La iniciativa de un grupo de pequeños productores permite la puesta en marcha de la planta procesadora de café, paralizada durante cinco años
/ Por Norma Pérez.
Por los predios de La Pedregosa nuevamente se escucha el sonido de las máquinas y en el aire se percibe el aroma del café recién molido. Las puertas cerradas de la Cooperativa Agropecuaria Bramón se abren al trabajo productivo y al progreso del municipio Junín.
La organización de pequeños productores de la zona dio paso a esta apertura que permite la reactivación de esta central de beneficio, la cual, después de un franco declive, suspendió por varios años sus actividades.
Hoy la realidad es otra y así lo narra Josué Córdoba, productor de arraigo y experiencia, quien es uno de los protagonistas de la esperada reapertura.
“El primer paso fue convocar a los caficultores y designar una junta directiva; el entusiasmo se difundió y ya contamos con cien productores asociados”.
El preámbulo
Desde hace más de un año se hacían esfuerzos por impulsar el cultivo del café en el municipio Junín y tratar de recobrar parte de la importancia que tuvo en la economía del país, hasta la década de los ochenta.
En marzo del año pasado, se realizó una reunión en el Salón de Lectura de Rubio, a donde acudieron los productores con el interés de revisar algunas alternativas.
En ese momento, el propósito era trabajar por la búsqueda del beneficio del productor y del estado Táchira; así como conseguir el respaldo de los organismos gubernamentales, que propiciaran un adecuado financiamiento para el desarrollo de la caficultura.
Se plantearon superar las dificultades existentes en el país, el problema para movilizar los insumos, lograr una comercialización justa y adecuada para quienes se esmeran día a día en el campo.
Los planes quedaron en suspenso por la aparición de la pandemia originada por el covid-19; se decretó la cuarentena y no pudieron continuar. Meses después, retomaron lo que por fuerza mayor había quedado a medias.
“El director de Tierras nos dio la oportunidad de nombrar una directiva y somos los que actualmente estamos al frente del proyecto”.
Trabajo en equipo
Josué Córdoba es el tesorero de la nueva junta directiva, cuyo presidente es José Villán. Todos sus miembros son personas comprometidas con el cumplimiento de los objetivos, que conllevan un beneficio colectivo.
“La cooperativa está ubicada en la entrada de La Pedregosa, Bramón, vía Delicias. Inicialmente perteneció al Fondo Nacional del Café, después a la Pacca Rubio. Durante el gobierno del presidente Chávez fue expropiada y se creó Coopebram; que posteriormente fue abandonada y permaneció cerrada durante cinco años”.
Explicó que hace dos meses realizaron una asamblea y decidieron recuperar las instalaciones y ponerlas a producir, aun sin contar con respaldo gubernamental.
“Nos dispusimos a recuperar las instalaciones, en desuso desde hace cinco años; para ello, hicimos mantenimiento, tanto en el interior como en el exterior; reparamos unos motores de la maquinaria y los instalamos; recuperamos el sistema de energía eléctrica, pues la caída de un árbol había dañado las cuerdas y no había sido arreglado”.
Con recursos propios y como un gran equipo, lograron poner en marcha todo el circuito para beneficiar el grano que llevan los caficultores:
“Hay tres plantas, de las cuales hemos recuperado una; con esa comenzamos las labores de procesar el café que recibimos; todo lo hacemos de manera ecológica, para no perjudicar el medio ambiente. Funciona de lunes a viernes, hasta las cinco de la tarde, y así atendemos todos las solicitudes que llegan”.
De septiembre a diciembre es el periodo de mayor producción de café, por lo que desde ya la central de beneficio se mantiene activa. Donde hubo silencio, abandono y soledad, ahora reinan el bullicio, el ánimo y la alegría de quienes se decidieron a actuar, con los mejores resultados.
Manos laboriosas e indetenibles para que llegue a los hogares el café rubiense, cuyos granos encierran historia y tradición.