Los consumidores están alarmados. Aunque ha sido en esta semana que se ha agudizado, con precios por kilo que oscilan entre los 7 mil y los 9 mil pesos.
Aunque los minoristas no entienden a ciencia cierta las razones de su aumento, lo cierto es que el tomate se ha encumbrado esta semana, algo adjudicado a las intensas lluvias de estos días.
Este comportamiento lo ha venido presentando desde hace dos semanas, aunque ha sido en esta que se ha agudizado, con precios por kilo que oscilan entre los 7 mil y los 9 mil pesos.
—Dígame, es demasiado caro, pero ¿cómo hace uno? Si los mayoristas te lo ponen por bulto de 20 kilos a 150 mil y hasta 180 mil pesos, expresó una vendedora de verduras en el mercado Los Pequeños Comerciantes.
Le ha ganado el tomate a otros rubros que aún no ceden, como el pimentón –a cinco mil pesos, aproximadamente- y la papa –en el rango de los tres mil pesos, en calidad más baja. Por esos montos va la lechuga, y un poco más abajo otras hortalizas como la zanahoria o la auyama –a mil pesos el kilo-. Mientras la cebolla intenta mantenerse en 3 mil pesos, como el plátano, la remolacha por 2 mil el kilo se hace asequible. Con esta lista aproximada de precios se puede establecer que un mercado solo de legumbres aceptable para una familia de cuatro personas, esta semana puede rondar los 60 mil pesos.
Abstenerse de esta verdura no está fácil de considerar en muchos hogares, teniendo en cuenta su potencial para darle sabor a las comidas. Sin embargo, muchos consumidores siempre han catalogado al ají dulce el sustituto del tomate, y realmente es una opción viable, a mil pesos el kilo.
—Las ventas han estado regulares y los apagones, en establecimientos cerrados como Los Pequeños Comerciantes, han sido un calvario, pues todo se pone muy oscuro, ya muchos se les dificulta pasar punto y la gente, al ver esto así, se abstiene de venir, confesó otro tendero de la zona.
Alexánder Rojas, quien lo ofrece desde su carretilla, ha tratado de ofrecer un tomate más pequeño o “pintoso”. Está convencido de que, a partir de su propia experiencia con la siembra, las lluvias han contribuido a su escasez: “Los cultivos se están dañando. Cuando llueve, las hojas se le pegan al fruto”, afirmó.
Sin embargo, también es de notar que regiones tachirenses eminentemente agrícolas, como Ayacucho, García de Hevia, Michelena, Samuel Darío Maldonado, entre otras, han padecido daños en su vialidad por la actual temporada climática, y eso conllevaría dificultades para el transporte de la producción. Del sur del Lago, en el estado Zulia, hoy en emergencia por inundaciones, también se nutre buena parte del mercado tachirense.
Las frutas siguen pesando para muchos bolsillos, con la mora o la fresa a 5 mil pesos el kilo; pero la lechosa y la guayaba siguen siendo alternativas, mas no así el limón, a punto de estar en 10 mil bolívares el kilo.
Freddy Omar Durán