Caficultores rubienses tienen expectativas de poner en marcha un plan de acción que pronto rinda sus frutos y les permita sacar adelante el rubro, que antaño le dio reconocimiento y expansión económica al municipio Junín
Norma Pérez
Durante una asamblea efectuada en el Salón de Lectura de Rubio se llevó a cabo la reactivación de la Asociación del Consejo de Caficultores del municipio Junín, por parte de productores que aspiran a dar un impulso a este importante sector de la economía tachirense.
La nueva directiva de esta Asociación, creada en el año 2017, quedó conformada por: José Villán, (vocero de coordinación), Eberth Pantaleón (suplente), Mireya Suárez (secretaria), José Contreras (vocero de comercialización y seguridad), Freddy Quintero, Valerio Galeano y Edgardo Casanova (voceros de financiamiento y caficultores), Florentino Ríos (vocero de insumos agrícolas), Beto Rivera (Unidad de gestión financiera), Luis Santos (secretario de Unidad financiera), Hugo Maldonado (vocal), Eloy Ríos, Richard Lindarte, Roger Rangel y Navarro Peñuela (contraloría).
Al respecto, el vocero de la coordinación, cargo similar al de presidente, expresó que el objetivo es la unión de todas las organizaciones cafetaleras existentes en el municipio, sin que estas pierdan su autonomía, pero centralizándose de esta manera la información general, así como la diversidad en los diferentes tipos de rubros, coordinación de insumos y otros aspectos vinculados al cultivo del café.
Como aspecto positivo, resaltó que el trabajo de la junta directiva estará orientado hacia la búsqueda del beneficio del productor y del estado; por lo tanto, requieren del respaldo de los organismos gubernamentales que propicien un adecuado financiamiento para el desarrollo de la caficultura.
“Estamos muy claros en las dificultades por las que atraviesa el país y del problema para movilizar los insumos, pero eso es parte de nuestra misión, y que la comercialización del café sea justa y adecuada para quienes se esmeran día a día en el campo para gestionar sus unidades de producción”.
Hizo énfasis en que es primordial que el Estado tome conciencia que requieren de su respaldo y que los precios que se estipulen en los acuerdos se cumplan a cabalidad, pues no pueden caer en falsas expectativas, ni en incumplimiento de compromisos.
Organización como prioridad
Rafael Ángel Pérez, caficultor y gerente de Productores Asociados del Café del municipio Junín, empresa establecida en 1968, explicó que es fundamental la organización de los productores de este sector del Táchira, pues se encuentran muy dispersos y es urgente unir esfuerzos para obtener mejores resultados.
De acuerdo a su experiencia de muchos años, considera que al estar organizados pueden afrontar las circunstancias actuales que afectan directamente el cultivo del café, ya que sus precios no son competitivos.
“Estamos aquí por el sistema de la frontera, el cual se ve fuertemente afectado, ya que se llevan el café para Colombia, porque allí lo pagan a mejor precio. Anteriormente teníamos, veinte años atrás, el 80 % de mano de obra colombiano, mientras que hoy en día es al revés, pues es el venezolano quien busca trabajo en el vecino país, y eso nos ha debilitado”, acotó.
Este veterano productor afirma su convicción de querer seguir en marcha para dar realce a la caficultura, pues para ellos eso es lo importante: “Y dejarles a nuestros hijos la querencia por la tierra y el café, pues esas son nuestras raíces y eso es lo que somos”.
Potencia cafetalera
José Contreras, el nuevo vocero de comercialización y seguridad, considera que se debe tomar conciencia acerca de lo que hay en el municipio en lo que respecta a la producción cafetalera.
A su juicio, debe levantarse un registro de la cantidad de tierras, así como de productores, hacia dónde van y cuáles son las prioridades: “Queremos constituirnos como una empresa fuerte en el país, pues sabemos que es una economía sustentable y el petróleo en el Táchira es el café. Por ello debemos rescatarlo de nuestros abuelos y padres”.
Destacó que no quieren tener que emigrar, por lo tanto está convencido de que con las acciones adecuadas pueden convertir a Junín, nuevamente, en una potencia productiva.
Al concluir la asamblea, el grupo de caficultores rubienses se despidió con las expectativas de poner en marcha un plan de acción que pronto rinda sus frutos y les permita sacar adelante el rubro que antaño le dio reconocimiento y expansión económica al municipio Junín.