Regional
Así fue el sepelio del padre Roberto Arellano en el pueblo que lo vio nacer
8 de enero de 2021
Rosecny Zambrano / @Rosecnyz
Fotos: Juan Carlos Moreno
Un sacerdote muy querido por los ‘poblonderos’ y por toda la comunidad tachirense que tuvo la oportunidad de conocerlo
Desde que se conoció sobre el deceso del padre Roberto Arellano, la tristeza embargó no solo a la gente de la tierra que lo vio nacer, sino el resto del Táchira, pues este sacerdote andino se ganó la simpatía y el cariño de todos, por su humildad y vocación de servicio a las comunidades.
Cerca de las 6:00 de la tarde del jueves 07 de enero, el padre Roberto Arellano, fue sepultado en la misma tierra que lo vio nacer –Pueblo Hondo, municipio Jáuregui- y rodeado de la misma comunidad a la que en algún momento sirvió.
Compañeros de sacerdocio y feligreses, pese al dolor del último adiós, expresaron un profundo respeto y afecto por el padre Arellano, a quien calificaron como “una gran bendición” no solo para Pueblo Hondo sino para todo el Táchira en general.
Entre sollozos y resignación rememoraron lo que fue en vida, su vivencia espiritual y su servicio dirigido a muchos jóvenes, familias y a comunidades enteras. Destacó en la renovación carismática en todo el Táchira.
El padre Roberto deja un gran sentido de pertenencia a la iglesia católica. El sentido de una iglesia viva, misionera, de una iglesia que va transformándose con la fe de la gente y de sus guías espirituales.
Será recordado como un buen pastor, un hombre de fe, quien siempre trató de dar ese buen ejemplo como sacerdote y como cristiano, tanto en la iglesia como dentro de su familia y de sus seres queridos también, así lo aseguraron sus seguidores.
“Nosotros como nativos de Pueblo Hondo nos sentimos orgullosos del padre Roberto, quien lo dio todo por la causa del evangelio. Recuerdo con mucho cariño que el 19 de julio de 2020, le celebramos sus 50 años de vida sacerdotal aquí mismo en la sede del cementerio por el tema de la pandemia. Compartimos con él esos momentos hermosos, de manera muy humilde y sencilla tal y como era él, porque así nos lo pidió y así lo hicimos. Aquí desde la capilla de este cementerio celebramos con nuestro querido padre Roberto,expresó el padre de la parroquia de Pueblo Hondo Pablo Dávila.
El párroco Dávila, aprovechó el momento para hacer un reconocimiento a la familia Arellano Avendaño por su representatividad y catolicismo. “Es gracias a ellos que tenemos este hermoso templo en Pueblo Hondo, ya que fue obra de su padre, tíos y otros familiares, que han marcado mucho a nuestra comunidad”,evocó.
Asimismo, el padre Dávila indicó que la despedida es un momento muy duro, pero recordó los principios y valores de la religión que profesa, lo que le llena de fortaleza para seguir adelante. “Despedir a un hermano es muy doloroso, pero creemos en la resurrección, eso predicamos siempre y en la predicación está también cuando nos toca directamente”.
Al padre Roberto Arellano lo despidieron como un hombre de fe. Entre lágrimas y tristeza, pero también le dieron cabida a la alegría de Dios que dejan sus recuerdos y lo que significó la vida del padre. “Vivió y cumplió el evangelio, al igual que la misión a la que Dios le mandó en este mundo como buen pastor”, dijo el presbítero Dávila.
En el sepelio estuvieron presentes su hermano, padre José Borelli Arellano y los párrocos de la población de Venegara, Sabana Grande y Llano Largo, así como varios habitantes del Pueblo Hondo y zonas aledañas.
En el camino al cementerio se pudo observar que feligreses lo despidieron con banderas y apostados en las afueras de sus hogares. Otros se acercaron para participar en la eucaristía que se llevó a cabo luego de la inhumación, la cual se hizo inmediatamente llegó el cuerpo en la caravana fúnebre, por temas de bioseguridad.