Regional

Arte y talento entre la tinta y la piel

5 de junio de 2024

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A David Otoniel Lugo ha ganado prestigio dentro del mundo del tatuaje latinoamericano por su particular visión del retrato y las sombras.

Freddy Omar Durán

Ser artista de éxito y no declinar su vocación, es un logro del cual no pocos venezolanos pueden dar feliz testimonio, y más importante aún dar consejo a todo aquel que desee transitar similar sendero al salir de Venezuela.

David Otoniel Soto Lugo, un venezolano radicado en Colombia, nos contó algo acerca de su carrera en el mundo del tatuaje, un arte muy particular, pues no solo toma al cuerpo humano, casi siempre el ajeno al creador mismo, como lienzo, ya que para hacer esto posible necesario es captar el alma y las aspiraciones de su portador, quien al final decide lo que llevará en su piel como sello característico de su personalidad e ideales.

Ha mantenido una fuerte relación con el Táchira, en tanto ha participado como jurado en distintos concursos de tatuaje desarrollados en la región, ganándose el aprecio de aquellos que tomaron la resolución de convertir una destreza en una profesión, y también ha acogido en su estudio y en los eventos en que han coincidido a los nuevos prospectos con aspiraciones de triunfo.

Son 10 años, parte de los cuales ha cosechado 7 primeros puestos en diversos concursos en Colombia, y otros tantos segundos lugares, orgulloso de tal prestigio en la medida en que no solo han servido para abonar una fama personal, a la vez que ha servido para levantar en alto el gentilicio venezolano en general, caracterizado por el esfuerzo, la creatividad y esa aura personal que nos ha distinguido en cualquier lugar del mundo donde nos instalemos.

Son diez años de una trayectoria que en Colombia ha sido particularmente relevante, y al respecto cabe anotar sus triunfos en los eventos: Barrancafest Tattoo (2019), el Expotattoosabana De Torres (2019), el Río Y Tinta Festival Tattoo (2019), el Bucarafest Tattoo Internacional (2019), el Expotattoo (2022). El Mejor Artista en La Ciudad Bucaramanga (2022), El Bucara Fest Tattoo Internacional (2023) y el Ocaña Expo Tattoo (2023).

Su dominio en técnicas de gran precisión y meticulosidad como el realismo y las sombras, además de los mencionados galardones, lo han ubicado como invitado especial ya sea en calidad de jurado o para impartir masterclass en varias convenciones organizadas en Colombia, Venezuela, Perú y Bolivia, e incluso ha alcanzado reconocimiento en Europa, en países como Alemania, Suecia y Holanda. Y su destacado trabajo le ha valido alianzas entre importantes marcas de productos colombianos y estadounidenses vinculados al tatuaje, como @happyinkcare (la empresa colombiana más importante en el ramo que incluye productos cicatrizantes), la fabricante de agujas @Jconly_official y Bronctattoo.oficial enfocada en la elaboración de máquinas de tatuar.

Buscando nuevos horizontes

Daniel Otoniel Lugo fue uno más de la oleada de jóvenes venezolanos desde la pasada década que debieron emigrar al extranjero por la crisis que ha padecido Venezuela en los últimos años. En principio, pensó que iba a ser su carrera de diseñador gráfico la que le daría oportunidades de triunfos y un mejor modo de subsistencia. Pero en realidad sería el arte que ha desarrollado desde hace más de 10 años, el que le proporcionaría una estabilidad profesional en el vecino país: El Tatuaje.

“Tenía la mentalidad que me iría súper bien porque decían que pagaban muy bien en Colombia el diseño gráfico, cosa que no estaba alejada de la realidad para los artistas que ya tenían fama y eran conocidos en el país. Eso me llevó a buscar otros trabajos, porque casi no tenía clientes; y gracias a Dios no apliqué en empleos, y entonces me obligué a meterle más tiempo a promocionar mi arte de la forma que fuera”.

Comprendió que más allá que entregarse a la labor, y siendo el tatuaje un oficio en el cual el mercadeo y el arte van de la mano, antes que nada pensó en la estrategia a seguir, y en el mundo actual, eso implica saberse manejar en el mundo de las redes sociales.

“Comencé a hacer colaboraciones con influencers de la ciudad de Bucaramanga: hicimos sorteos y promociones. De esta manera me hice más conocido, hasta que logré entrar a un local de tatuajes formas y desde ese momento las cosas fueron mejorando y surgieron las oportunidades”.

A la escena colombiana del tatuaje, además de agradecimiento, le debe mucho respeto, por los avances que ha logrado en Latinoamérica, ubicándose en un sitial al que a Venezuela le ha correspondido, en virtud del cual nuestros tatuadores han sido considerados con mucho respeto en otras latitudes.

“Pienso que actualmente Colombia es el país más adelantado en cuanto a tatuajes, porque hay un sinnúmero de artistas con habilidades increíbles y hay mucha cantidad de eventos que se organizan mensualmente; eso contribuye mucho con el constante crecimiento y evolución de los artistas”.

Esa dualidad de arte y negocio, la ha tenido que aprender a surfear con ingenio, y parte de eso implica que un tatuaje, antes que un simple gráfico bonito es toda una historia, a través de la cual aquel cobra verdadera vida. La maestría del tatuado venezolano, y que lo ha hecho distinguible entre otros de su estilo, consiste en esculpir con las sombras rostros de una expresividad que hace de sus personajes, entidades cósmicas hiperrealistas y de un valor casi escultórico.

“Hay que entender que el tatuaje es algo que dura toda la vida, y hay que entregar lo mejor de sí para dejar un buen proyecto que cuente una historia para el cliente, aceptando sus gustos y tratando de darle vida a sus ideas. Dentro del estudio tienes que diseñar cosas que no te gustan, o no te satisfacen totalmente, y es por eso que frecuento las competencias de tatuajes, pues es ahí donde desarrollo proyectos de mi gusto e inspiración, llevando mi sello personal”.

Cada tatuaje implica un reto, un replanteamiento distinto de su técnica adaptada al desafío puesto en sus manos. El que más recuerda ocurrió en un evento donde asistieron personalidades de ese mundo artístico. Fue un trabajo de espalda completa, en el que se puso a prueba su imaginación, sus habilidades con la máquina y se fusionaron sus especialidades en rostro y sombras. Un proyecto así normalmente podría alargarse por alrededor de un mes o más, y a Bernabé Otoniel Lugo le dieron solo 2 días.

“Era un reto personal para mí sobrepasar mis propios límites. No podía fallar en la ejecución de este tatuaje. Fue en un evento muy importante donde iban a estar presentes representantes de muchas marcas”.

“El tatuaje en Venezuela está un poco estático por la situación económica del país: a los artistas les cuesta hacer tatuajes para su propio portafolio artístico, entonces siempre tienen que esperar que lleguen los clientes, ya que no se pueden dar el lujo de regalar tatuajes que les pueden proporcionar más práctica pero que implica asumir, entre otras cosas, los altos costos de los insumos”.

El hecho que de que sus familiares, amigos y colegas en nuestro país le expresen sus felicitaciones por lo que ha venido alcanzando, no compensa el calor de hogar perdido cuando, por una u otra razón, debes abrirte camino en el exterior:

“Lo que extraño de Venezuela es el amor de la gente, el recibir las sonrisas de las personas donde sea que vayas por tus terrenos, y especialmente de tus padres, sobrinos y hermanos. Uno no deja de sentir esa nostalgia por el calor de hogar; pero también entiendes que los sacrificios que hacemos es por asegurar un mejor futuro para ellos”.

Conocer el arte de Daniel Otoniel Soto es posible a través de sus redes sociales Instagram: @davidsoto_tattoo; y Facebook: //www.Facebook.com/koretattooart?mibextid=lqqj4d