Regional
Ayacucho recupera la electricidad luego de 69 horas de un apagón
sábado 27 septiembre, 2025
Una falla localizada en Otovales y otra en el sector Palmichales dejó sin servicio eléctrico al municipio Ayacucho durante casi tres días
Daniela González
Durante 69 horas, el municipio Ayacucho permaneció a oscuras. Una falla eléctrica, en primer momento en Otovales y ubicada finalmente en el sector Palmichales, dejó sin servicio a cientos de familias, comercios y centros de salud.
El personal técnico de Corpoelec trabajó sin descanso para localizar y reparar la avería. Más de 15 hombres se movilizaron por la montaña para hallar la falla que había afectado las líneas y trabajaron arduamente para lograr restablecer la electricidad.
Yoira Vargas, alcaldesa del municipio Ayacucho, se trasladó al lugar afectado, no solo para supervisar los trabajos, sino también para brindar apoyo directo a la comunidad y al personal de Corpoelec. “Esta situación requería presencia, compromiso y acción, no podíamos dejar solos a nuestros vecinos”, expresó mientras recorría Palmichales junto al equipo de Corpoelec.
La emergencia obligó a activar medidas extraordinarias. Ante la imposibilidad de conservar alimentos y medicinas, comerciantes comenzaron a traer camiones cargados con hielo desde la ciudad de San Cristóbal.
“Fue una respuesta rápida para evitar que se perdiera lo poco que quedaba en las neveras”, explicaron.
Comerciantes del casco central reportaron pérdidas significativas por la paralización de sus actividades. “Tuvimos que botar carne, lácteos, jugos… Todo se dañó, fueron casi cuatro días sin poder abrir”, lamentó la propietaria de una charcutería. Otros negocios, como panaderías y farmacias, también sufrieron daños en sus inventarios y equipos.
El restablecimiento del servicio se logró gracias a la identificación de una avería crítica en las líneas de distribución, que fue por personal capacitado.
La llegada de camiones con hielo ayudó
El camión con hielo llegó después de varias horas. La logística no fue sencilla, pero Jesús Abdul, el comerciante que asumió el reto, se destacó una vez más por su compromiso con los pobladores.
También se conoció que Lobatera y Michelena, municipios cercanos, no contaban con hielo para distribuir, ya que en horas de la noche del jueves otros comerciantes habían acudido en busca del producto, agotando las reservas disponibles.