Nancy Porras
Está distinto. Atrapa la atención de sus feligreses. Recibe aplausos de los ancianos que siempre han profesado la religión católica. Muchos dan gracias a Dios. Al pasar y devolver la mirada sienten que el templo San Agatón sonríe. La razón: están reparando la estructura ya deteriorada por el paso inclemente del tiempo.
La responsabilidad de hacer algunos arreglos está en las manos del padre Reynaldo Chirinos, quien asumió como párroco en enero de 2023.
Sabía que en el templo urgían algunos arreglos y pensó en la fachada. No obstante, la decisión de comenzar la reparación por la cúpula la tomó un día lunes, luego de oficiar una de las misas, acompañado por el padre José Gabriel, hermano de la orden Agustinos recoletos y comenzaron a caer goteras en el altar mayor, cuyo techo es una cúpula, sobre la cual descansa una imagen de Cristo Rey, ya consumida por el paso de los años.
Prioridad: la cúpula
Llegaron a la conclusión de que reparar la cúpula no era una prioridad, sino una emergencia, claros en que la fachada puede esperar. “Una lluvia fuerte y si se cae el techo, qué vamos hacer; de allí que cada vez que celebraba estaba atento, porque ya había visto que la falla era grande”.
Comenzó a hacer presupuestos, todos muy costosos, pero siempre con el firme propósito de lograr un buen trabajo, no quería guardar la duda de que no quedara como lo exigía la estructura; y se encontró con los conocimientos de Jesús Delgado, que hoy no sale de la iglesia, pero cuenta que está muy satisfecho de colaborar con estos trabajos, nada fáciles.
Llegó Jesús, inspeccionó el daño y se inició el trabajo, que no solo es pintar por pintar, sino que primero se limpió la estructura física y luego trasladar a esa altura el cemento y demás materiales; seguidamente se comenzó el proceso de resanar, impermeabilizar y colocar la pasta profesional para cubrir espacios.
Trabajo de calidad
Dividieron el trabajo en fases, en estos momentos están en la tercera que consiste en la pintura.
“Unos ven el trabajo muy lento, sin embargo, pero esta refracción no es afán, ni apuro, son arreglos de detalle, envergadura, se trata de hacerlo bien para la posteridad”, comentó el sacerdote.
Es exigente, porque montarse en la cúpula es un peligro, es riesgoso, pero se hace con cuidado exigiendo calidad porque el templo San Agatón es un patrimonio que hay que cuidar.
–¿Cómo ha sido el proceso para obtener recursos?
— La comunidad ha ayudado mucho. Tenemos un bono parroquial y de verdad todos han colaborado—.
Reconoció el padre Chirinos que lo organizó con miedo, temor, porque no sabía si la gente iba querer pagar y asumir: “Bendito Dios ya se han hecho dos partes de pago de los arreglos del templo, es decir, queda menos por cancelar”.
Iniciaron los trabajos
Jesús Delgado es un joven de 29 años que trabajó en una ferretería propiedad de su papá, es decir, tiene valiosos conocimientos de pintura, pero también sobre otro tipo de materiales y cuenta con el asesoramiento de un ingeniero que es su socio.
La pandemia lo llevó a explorar otros caminos y a ver en este mundo de la construcción una forma de encontrar calidad de vida.
Llegó a la conclusión que había que hacer una restauración en la cúpula de la iglesia y comenzaron con traer un hidrojet industrial, se lavó totalmente, se sacó pintura de hace unos años atrás, hasta los momentos van doce sacos de desechos de solo pintura vieja; se quitaron los frisos que ya no servían, se impermeabilizó, se aplicó cemento con otros materiales. Es lento pero está quedando bien hecho.
Tiempo del trabajo
— Estimamos que podía ser en un tiempo entre cuatro y seis semanas porque nos puede perjudicar la lluvia; el pasado jueves cumplimos cinco semanas, en dos más puede estar terminándose el trabajo de la cúpula —declaró.
— ¿Cuánto es la inversión en los trabajos de la cúpula?
— Va sobre los 3 mil dólares, solo en materiales.
— ¿Cuántas personas están trabajando?
— Cuatro personas. Tengo laborando con este personal, un año. Todos están asegurados, sus papeles están en regla, solamente uno, el de menos edad, 17 años, no se sube a la cúpula, es quien dice todos los días: pasó esto, ocurrió tal situación, si hay que corregirlos se corrigen y si hay que felicitarlos y premiarlos también — acotó.
Ante de tomar cualquier decisión, Jesús consulta con el padre Chirinos, una de esas decisiones fue el momento de seleccionar los colores, se buscó la carta y se trabaja con una pintura de calidad, y el impermeabilizante es para doce años como mínimo porque se aplica una pintura especial para ese tipo de estructura.
— Sin embargo, en unos cinco años hay que hacer un retoque y la impermeabilización en seis, trabajo de mantenimiento que garantizará el buen estado de la cúpula- advirtió.
Hizo el trabajo de recuperación del Unicentro El Ángel, donde estuvieron durante cuatro meses, siempre apoyado en sus conocimientos técnicos que los lleva a la práctica.
Últimos detalles
— ¿Cuándo puede estar lista la cúpula?
—Para el próximo miércoles; sólo queda la impermeabilización de la base de la cúpula como tal, que incluye también una parte del techo de la sacristía, quedará solo supervisar, inspeccionar para saber si falta color, retocar y ver posibles fallas.
–¿Qué colores aplicaron?
–Blanco almendra y amarillo oro.
Concluidos los trabajos de la cúpula, aún quedan muchas cosas por reparar, entre ellas el balcón de la fachada, espacio que preocupa porque sospechan que hay algunas columnas que puedan estar falsas, y también las paredes laterales del templo San Agatón. Para conseguir todos los arreglos necesarios, espera seguir contando con la mano generosa de la comunidad de Guásimos.