Regional
Aún no llegan los cilindros de gas a los hogares del estado Táchira
2 de marzo de 2018
Deficiente sigue siendo la venta de gas doméstico en el Táchira, hasta el punto que aún no se cumple la “promesa” del año anterior cuando se aseguraba que las bombonas llegarían nuevamente a la puerta de cada hogar e incluso que volverían a instalarlas.
La muestra diaria y las quejas en los medios de comunicación radial y escritos no terminan, protestas en tal sitio por falta de gas; comunidad de determinado sector tranca la vía por falta de gas; no hay paso a la frontera porque vecinos de Capacho cerraron la vía por falta de gas o como sucedió este jueves en El Diamante de Táriba.
Al final, parece que nadie se acuerda que los anteriores directores de PDVSA Gas Comunal y Gobierno regional habían prometido que en el 2018 el problema se resolvería con creces y hasta con intereses, pues ya nadie tendría que echarse al hombro la pesada bombona, o tendría que correr peligro trasladando el pesado y peligroso cilindro en el maletero del vehículo.
En un recorrido matutino por San Cristóbal se pudo una vez más constatar que no se encontró ningún camión repartidor. Por el contrario, vehículos particulares y en moto haciendo el traslado hasta el centro de llenado de la avenida Libertador.
En el sitio, el equipo reporteril de diario La Nación fue recibido con beneplácito, pues la queja era ¡Gas!, ¡gas! Y más ¡gas¡ No se hablaba de otra cosa que no fuera la penuria por la que vecinos de San Cristóbal deben pasar a diario en busca de dicho combustible.
Hasta religiosas estaban a esa hora en pleno sol, buscando hacer dicho trámite de compra; y aunque en forma amable atendieron a la prensa, dijeron que desde las seis de la mañana deben estar allí para que en el hogar de atención a personas de la tercera edad y dicho convento no falte el gas, es decir que hasta ellas deben pedirle al “señor” de Gas Comunal que les atienda.
José Linares dijo que llegó a las 6 de la mañana y después de una larga cola, le vendieron la bombona sobre las 10, “pagando un poquito más”, dijo con cara de pocos amigos, mientras un vecino le hacía el favor de darle la cola en su camioneta, donde iban otros conocidos.
Josefina Villamizar expresó: “En Patiecitos han llevado gas, pero extrañamente es por un solo sector y a determinadas personas, al parecer del Gobierno; nosotros no tenemos oportunidad de que nos lo lleven a la casa a pesar de que somos de la tercera edad, y eso que así lo prometieron”.
“¡Taxi gas!” es la modalidad
En la planta de llenado de la avenida Libertador, la gran cantidad de personas que se acercan a diario en busca de gas no sólo deben pagar –quien no tenga carro- un taxi que cobra mínimo la carrera en 100 mil bolívares; deben pagarle a un nuevo “servidor” que nadie sabe quién lo implementó, como son los “Taxi gas”, un carretillero que de la planta de llenado saca la bombona comprada hasta la avenida, cobrando 1.500 bolívares.
Tanto el pago del taxi normal como el del “taxi gas”, sumado a los 600 bolívares que vale la bombona grande, la compra pasa de los 300 mil bolívares, porque hasta en la misma planta hay que sumarle “un poquito más” a la tarifa reglamentaria.
Nadie da una respuesta
En ninguno de los lugares visitados donde se aglomeran los sancristobalenses en busca de adquirir la bombona de gas, se encuentra a alguna persona autorizada para que dé una explicación exacta sobre el porqué aún el servicio no se presta directamente en los hogares, como en alguna oportunidad uno de los jefes anteriores de Gas Comunal lo prometió.
Se intentó conversar con personal autorizado pero los encargados de seguridad alegan que no se encuentran y que no hay quien brinde declaraciones, por lo que se consulta sólo la parte afectada, que en todo caso son los usuarios de dicho servicio, quienes ante la prensa exponen que no ha mejorado en nada, y sigue siendo muy deficiente.
El negocio es redondo
Las quejas de los vecinos son múltiples. Algunos afirman que cuando va el camión a determinadas comunidades, los precios establecidos en los avisos reglamentarios nadie los cumple, y que los distribuidores nunca aceptan que se pague el precio real, pues abiertamente exigen el “poquito de más”, so pena de no volvérselo a dejar, porque como dijo Andrés Rodríguez, “te marcan y después no te venden porque no les distes la mascada”.
Como no se consiguió personal autorizado para dar a conocer todas estas inquietudes de los sancristobalenses, se optó por tomarles dichas aseveraciones y hacerlas públicas en busca de que alguien algún día cumpla de llevar hasta la puerta de los hogares el gas o que se evite el nuevo negocio de pretender cobrar con un “taxi gas”, o que se le ponga coto a los distribuidores quienes “marcan” a quienes no les dan un poco más de lo que vale el cilindro. Augusto Medina