejal Heriberto Colina y de todos los presentes, asegurando que esta campaña electoral fue la más difícil, la más dura de las 5 campañas que ha librado en ese municipio desde la edad de 22 años; fue en el último día del plazo establecido por el CNE que apareció su nombre inscrito como candidato a la alcaldía.

Igualmente, recordó que su primer trabajo fue como maestro de escuela en Río Frío, y dijo sentirse orgulloso de su trayectoria deportiva y de haber representado a su municipio en varios torneos.

El alcalde Balza pidió que el pueblo entienda que, como autoridad municipal, tiene hablar con quién sea para buscar las soluciones de su pueblo.

Destacó que recibe un municipio quebrado, recordándoles a los concejales que la tarea no es fácil, “ya que este país requiere un verdadero cambio en lo político y es entre todos que se tiene que  cambiar; en este municipio hay chavistas buenos, que quieren al municipio, y es con ellos que se debe  trabajar y se merecen que los tratemos con respeto”.

El burgomaestre aseguró que ordenó rescatar la Casa de la Cultura, como también revisar las 27 direcciones que existen en la alcaldía, donde algunas serán eliminadas y otras fusionadas, teniendo que incluir profesionales, técnicos y obreros que se necesiten, pero tratando de buscar a los mejores y que quieran a su municipio.

El burgomaestre recordó que su primer oficio fue ser limpiabotas — queriendo recordar sus orígenes humildes –. “Todos los que están en este hermoso acto son parte de la historia que hoy empezamos a escribir, ganamos una elección de manera holgada, sin dinero, sin gasolina, sin carros para transportar a nuestros electores”.

Al finalizar, confesó que todas las noches, cuando llegaba a su casa, agotado por la faena del día, le pedía a Dios que le permitiera gobernar, porque en su municipio están pasando cosas muy malas. “Hoy damos gracias a Dios y a todos los que votaron por nosotros, por permitirnos trabajar para ustedes”. (Enrique Rivera)