La inflación es una constante en la economía del día a día del venezolano, quien se ve en la determinación de crear nuevas estrategias a la hora de poder adquirir los diferentes productos alimenticios, como es el caso del sector lácteo y sus derivados, un rubro que continuamente va aumentando sus respectivos costos.
En San Cristóbal, los precios de los diferentes productos pertenecientes al sector lácteo están subiendo cada tres días, lo que conlleva una movida variante en el valor de los quesos, leche y también los huevos.
Este rubro alimenticio es sumamente necesario para el ser humano, pues posee nutrientes importantísimos para el correcto y sano desarrollo del individuo, por lo que su consumo debe estar siempre presente en la dieta del ciudadano.
Aumento al adquirirlo y al distribuirlo
Tras un sondeo efectuado por diferentes locales comerciales de la ciudad, enfocados en este tipo de alimentos, se pudo constatar que los aumentos en los costos de adquisición van de la mano con los de la distribución.
En pocas palabras, al vendedor también le están aumentando el costo de adquisición, cada tres días, por lo que este también debe incrementar el valor de venta al consumidor final, que no es otro sino el ciudadano común y corriente.
“Ahorita los precios están variando cada tres días, a veces cada cinco días y muy pocas veces es semanalmente”, comentó el propietario de uno de los comercios ubicados en La Concordia.
Preferencia a los menos costosos
Asimismo, los comerciantes indicaron que anteriormente los consumidores compraban diferentes tipos de quesos, pero debido a la carestía que constantemente reina en el sector lácteo, ahora se decantan por adquirir los productos más económicos.
“Lo que más se vende es el requesón, queso duro, semiduro y llanero, que tienen un costo mucho más accesible, comparados con el ahumado, mozarela y Paisa”, opinaron los vendedores.
Para la fecha, el requesón figura como el producto lácteo más económico, pues cuesta entre 24 mil y 30 mil bolívares. Lo sigue el queso semiduro, cuyo kilo oscila entre los 30 mil y 34 mil bolívares.
Ahora, si de mozarela se trata, el kilo se ubica entre 40 mil y 46 mil bolívares, igual que el tipo Paisa y el ahumado. En cambio, el queso amarillo ya puede considerarse un lujo, pues su costo está entre los 90 mil y 95 mil bolívares.
Indicaron que son estos los que mayormente se llevan, aunque “ya no con tanta frecuencia”, pues el ciudadano ha buscado sustituirlos por otros alimentos que “rindan mucho más”, como es el caso de los huevos.
Dependencia de las fallas eléctricas
Otro problema que deben afrontar los comerciantes de productos lácteos y sus derivados se refiere a las fallas en el sistema eléctrico nacional, ya que la continua interrupción en el servicio afecta el proceso normal de refrigeración de los quesos.
“Ya no hacemos pedidos tan grandes, como antes, porque la luz no deja preservar el producto por mucho tiempo; entonces, pedimos menos para salir de eso lo antes posible”, aclararon.
Huevos en similar situación
Igualmente, reconocieron que con los huevos presentan una situación similar. Aseguran que este producto también varía de precio cada tres días, aunque “la gente no deja de comprarlo”. También acotan que, en una semana, el costo de la caja se incrementa en más de un 40 %, lo que les lleva a la obligación de también aumentar el costo final.
Actualmente, el cartón de huevos se fija entre los 39 mil y 48 mil bolívares; por unidad puede ser vendido desde mil 300 hasta mil 600.
Charcutería, más estable
Con respecto al rubro de charcutería, se pudo constatar que existe una mayor estabilidad en el aumento del valor, pues el precio de compra al distribuidor se altera cada 15 días.
Esto lo hace transformarse en otra alternativa ante la adquisición de quesos y, por ende, les resulta mucho más rentable, como por ejemplo comprar mortadela a 32 mil bolívares el kilo (durante dos semanas), que adquirir productos lácteos con la misma frecuencia.
Favio Hernández