Regional
Busca el Festival El Grito atraer visitantes a San Cristóbal
8 de noviembre de 2023
Freddy Omar Durán
Un evento cinematográfico que en cinco ediciones ha sido referente no solo en el país y en la región, sino en el ámbito internacional, al ser muy particular en su género enfocado a la fantasía y el horror, el Festival Internacional de Cine El Grito, ya está preparado para recibir a cinéfilos tanto de San Cristóbal como de otras ciudades de Venezuela y Colombia, del 22 al 25 de noviembre.
Cuatro días en los que se asistirá a la presentación de 15 largometrajes, 20 cortometrajes, cine de animación, videoclips –una novedad para esta quinta edición-, todo ello teniendo por lugar central la Quinta Granada de Barrio Obrero.
Realizaciones provenientes de Francia, Argentina, Colombia, España, México, Venezuela. Hungría, Lituania, Bulgaria, Canadá, Brasil, Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania, muchas de ellas estrenos latinoamericanos. Para mayor información de los títulos y los días de proyección están disponibles las redes sociales de Festival El Grito, donde a un afiche lo acompaña una ficha técnica.
Para esta edición es de destacar la resurrección del cine venezolano, que ha cobrado nueva vida con el trabajo que los venezolanos en diáspora han venido realizando desde otros países.
La gente podrá asistir a las funciones de 15 películas, 20 cortometrajes, y participar en conferencias y talleres desde el 22 de noviembre hasta el 25 de diciembre, por un bono de tres dólares, hasta la preventa del 10 de noviembre, aunque se estarán efectuando exposiciones y otras actividades en el mencionado lugar, que no implican costo alguno.
El deseo de su equipo organizador, con Hassler Salgar y Daniel Peñaloza a la cabeza, es que el evento, como se ha demostrado en otras ciudades a lo largo de la historia de la cinematografía, sea un gancho para el turismo, y cada día más los ojos del mundo se dirijan a la capital tachirense.
–Tenemos confirmada la presencia de personas que vienen de Cúcuta, y de otras ciudades. Se busca no solo que vengan a ver películas sino que interactúen con el turismo. Mérida ha sido muy conocida a través del Festival Nacional de Cine. Queremos ser una plataforma que acoja a visitantes de otras poblaciones y que San Cristóbal sea vista como una ciudad cultural. Necesitamos que los eventos se descentralicen, porque todo siempre pasa en Caracas o en Mérida. Porque para poder ver cine fantástico en Venezuela hay que venir a San Cristóbal— expuso Salgar.
Solo ciudades como Caracas y Mérida han tenido una tradición de años en la realización de este tipo de eventos, a partir de un poco más de diez años, San Cristóbal ha cobrado ese protagonismo, primero a través de la Fundación Bordes y luego con El Grito.
A partir de la experiencia del festival, El Grito se ha ido cimentando no exclusivamente como productora de un evento, pues la meta más ambiciosa es que el Táchira se convierta en meca del cine y los videoclips, y muestra de esos prometedores avances se podrán disfrutar en el festival.
–Lamentablemente no contamos en San Cristóbal con una escuela de cine. Si lo queremos hacer a nivel universitario hay que ir a Mérida o Caracas. Y esos espacios son uno de los pocos que nos permiten tener contactos con los cineastas, y aprender de ellos.
Algo de lo que se sienten muy orgullosos los organizadores es del hecho de que muchos participantes les hayan manifestado que su interés en ahondar en el cine fantástico y de horror, haya sido por la existencia del certamen.
Cada edición del Festival El Grito ha sido diferente tanto en sede como en concepción; un aspecto que dice mucho de la resilencia de los organizadores, y la capacidad de en cada ocasión recabar más y más aliados, teniendo en cuenta Hassler Salgar y Daniel Peñaloza, lo iniciaron todo desde simplemente el sueño juvenil de imbuirse de cine.
–Todos los años ha sido diferente, no solo por los formatos presencial y virtual, sino todas las salas han sido diferentes. Hemos proyectado desde plazas, salas de cine, cinematecas. El festival no se limita a espacios físicos, siempre queremos llegar a nuevas comunidades, a nuevos públicos.
Mientras que en Venezuela los festivales se hacían con financiamiento proveniente del CNAC, escaseado el mismo hace casi 10 años, el Festival El Grito ha debido hacerse de muchos aliados regionales, nacionales e internacionales, sumados gracias a la credibilidad atesorada por el evento.
–Parte ha sido planeado y otra adaptado a las circunstancias: no todo el tiempo las salas de cine están disponibles, no todo el tiempo los auditorios están disponibles, y eso es normal. Definitivamente es gracias a los aliados que el festival se sigue realizando, tanto regionales como nacionales e internacionales, de la manera como sea. Siempre hemos intentado ser autosuficientes, y quizá si vuelve el financiamiento haremos un evento monumental; pero mientras tanto el festival ha sido muy orgánico en su crecimiento: No hemos intentado hacer cosas que no hemos podido controlar, ni tampoco cosas demasiado sencillas que no tengan un peso en la ciudad— anotó Salgar.