Regional
Breves cortes de luz causan daño a aparatos eléctricos hogareños
26 de abril de 2020
Humberto Contreras
La “aplicación” inexplicable, por lo ilógico, del llamado Plan de Administración de Carga que, de parte de Corpoelec está padeciendo la población, no solo causa zozobra sino también produce daños cuya reparación afecta el presupuesto familiar, debido tanto a los costos exagerados de la mano técnica, como a la difícil posibilidad de trasladar los aparatos para su arreglo.
Esta situación la afrontan varios tachirenses víctima de los desmedidos e impredecibles microapagones que suceden a cada rato, sin contar por supuesto los prolongados cortes de dos, tres y más horas, varias veces al día, en particular este viernes, como ocurrió en casa de una vecina en Altos de Gallardín, en Palo Gordo.
Socorro Díaz tenía su televisor encendido este viernes en la mañana, dado que en esta época de encierro involuntario pero acatado, el aparato se convierte en un auxiliar invalorable para pasar el tedio. Claro, cuando hay energía eléctrica.
En apenas un lapso relativamente corto, por unas cinco veces, se apagaba todo en la casa, y rápidamente tres o cuatro minutos volvía la luz, como se dice en el leguaje popular. Hasta que después de cinco brevísimos apagones, el televisor no volvió a funcionar. Igualmente se le quemó el cable que lleva electricidad para la iluminación exterior de su vivienda, el estacionamiento y otras pequeñas áreas.
Ella tiene instalado un protector para toda la casa, el mismo que ha soportado ya tanto tiempo de descalabros en el suministro de energía eléctrica, pero hasta ahí llegó. Aparentemente se quemó y no pudo proteger el televisor.
La angustia de la señora víctima del incidente, se torna nada envidiable, dado que ahora sin el aparato, no habrá mucha distracción en el hogar. Y pensar en mandarlo a reparar justo ahora, en esta época de cuarentena cuando los ingresos están mermados y todo es escandalosa y abusivamente caro, pues prácticamente para ella no hay otra que guardarse su angustia. Porque, ¿quién le responde?